Por si queda alguna duda, independientes.

Por un lado, el Partido Colorado lanzó su campaña de recolección de firmas para rebajar la edad de responsabilidad penal de los menores y, por otro lado, el Frente Amplio votó en el Senado un proyecto de ley que anula la Ley de Caducidad.

Hemos manifestado nuestro rechazo a la propuesta del Partido Colorado por considerar que esta iniciativa no resuelve la situación de seguridad pública y que, además, se trata de una propuesta engañosa y oportunista.

Engañosa porque intenta hacer creer a la ciudadanía que los menores de 18 años son inimputables, cuando no lo son; y porque además sostiene falsamente que la tendencia en el mundo va en la dirección de esta propuesta cuando en realidad en el mundo entero se mantiene el límite de la responsabilidad penal en 18 años.

Oportunista porque hace caudal del hartazgo que los ciudadanos sienten con respecto a la falta de seguridad y se aprovechan del miedo y el enojo de estos para embarcar a la ciudadanía en una iniciativa que se sabe a ciencia cierta que no tiene el menor impacto en el cambio de las condiciones de seguridad.

En el caso de la iniciativa del partido de gobierno anulando la Ley de Caducidad, se trata de una iniciativa absolutamente inconstitucional y políticamente contraria a la voluntad de la mayoría.

Es inconstitucional porque el Parlamento no posee facultades para anular leyes, puede derogarlas pero no puede anularlas porque esto afecta directamente un principio fundamental del derecho que consiste en la certeza jurídica. Se trata de un evidente desastre jurídico.

Es, además, un avasallamiento a la voluntad popular porque se desconoce su expresión a través del voto en dos oportunidades con diferencia de veinte años. Pero, además, no resuelve el problema de fondo porque esta norma llevará a la presentación de numerosos recursos de inconstitucionalidad que, no dudamos, serán acogidos por la justicia.

En ambos casos se trata de asuntos vinculados a las formas de hacer política. Oportunismo y engaño en un caso; violación de la Constitución y desprecio por la voluntad ciudadana mayoritaria en el otro caso.

En los dos casos estamos en la vereda de enfrente. En un caso coincidimos con el partido de gobierno y un sector del Partido Nacional enfrentando al Partido Colorado y otra parte del Partido Nacional. En el otro caso coincidimos con los partidos tradicionales y enfrentamos la conducta del partido de gobierno.

En ambos casos con la misma convicción y decisión. En un caso hubo quien nos acusó de "pegarnos al gobierno", en el otro caso nos acusaron de "actuar junto al bloque de los partidos tradicionales".

Se equivocan unos y otros. Actuamos en función de nuestras convicciones, rechazando la manipulación de los ciudadanos y el desconocimiento de su voluntad, rechazando la violación del orden institucional y el engaño a la gente. En definitiva, seguimos siendo independientes aunque a muchos les moleste e intenten desacreditarnos.

Desde nuestro surgimiento, hace ya casi una década, hemos reafirmado que no creemos en el país de los dos bloques y hemos actuado sin prejuicios ni cálculo político. No nos preocupa con quien coincidimos o con quien discrepamos, lo que nos preocupa es actuar en cada tema de acuerdo a lo que consideramos mejor para nuestro país.

Estos dos hechos políticos, de enorme relevancia para el país, que ocurrieron en tan solo un par de semanas, han permitido que la ciudadanía pueda apreciar con claridad nuestra independencia. Así nacimos, así hemos sostenido nuestra prédica y así seguiremos transitando en los próximos tiempos.