Contenido creado por Manuel Serra
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Escribe Eduardo Bebekián

Opinión | Ya nada es lo que era: los impactos del Covid19 en el fútbol uruguayo y mundial

La pandemia nos sorprendió a todos y de golpe nuestras vidas cambiaron. El fútbol, que se enfrenta a grandes desafíos, no es una excepción.

07.04.2020 10:23

Lectura: 6'

2020-04-07T10:23:00-03:00
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Por Eduardo Bebekián*

La pandemia como consecuencia del Covid 19 nos sorprendió a todos y, sin darnos cuenta, en un abrir y cerrar de ojos, nuestras vidas cambiaron. Lo que veníamos haciendo día tras día, en forma rutinaria durante años, ya quedó atrás.

El fútbol, el deporte más importante en nuestro país, no es una excepción.

Las autoridades que gobiernan el fútbol profesional no solo a nivel nacional sino internacional, se ven enfrentadas -forzosamente- a desafíos que ni se imaginaban, con diferentes escenarios que deparan más incertidumbres que certezas y que involucran a todos los estamentos.

Fue por ello que se han tomado decisiones relevantes hasta el presente.

A nivel internacional, la FIFA prorrogó el inicio de las Eliminatorias para Qatar 2020 para el mes de setiembre.

La UEFA y la CONMEBOL pospusieron todas sus competencias, disponiendo ésta última un adelanto del 60% de los derechos de participación en la Libertadores y Sudamericana a favor de los clubes para paliar de alguna forma sus necesidades financieras.

En el ámbito nacional, a los problemas económicos, políticos y comerciales ya existentes en la AUF, se le sumó el Covid19. Desde el 13 de marzo ha tomado decisiones cada vez más drásticas, como la suspensión sine die de todos los partidos oficiales, en todas las categorías y disciplinas; el cierre al público de sus oficinas y el envío al seguro de desempleo de la casi totalidad de sus funcionarios e integrantes de los cuerpos técnicos de las selecciones nacionales, incluido el mismísimo Maestro Tabárez.

Nuestros clubes en tanto, si bien unos pocos optaron por licenciar a sus jugadores, lo más probable es que sigan la postura de la mayoría y también recurran al seguro de desempleo.

Ante este nuevo panorama, surgen problemas de todo tipo, principalmente los vinculados con la continuidad de los torneos, las ventanas de fichajes y la vigencia de los contratos entre los clubes y futbolistas.

En algún momento habrá que decidir qué va a suceder con los torneos suspendidos, si se reanudarán -cuándo y cómo- o se darán por terminados o se fijará un nuevo calendario, para todo lo cual merecerá significación la clasificación a copas internacionales y los descensos, salvaguardando siempre la igualdad deportiva.

Otro tema que merece especial atención guarda relación con los contratos de los futbolistas que vencen el próximo 30 de junio, lo cual se da en mayor medida en las ligas europeas que en nuestro país. Al finalizar sus contratos, estos deportistas quedarán en condición de libres y otros deberán regresar a sus clubes de origen (préstamos).

Bien puede suceder, en el supuesto que los períodos para la transferencia de jugadores de las distintas ligas sigan como hasta ahora (las principales ligas europeas comienzan a mediados de junio en adelante; Uruguay desde el 22.06.2020 al 17.07.2020), que el futbolista que quedó libre, pueda fichar para otro club, antes o durante el transcurso del torneo suspendido.

Inclusive puede darse la paradoja, teóricamente, que un mismo jugador compita por dos clubes en un mismo torneo, lo cual violentaría a las claras la integridad de la competición.

Para atender estas situaciones, la FIFA propone, entre otras medidas, modificar las ventanas de fichajes y una prórroga automática hasta que finalice la competencia deportiva para aquellos contratos que terminan en junio. Lo planteado, también presenta varios problemas, ya que los jugadores cuyos préstamos venzan en junio, se verán impedidos de regresar a sus clubes de origen, y los contratos que celebraron los futbolistas y clubes con vigencia a partir de julio, en principio no podrían ejecutarse.

Nos preocupa que estas decisiones de aplicación inmediata que podría adoptar la FIFA se entrometan en la existencia misma de los contratos ya celebrados, que bien pueden perjudicar en forma grave tanto al club como al jugador. Resultará una situación difícil de sostener que por "acto de príncipe federativo", se obligue al jugador y al club a mantenerlos vigentes en contra de su voluntad más allá del vencimiento pactado.

Aún cuando se invoque la integridad deportiva y la fuerza mayor, parecería que la FIFA no cuenta con poder normativo suficiente para que pueda por sí y ante sí, modificar los contratos laborales, máxime cuando la "Estabilidad Contractual", constituye principio fundamental del Reglamento sobre el Estatuto y la Transferencia de Jugadores de FIFA.

Si es regla elemental de Derecho que el cumplimiento del contrato no puede quedar librado al arbitrio de los contrayentes, menos aún se podría admitir -jurídicamente- que un tercero se encuentre habilitado para hacerlo. Ante este escenario, ¿la FIFA no se expone a ser demandada por algún club o deportista que se sienta perjudicado?

En España se da una situación peculiar, que por imperio del Estatuto de los Trabajadores y del Real Decreto-Ley 9/2020, los clubes que recurren al ERTE (Expediente de Regulación Temporal del Empleo) ven suspendida la relación laboral con sus futbolistas y entrenadores profesionales, la que se prorrogará por el mismo período que se extienda el estado de alarma sanitario.

Por lo cual, estos contratos podrán, legalmente, extenderse más allá del mes de junio. También aquí podríamos preguntarnos qué pasará con aquellos futbolistas que hubieran suscripto contrato con otro club que entrare en vigencia después del mes de junio.

A su vez, debemos estar atentos a la existencia de una cadena de contratos vinculados directamente al deporte que, por la ausencia de contenidos, se van a ver afectados e "infectados" por el Covid19, como son los relacionados con las empresas que detentan los derechos de televisación, los canales cable y sus abonados.

Como vemos, la pandemia ha dado origen a diversas situaciones por demás complejas y difíciles de resolver con éxito cada una de ellas.

Gran desafío para todos los protagonistas, incluidos para nosotros, los abogados, que debemos elevar la mira y encontrar la mejor solución o la menos mala.

Tendremos que, en esta coyuntura más que en ninguna otra, negociar y negociar, y cuando pensemos en judicializar algún conflicto, seguir negociando hasta lograr el consenso necesario que se transforme en el punto de partida para salir de esta crisis y superar otros dilemas que azotan a nuestro fútbol.

* Es abogado, docente de Derecho Procesal en Facultad de Derecho de la Universidad de la República, docente de Derecho del Fútbol en Facultad de Derecho de la Universidad de Montevideo y diplomado en Derecho Deportivo.