Contenido creado por Seguridad_Administrador
Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Postergar Madrid

Los últimos acontecimientos producidos en relación al conflicto con Argentina sobre la instalación de la planta de Botnia en el litoral uruguayo implican un fuerte agravamiento de la situación.

09.04.2007 00:00

Lectura: 4'

2007-04-09T00:00:00-03:00
Compartir en
En efecto, los tres puentes internacionales permanecieron cerrados durante toda la Semana Santa impidiendo el acceso carretero del turismo a nuestro país, afectando nuevamente de manera importante nuestros ingresos por el mencionado rubro. Afectando, también, la situación de las empresas de transporte carretero y, en definitiva, todo el flujo comercial en la región.

En segundo término, la Armada descubrió una red de tanques atados en el Río Uruguay cuyo propósito más evidente sería el de provocar sabotajes en la navegación con la finalidad de generar daños y, sobretodo, producir un estado de conmoción e inseguridad en la zona. No es posible asegurar, aun, la autoría de estos hechos, pero la situación coincide con amenazas de estas características realizadas tiempo atrás por algunos de los dirigentes piqueteros de Gualeguaychú.

Pero el punto culminante de esta escalada de situaciones producidas en los últimos días se produjo por las nuevas amenazas expresadas por los mencionados piqueteros, ahora indicando que a la fábrica de Botnia le pasaría lo mismo que a las Torres Gemelas , o que se decidiría ingresar en territorio uruguayo en forma masiva y por la fuerza para atacar la fábrica.

Por si algo quedara pendiente, en el día de ayer se realizaba una manifestación sobre el puente de Fray Bentos, cuyos resultados no conocemos al momento de escribir estas líneas, pero que completan un panorama de agravamiento de la situación en forma unilateral por parte de Argentina.

Como indicio de la gravedad de la situación, el Intendente de Río Negro reclamó hace pocos días la instalación de una guardia militar en torno al predio de Botnia.

Por su parte, ¿qué ha hecho el gobierno argentino? Nada, absolutamente nada. Ni siquiera ha mandado investigar a quienes hicieron declaraciones que, por sí mismas, constituyen actos ilícitos. Nada, como siempre desde que comenzó el conflicto, dejando ocurrir situaciones que violan el orden jurídico argentino y regional, dando además señales implícitas y explícitas de respaldo a estos grupos que no han hecho otra cosa que envalentonarlos, seguros de la protección política gubernamental.

Eso sí, si las acciones de los piqueteros llegan a Buenos Aires entonces el gobierno argentino actúa con total firmeza y energía, reprimiendo y deteniendo a los activistas que, según parece, en Buenos Aires se convierten en delincuentes, que es lo que efectivamente son, mientras que en la frontera con Argentina se vuelven ambientalistas que luchan por sus legítimos derechos .

Por otra parte, se ha hecho conocer que hasta octubre, fecha en que se producirán las elecciones presidenciales argentinas, no será posible acordar nada puesto que el gobierno de Kirchner ha tomado esta bandera desde hace mucho tiempo y no la va a arriar en plena campaña electoral.

Entonces, ¿se puede en estas condiciones ir a Madrid y participar de una reunión de búsqueda de acuerdos, como si el ánimo fuera el más positivo?

Todos sabemos que más tarde o más temprano este tema habrá de resolverse por la vía diplomática, pero si el gobierno uruguayo no manda una señal firme en este momento, en que las actitudes del gobierno argentino suponen nuevos y más definidos avasallamientos de nuestros derechos, entonces las condiciones de la negociación no serán favorables.

El gobierno uruguayo debe, urgentemente, mandar una señal firme, pero no sin retorno, de que las nuevas agresiones argentinas no pasan inadvertidas. En estas condiciones el clima para sentarse a conversar no es el adecuado y debe trasmitirse esta situación al gobierno español, proponiendo la postergación del encuentro. Una iniciativa de este tipo sería una señal contundente de que Uruguay ha tomado nota del agravamiento de la situación y que, por lo tanto, cambia de postura, asumiendo una iniciativa firme que supone una respuesta a lo ocurrido.

De otra forma, la posición del gobierno uruguayo será crecientemente débil.