Parece mentira las cosas que veo por las calles de Montevideo

¿Alguien duda que la recolección de residuos, la limpieza y el transporte público son funciones esenciales de cualquier gobierno departamental? ¿Alguien duda que la situación de Montevideo en estas áreas es realmente catastrófica desde hace muchos y largos años? ¿Es creíble que el actual intendente se desmarque de todas las gestiones anteriores de su propio partido que gobierna la ciudad desde hace veinticinco años, como si no tuviera nada que ver?

El Frente Amplio se ha mantenido al frente del gobierno de Montevideo desde 1990 a la fecha en forma ininterrumpida, por lo que es responsable directo del grave estado en que se encuentran las principales áreas de su competencia. Por más que lo intente, el actual intendente no puede pretender que los fracasos reiterados de todos estos años no golpeen sobre su propia gestión, impactándolo negativamente en sus resultados.
Pero, además, lo que viene ocurriendo en el último año, en casi todas las áreas, no es precisamente un cambio sustancial con respecto a lo ocurrido en las gestiones anteriores.

Vayamos por partes.

Las reformas estructurales del tránsito y transporte en la ciudad deben ser el record mundial del fracaso. Ya resultaba una sorpresa inédita que se hubiera construido un corredor que buscaba mejorar la velocidad y eficiencia del tránsito para que, como resultado de esa obra en la que se invirtieron importantes recursos, los vehículos se trasladen con mayores demoras que en la situación anterior. Insólito, la Intendencia de Montevideo construyó el Corredor Garzón cuyo resultado es un empeoramiento de la velocidad y seguridad del tránsito en toda la zona oeste de nuestra ciudad. Inédito.

Como también es inédito que el responsable de ese desastre haya sido trasladado de su cargo para asumir como Director en la Corporación Vial a nivel del gobierno nacional.

Pero, caramba, ahí no termina la cosa. El nuevo corredor, que acaba de ser inaugurado y que también costó mucha plata de los ciudadanos de la capital, es un segundo fracaso. Increíble, ¿no? En efecto, el Corredor General Flores tampoco funciona bien y su recorrido es arduo e inseguro. El record mundial establecido por el Corredor Garzón sólo ha sido superado por la propia Intendencia de Montevideo. Fantástico, dos corredores de tránsito que dejan a la ciudad en peor situación que antes.

Hay más noticias para este boletín. Por si quedaba alguna duda, el Intercambiador José Belloni tampoco funciona y también requirió de importantes recursos. De hecho, las empresas de transporte colectivo se niegan a utilizarlo porque las distancias, las alturas y demás detalles básicos, no fueron bien calculados. Es una catástrofe increíble.

¿Alguien sabe cuánto demoró la Intendencia en construir esa obra? Fue eterna, pero además es inservible.
En síntesis, en materia de tránsito las tres obras más importantes de la ciudad de los últimos diez años son un desastre completo.

Sólo estos resultados deberían llevar a condenar la gestión de gobierno del Frente Amplio por inepta y fracasada. En cualquier ciudad del mundo esta sumatoria de errores inexcusables llevaría a un escándalo completo.
Pero, además, tampoco han sabido resolver satisfactoriamente el cierre de una de las empresas de transporte colectivo. A pesar de que se sabía desde hace mucho tiempo que RAINCOOP iba rumbo al cierre, transcurridos varios meses, la Intendencia no ha podido sustituir las líneas de transporte que quedaron suspendidas y un importante número de ciudadanos han sufrido la pérdida de cobertura y frecuencias preexistentes, afectando sus traslados en velocidad, horario y comodidad.

¿Eso es todo? No, por supuesto. Desde que comenzó la actual administración el boleto va rumbo a su tercer aumento de precio. ¿Es una broma? No, es absolutamente cierto, el servicio de transporte es cada vez peor y, al mismo tiempo es cada vez más caro. Es simplemente el resultado de una administración catastrófica, y cada vez se anuncia que se realizará una profunda reforma del sistema de transporte ciudadano, la que queda siempre para más adelante.

Ni hablar de la limpieza y el servicio de recolección de residuos; hasta el mismo intendente lo ha calificado muy críticamente. Pero ocurre que los gobernantes no están para calificar sus servicios, sino para cumplirlos correctamente. Entonces escuchamos fuertes críticas de las propias autoridades sobre la mala calidad del servicio, como si fueran ajenos a su responsabilidad.

¡¡Che, avísenles que hace más de veinticinco años que gobiernan Montevideo!! La función de un gobierno departamental es resolver los problemas, no señalarlos y cuestionarlos.
Mientras tanto, la mugre en las calles y la basura descontrolada siguen siendo parte del paisaje urbano. Hace años que se habla de esto y no se resuelve.

Pero como si fuera poco, la Intendencia se dio el lujo de acordar con sus funcionarios una pauta de aumento salarial que perfora los criterios determinados por el gobierno nacional de su propio partido.
Todo muy lamentable.

Sin embargo, el Frente Amplio ha tenido la suerte de contar con una enorme tolerancia de los montevideanos que hasta ahora han bancado todos estos problemas, sin chistar. También han contado con la ausencia de propuestas atractivas de parte de los partidos que no estamos en el gobierno. Ojo, porque la paciencia siempre tiene un límite.