Contenido creado por Seguridad_Administrador
Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Para empezar a marcar tu rebeldía

El Partido Independiente el próximo domingo no tiene competencia interna, además se trata de una elección con voto voluntario, por lo que la motivación para participar entre los votantes independientes es sensiblemente más baja que para los otros partidos.

27.05.2014 16:48

Lectura: 4'

2014-05-27T16:48:00-03:00
Compartir en

Sin embargo, les pedimos a todos aquellos que se sienten parte del Partido Independiente o son simpatizantes o piensan votarnos en octubre que no se queden en sus casas el 1º de junio y asistan a votar porque será una señal valiosa de adhesión y de respaldo en la perspectiva de la próxima instancia del 26 de octubre.

La normativa vigente obliga al Partido Independiente a participar y a obtener un determinado respaldo electoral para continuar en la siguiente etapa del ciclo electoral. Además, debemos demostrar que el proceso de crecimiento político y electoral que se observa entre la gente y que confirman las encuestas, también se producirá en las urnas este domingo, determinando que el Partido Independiente obtenga un apoyo sensiblemente superior al que obtuvo en junio de 2009, aunque seguramente será muy inferior al que obtendremos en el próximo octubre.

Votar al Partido Independiente el próximo domingo es un acto de confianza para generar la plataforma de lanzamiento para la siguiente etapa de la campaña electoral.

Votar al Partido Independiente el 1º de junio es adelantar un voto de cambio sin volver atrás. Nuestra propuesta electoral es la única que conjuga un reclamo de cambio político con respecto a la gestión de gobierno del Frente Amplio, pero sin que ello signifique validar o apoyar a los partidos tradicionales que siguen representando la política de antes.

Muchos uruguayos apostaron hace tiempo a un cambio votando para que el Frente Amplio llegara y se mantuviera en el poder. Incluso le otorgaron un mandato mayoritario que ya lleva una década. Sin embargo, también son muchos los uruguayos que sienten una profunda decepción por todo lo que no se ha hecho, a pesar de que el gobierno ha tenido todo el poder en sus manos.

En efecto, el gobierno del Frente Amplio disfrutó de la década de mayor prosperidad de la historia. Obtuvo, además, de parte de los ciudadanos un crédito que les otorgó la mayoría absoluta en el parlamento durante los dos períodos de gobierno, sin embargo en contradicción con lo que dice el slogan de su principal candidato, hay muchas cosas que no van bien.

Hace cinco años parecía evidente que había que cambiar la educación, mejorar la seguridad, reformar el Estado, desarrollar la infraestructura, mejorar nuestra relación con Argentina y mejorar sustancialmente nuestra inserción internacional.

Cinco años después todas estas tareas siguen pendientes. Tenemos una profunda crisis educativa, la inseguridad ha aumentado, la reforma del Estado sigue pendiente, no se ha avanzado en la mejora de la infraestructura y nuestra situación internacional es más restringida que antes.

Pero, además, los viejos vicios de la política están presentes en forma evidente en el accionar del gobierno frenteamplista, mostrando que las promesas de cambio no se han cumplido.

Del otro lado, los partidos tradicionales no respaldan su renovación generacional con un cambio en las viejas prácticas de la política, basta recorrer el país para confirmar cómo en muchas Intendencias Departamentales se mantienen las mismas lógicas clientelísticas y de uso patrimonial del Estado, propias de sus gestiones pasadas. Parece que no han aprendido nada.

Es tiempo de apostar a un cambio que no implique el retorno al pasado. Eso es lo que ofrece el Partido Independiente y por eso los convocamos el próximo domingo a empezar a marcar una rebeldía que habrá de consolidarse en octubre, cuando el Partido Independiente haya generado un importante crecimiento que lo ponga en condiciones de influir significativamente en las decisiones del próximo gobierno.

El próximo domingo no te quedes en casa, comenzamos el camino para cambiar la política de este país e iniciar un tiempo de diálogo, entendimientos y acuerdos plurales.