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Andrés Lima

Escribe Andrés Lima

Opinión | Un grito desesperado desde la frontera

Hay miles de trabajadores en la “cuerda floja” y con un gobierno que se ha lavado las manos sobre la diferencia de precios con Argentina.

19.01.2023 19:23

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2023-01-19T19:23:00-03:00
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Un día sí y otro también nos llega información sobre la grave situación que están viviendo cientos de trabajadores, no solo en Salto, sino en todos los departamentos del litoral del país, que se ven afectados por la deriva en la que los ha dejado el gobierno nacional ante la diferencia de precios con Argentina.

Es de público conocimiento que he preguntado una y otra vez ¿Quién se hace cargo de esta realidad? Porque desde mi rol como vicepresidente del Congreso de Intendentes he tocado todas las puertas. Sí, como lo lee, es un dirigente político de la oposición que es minoría en el Congreso de Intendentes el que se está moviendo por más medidas para la frontera.

Nos hemos comunicado con el equipo económico, con el presidente de la República, y no, no tenemos respuesta.

Entonces, ¿Qué le dice el gobierno nacional a los más de 60.000 trabajadores que ven amenazada su fuente laboral por su inacción? Si por cada trabajador estamos hablando de un hogar base de cuatro personas, pues estamos refiriendonos a casi el 10% de la población nacional que se ve afectada por esta urgencia. Hoy hay miles de ellos que está en la “cuerda floja” y con un gobierno que se ha lavado las manos literalmente sobre este tema.

En casi tres años de gestión del Gobierno nacional, la única medida que se ha tomado en la región ha sido vinculada al precio de los combustibles; el descuento del Imessi que era del 24% y ahora pasó al 30%. Esa medida se tomó el 1° de Mayo del año pasado, y hasta el día de hoy no ha habido ninguna otra. Ya vamos más de 10 meses en que la situación de la frontera ha quedado a la deriva.

Sabemos que al Parlamento ha ingresado un proyecto de ley presentado por el gobierno nacional que establece algunas medidas de alivio fiscal para los comerciantes que facturan hasta 50 millones de pesos anualmente, como ser exoneraciones de aportes patronales al Banco de Previsión Social (BPS), exoneraciones en el pago del monotributo social Mides, exoneraciones en el pago del impuesto al patrimonio, y en el pago del impuesto a la renta de las actividades económicas, pero claramente ninguna de estas medidas van a tener impacto sobre los precios de frontera.

En cierta medida esto puede constituir un alivio desde determinados gastos fijos que tiene el comerciante, pero no se va a traducir en una disminución en el precio de los alimentos que integran la canasta básica. Por eso es que, reiteradamente, hace un año que venimos planteando al gobierno nacional la necesidad de elaborar políticas de frontera.

Las cuentas son claras y no falta ser muy ilustrado para darse cuenta. En el 2022 cruzaron más de 700.000 uruguayos a Argentina que gastaron más de 300 millones de dólares. Imagínense los beneficios que tendrían nuestros pequeños comerciantes, nuestros emprendimientos, si tuvieramos la oportunidad de que cuenten con ese gasto.

Pedimos un Plan Integral de Fronteras que aquí no aparece. Necesitamos se apruebe nuestra idea respecto a micro-importación donde proponemos que el pequeño y mediano comercio del litoral norte tenga la posibilidad de comprar mercadería del lado argentino en la provincia de Entre Ríos y que la pueda ingresar de manera legal a Uruguay. En la reventa de esos productos está la ganancia del comerciante que atendería una importante necesidad de tantas familias que ven su esfuerzo de tantos años tirado por la borda.

Hoy una vez más hacemos un llamado a que el presidente de la República convoque a una Mesa Nacional por Políticas de Frontera, que sea un ámbito de trabajo en donde participe el Ministerio de Economía y el de Trabajo, la Dirección Nacional de Aduanas, los departamentos de litoral uruguayo, los centros comerciales locales, la Oficina de Planeamiento y Presupuesto, la Agencia Nacional de Desarrollo, entre otros. Nuestra plegaria es porque alguien atienda el llamado que se hace a la realidad de muchos uruguayos que solo se está agravando con el paso del tiempo.


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