Contenido creado por Gastón Fernández Castro
Cybertario

Píntalo de negro

Píntalo de negro

11.07.2007

Lectura: 3'

2007-07-11T08:35:54-03:00
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La voz de Berch siempre estuvo allí. Quienes descubrimos la música a fines de los sesenta y un día alentamos la ilusión de hacer radio, tenemos con él una deuda enorme. Impactos, por Independencia, marcó una época y un estilo irrepetibles. Para los jóvenes que vinieron después, Berch es sinónimo de Concierto FM y Punta del Este, una versión más farandulesca de un veterano difusor de música pop, que nos hizo conocer a decenas de artistas y canciones en épocas en las que todo llegaba demasiado tarde.

Artistas como Cat Stevens, Bee Gees o Barry White, tuvieron en Berch, más que a un simple discjockey, a un contagioso entusiasta. Junto a su hermano Aram, organizaría memorables recitales con solistas y bandas extranjeras, en una sucesión de celebridades que comenzó con la presentación de Van Halen, en 1983. Por todo esto, el cese dispuesto por el Poder Ejecutivo de las emisiones de las radios de los hermanos Rupenian, saltó del plano institucional al emotivo.

Berch fue un pionero. Una anécdota personal, que seguramente él no recuerda, lo pinta de cuerpo entero. En 1985 yo era un joven periodista que escribía de música y Berch una celebridad de la radio. El país vivía su apertura democrática y como en el resto del mundo, la libertad tenía al rock como cortina musical. Bandas como Los Estómagos y Los Tontos sacudían la modorra y lideraban un incipiente movimiento de rock nacional, del que apenas se habían editado tres o cuatro discos. Cuando casi nadie daba dos mangos por ellos ni por mí, Berch me propuso hacer un programa diario de una hora con esta temática. Aunque no le gustara lo que hacían aquellas bandas, intuía que algo nuevo estaba pasando con los jóvenes uruguayos de la época.

-Pero Berch, si pasamos todos los temas que se editaron hasta la fecha no cubrimos una semana de programa. ¿Qué vamos a hacer después?

-No importa, flaco. Si hay cuatro o cinco bandas conocidas, seguramente haya decenas que están surgiendo, que están grabando sus demos. Cuando esté el programa al aire vos vas a convertirte en el referente de esta movida musical y no van a parar de llegarte grabaciones.

Cuando la DGI denunció a los hermanos Rupenian ante la justicia por una defraudación superior a los ocho millones de dólares, nadie se sorprendió. La denuncia se parecía demasiado a los comentarios que existían en el medio sobre sus prácticas comerciales. Por eso sus colegas de Andebu ensayaron apenas una tímida defensa. El procesamiento con prisión sellaría su suerte al frente de las emisoras, en un proceso administrativo que también despierta interrogantes. Entre otras razones, porque las formalidades procesales indican que, más allá de los rumores y las presunciones, los hermanos Rupenian son inocentes y seguirán siéndolo hasta que un fallo judicial disponga lo contrario. ¿Izitso, Berch?