Contenido creado por Cecilia Franco
Invitados

Escribe Claudio Epelman

Opinión | Un judío y un musulmán entran a la sede de la ONU

Aunque el diálogo interreligioso a nivel general lejos está de ser una novedad, cuando se trata de judíos y musulmanes algunos todavía lo creen ciencia ficción. Sin embargo, en América Latina no es un fenómeno reciente

28.10.2021 12:36

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2021-10-28T12:36:00-03:00
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*Claudio Epelman es comisionado para el diálogo interreligioso del Congreso Judío Mundial

La escena parecía sacada de uno de esos viejos chistes, que empiezan con el encuentro de un cristiano, un judío y un musulmán. En la Sede de la ONU, en Nueva York, António Guterres corría con cuidado una silla de su despacho, mientras Ronald Lauder, Presidente del Congreso Judío Mundial, invitaba al Secretario General de la Liga Islámica Mundial, Mohammad in Abdulkarim Al-Issa, a ocupar el lugar. El encuentro, sin embargo, nada tuvo de las caracterizaciones trilladas o las ironías de este tipo de humor.

Aunque el marco de la reunión (una audiencia especial con el Secretario General de las Naciones Unidas) se prestaba a la solemnidad, el encuentro se sintió distendido y familiar. Porque lejos de la retórica del humor, el diálogo entre algunos de los máximos referentes de las religiones abrahámicas es desde hace tiempo una realidad. En este sentido, cabe recordar la histórica declaración conjunta que ambas organizaciones emitieran el pasado 4 de octubre frente al Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra. Allí asumieron un compromiso de trabajo interreligioso para promover y proteger los derechos humanos para todos. Se trató de la primera declaración coordinada presentada por grupos representativos judíos y musulmanes ante este organismo. El primer paso se había dado algunos meses antes, en una celebración conjunta y virtual por el sagrado de mes de Ramadán, inspirada en los encuentros que desde hace años organiza el Congreso Judío Latinoamericano para homenajear a la comunidad musulmana en la misma festividad. Y el recorrido continuó hace unos días en la Gran Manzana.

“Las campañas contra el racismo, el antisemitismo, la islamofobia y otras manifestaciones de odio serán infinitamente más efectivas si las encaramos unidos, tanto entre las creencias abrahámicas como junto a otras religiones de todo el mundo", destacó Lauder luego del encuentro. Es fundamental tomar conciencia de que es mucho más lo que tenemos en común que aquello que nos separa, y trabajar en estrategias conjuntas contra toda forma de violencia y discriminación. Somos especialmente los judíos y los cristianos quienes debemos condenar los recientes ataques a mezquitas, y nuestros hermanos musulmanes acompañarnos cuando iglesias y sinagogas se vuelven blanco de un ataque. Después de todo, la unión, dicen la ciencia y el refrán, hace la fuerza.

Aquí hay un aspecto que me parece importante remarcar. Aunque el diálogo interreligioso a nivel general lejos está de ser una novedad, cuando se trata de judíos y musulmanes algunos todavía lo creen ciencia ficción. Sin embargo, en América Latina tampoco se trata de un fenómeno reciente. El diálogo es clave para el futuro de ambas comunidades, y aquí lo comprendimos varios años atrás. Debemos potenciar esta actitud a nivel mundial, y exportar desde Latinoamérica el modelo de convivencia y diálogo que ya es parte de nuestra realidad con muy contadas excepciones. Y para ello, hoy tenemos el apoyo del Secretario General de la ONU, su par de la Liga Islámica Mundial y el Presidente del Congreso Judío Mundial, quienes expresaron su intención de avanzar en este sentido.

Aunque el encuentro entre estos tres líderes nada tuvo de chiste, no faltó el remate optimista que nos invita a sonreír con ilusión. Porque aunque el mundo está amenazado por quienes utilizan a la religión para sembrar odio y discriminación, el camino para erradicarlo ya no es en solitario. Me guardo, en este sentido, las palabras de cierre de Al-Issa, Secretario General de la Liga Islámica Mundial: "Afortunadamente, estamos viendo florecer más que nunca el diálogo interreligioso. Nos unimos para luchar contra el flagelo del racismo y el extremismo, y construimos puentes de tolerancia, comprensión, paz y armonía".