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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Se pelean por todo, pero se bancan para mantenerse en el poder

Están peleados en absolutamente todo lo que tiene que ver con el presente y futuro del país.

27.05.2018 18:36

Lectura: 4'

2018-05-27T18:36:00-03:00
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No existe tema relevante del acontecer nacional en el que no existan posiciones enfrentadas dentro del partido de gobierno. No se ponen de acuerdo en casi nada. Dentro del Frente Amplio coexisten concepciones fuertemente enfrentadas sobre todos los asuntos principales de gobierno.

Se pelean por la educación, se pelean por la política internacional, se pelean por la política de salud, se pelean por el Código del Proceso Penal. Todos los asuntos principales están bloqueados como resultado de visiones contrapuestas que no son de menor entidad, por el contrario, se trata de diferencias conceptuales profundas.

La conducción educativa está empantanada en una lógica inerte que lo único que hace es agravar nuestras inequidades y nuestro rezago en aprendizajes, posicionando a nuestro país en una situación cada vez más retrasada. Sin embargo, esta postura es defendida por el gobierno y por importantes sectores del partido de gobierno, mientras que gente del Frente Líber Seregni mira con buenos ojos la propuesta transformadora de EDUY21 que implica una profunda reforma de la educación y un cuestionamiento directo a la actual política educativa.

Mientras el gobierno trata de impulsar una política internacional de apertura al mundo promoviendo acuerdos comerciales para abrir nuevos mercados con arancel cero, la mayoría del Frente Amplio bloquea estos acuerdos e impide todo avance, ni siquiera el tímido cambio que implica el Tratado de Libre Comercio con Chile.

El gobierno mantiene un vergonzoso silencio ante la dictadura corrupta de Venezuela, mientras varios dirigentes del Frente Amplio reconocen la gravedad de la situación y la violación a los derechos humanos. Hay, detrás de estas diferencias, concepciones muy distintas nada menos que sobre el valor de la democracia.

Mientras unos han defendido a "rajatablas" la insostenible gestión de ASSE, otros cuestionaron las irregularidades, en voz baja, y reclamaron al gobierno un cambio.

También el Frente Amplio en pleno defendió más allá del límite las irregularidades en la gestión de ANCAP, mientras algunos reconocían los graves errores de esa gestión y, otra vez en voz baja, aceptaban que era insostenible la actuación de Sendic y su gente.

Mientras el partido de gobierno defendió monolíticamente la política de seguridad en la interpelación de hace un mes, otros la cuestionan por sus errores. A su vez, los responsables de la política de seguridad trasladan la responsabilidad de su fracaso a los errores o fracasos de las políticas de integración social del MIDES y otros organismos del Estado.

Mientras el gobierno envía un proyecto modificando normas del Código de Proceso Penal para mejorar su aplicación, otros cuestionan y rechazan las modificaciones propuestas.

Podríamos seguir señalando diferencias y disputas en el partido de gobierno que se traducen en el inmovilismo y una continuidad agotada de la gestión de este gobierno.

Incluso difieren sobre las propias reglas de decisión dentro del Frente Amplio. Unos defienden la estructura que potencia el poder de decisión de los sectores internos con mayor militancia y otros reivindican que esa distribución del poder no representa la opinión de los votantes de ese partido.

Están peleados en absolutamente todo lo que tiene que ver con el presente y futuro del país. Por lo tanto, la consecuencia es el inmovilismo, la parálisis, la inercia, el agotamiento de una gestión que sólo puede mantenerse poniendo de rehén al país.

El resultado es obvio. Todas las reformas urgentes quedan postergadas. La reforma de la educación, la reforma del Estado, el cambio en la política de salud, el cambio en la política de seguridad, la política internacional de inserción del país en el mundo. Todo queda para después.

Incluso, escuchamos al Ministro de Economía señalar la importancia y urgencia de la reforma de la seguridad social. Pero, insólitamente, faltando dos años de este gobierno, indicó que sería un tema de gran importancia para el próximo gobierno. La prueba contundente de que no piensan hacer otra cosa que esperar al final de esta gestión.

Sin embargo, hay algo en lo que desaparecen las diferencias: mantenerse en el poder a toda costa. Aunque tengan diferencias en todos los temas principales que hacen al presente y futuro del país.

Conservar el poder se convierte en un fin en sí mismo, aunque haya que bancar cualquier cosa.

Sumar votos para ganar sin importar que luego las diferencias existentes le impidan impulsar los cambios que el país necesita.