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Breogán Gonda

Escribe Breogán Gonda

Preparando el partido definitorio contra Perú – La Copa de las confederaciones II

27.06.2013 16:55

Lectura: 4'

2013-06-27T16:55:57-03:00
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Ayer perdimos contra Brasil 2 a 1. Con esto ya sólo podemos aspirar a luchar por el 3er puesto en la Copa de las Confederaciones y veremos si, finalmente, logramos un 3er puesto de algo (ahora que nos interesa, porque en los mundiales de 1954 y 1970 fuimos al partido por el 3er puesto sólo a cumplir el calendario porque, en nuestra mente, era “Campeones Mundiales o nada”).

Brasil nos ganó legítimamente y es bueno decir que su condición de locatario no influyó en absoluto en el árbitro.

¿Cómo fue el partido?: Diferente. Diferente a todos los partidos que jugamos contra Brasil en los últimos 40 años. Fue un partido parejo, donde si bien Brasil tuvo más posesión de pelota y además terminó ganándolo, hubo más jugadas de peligro a favor de Uruguay.

Por ejemplo: el  primer tiro al arco de Brasil y sin mayor peligro, lo hizo Hulk a los 27 minutos del primer tiempo.

Sólo hubo una jugada de cancha peligrosa creada por Brasil en todo el partido: la gran jugada de Neymar al final del primer tiempo, que fue conjurada a medias por Muslera pero cuyo rebote habilitó a Fred para el primer gol. Tampoco hubo tiros libres peligrosos, porque Uruguay marcó muy bien y no pegó. Todo el peligro brasileño se derivó de tiros de esquina, como el que le acabó dando el gol del triunfo.

¿Acaso estoy insinuando que el resultado fue injusto y que Uruguay mereció ganar? No creo que tenga la menor utilidad discutir sobre la “justicia” del resultado de un partido de fútbol. El partido está terminado y el domingo jugaremos por el 3er lugar, probablemente contra Italia. Pero sería absurdo no poner de manifiesto lo positivo que tuvo este partido para Uruguay.

¿Por qué le costó tanto a Brasil ganarnos?, ¿por qué creamos más oportunidades que ellos? Porque Tabárez encaró el partido sin timideces, lo encaró para ganarlo, integró  y organizó el equipo de manera de tener buena defensa sin renunciar al ataque.

Se alinearon a tres delanteros netos (Forlán, Suárez, Cavani) y se organizó de manera de que Maximiliano Pereira y Cristian Rodríguez tuvieran la posibilidad de ampliar el frente de ataque.

Se escalonaron las marcas de manera de ir neutralizando los ataques rivales sin recurrir a faltas peligrosas.

Todo el equipo jugó bien pero se destacaron especialmente Arévalo Ríos en el escalonamiento defensivo y Cavani en un día de fútbol total.

Julio César adivinó y consiguió neutralizar un penal bien tirado por Forlán, que pudo modificar mucho el partido porque a esa altura (unos 15 minutos del primer tiempo), Uruguay  dominaba.

Nada de todo esto modifica el resultado del partido. Hay que pensar hacia adelante.
Creo que es bueno recordar que, cuando nos enfrentamos a Francia en Montevideo, muchos pensaron que no se debía hacer ese partido y que, si bien era inevitable, era perjudicial participar en la Copa de las Confederaciones, porque lo ideal era poner todo el énfasis en ganar los partidos esenciales para la clasificación el próximo Campeonato Mundial contra Venezuela y Perú.

Yo como todos quería ganar la Copa de las Confederaciones, pero siempre pensé que lo esencial de este pequeño proceso, que empezó a principio de mes contra Francia y termina el domingo próximo cuando juguemos el partido por el tercer lugar, es la recuperación del poderío del Seleccionado Uruguayo, que se había perdido en los últimos meses donde habíamos jugado muy mal y de 18 puntos posibles habíamos conseguido 2.

Y estoy satisfecho de lo visto.

A veces estoy de acuerdo con Tabárez y a veces no, pero siempre he pensado que debemos  apoyarlo hasta el fin del gran proceso que él dirige, porque no es razonable pensar en cambios a mitad del camino y, sobre todo, en los momentos críticos.

La situación actual no es inédita: es algo que se produce por tercera vez: Uruguay llegó con muchas dificultades a Sudáfrica 2010,  pero cuando se tuvo el equipo durante un mes se mejoró mucho en todo sentido y se logró el 4º lugar, luego se fue a la Copa América y el equipo fue creciendo hasta ganarla muy bien en Argentina, luego de eliminar al local. Esta es la tercera vez y nos pone en excelentes condiciones para luchar  por la clasificación a Brasil 2014.

Me congratulo de la situación y felicito al equipo (en los últimos 40 años es la primera vez que creamos pánico en un equipo brasileño, más allá de que nos acabaron ganando) y muy especialmente a Tabárez porque se la jugó y enfrentó a Brasil para ganarle.

¡No hay paliativos para el animarse!