Contenido creado por Cecilia Franco
Mario Bergara

Escribe Mario Bergara

Opinión | Un domingo de esperanza

La distancia temporal entre el inicio del nuevo gobierno nacional y las elecciones departamentales y municipales, le dan a esta instancia un adicional de relevancia: tuvimos la oportunidad de ver las patas al modelo que la coalición multicolor empezó a desplegar.

23.09.2020 13:13

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2020-09-23T13:13:00-03:00
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El próximo domingo 27 de setiembre será un día importante para nuestro país. Los uruguayos elegiremos 19 intendentes, 19 Juntas Departamentales y 112 alcaldes y alcaldesas. Los montevideanos renovaremos la confianza en el Frente Amplio como herramienta, sin saber aún con cual de nuestras tres candidaturas. En el caso de Fuerza Renovadora acompañaremos a Álvaro Villar, frenteamplista independiente, con una vida de servicio público desde la medicina.

La distancia temporal obligada entre el inicio del nuevo gobierno nacional y las elecciones departamentales y municipales del 27 le dan a esta instancia un adicional de relevancia. Hemos tenido ya la oportunidad de ver las patas al modelo que la coalición multicolor empezó a desplegar. Un modelo restaurador, personalista, excluyente y regresivo. Una propuesta económica que tiene como única obsesión el abatimiento del déficit fiscal, que paga en ese empeño cualquier precio.

El gobierno nacional ha demostrado ser insuficiente para atender las consecuencias sociales y económicas de la pandemia. Ha dejado por el camino a miles de compatriotas, eludiendo respuestas posibles, teniendo condiciones para darlas.

Lo cierto es que, a seis meses de asumir, estamos en el ojo de la tormenta perfecta: caída del salario real y, como consecuencia, de las pasividades; recortes groseros en las áreas sociales más sensibles; endurecimiento de la respuesta represiva y profundización del desempleo y la precarización.

El Presidente Lacalle gusta decir que: "...al que va en la punta, al ‘malla oro', hay que estimularlo para que pedalee más rápido... Hay que sacarle lastre al que va a traccionar la economía" Por valoraciones como esa, es clave la opción de este domingo. Porque, además de los "malla oro", nos preocupa el "pelotón", para que no caiga su bienestar y su posición. Y aún más nos desvelan los "rezagados", queremos ayudarlos a pedalear para que tengan las oportunidades que merecen. La ética de una sociedad se mide en cómo trata a los más desfavorecidos.

Por eso este domingo es una esperanza. Tenemos la oportunidad de mantener los gobiernos departamentales que hoy tiene el Frente Amplio (FA) y de ganar en nuevos departamentos. Los vecinos y vecinas precisan más que nunca intendencias comprometidas con su gente; autoridades departamentales y locales que ensayen niveles de respuesta al desempleo, al inminente deterioro del sistema de salud; que sean capaces de interpretar la necesidad de las enormes mayorías, atendiendo, en el marco de sus competencias, las demandas rurales o acercando la cultura a los más vulnerados.

Es clave que todas las opciones en lo departamental se acompañen por la papeleta del gobierno municipal. La descentralización es un vector decisivo en una democracia en permanente construcción. En 2005 promovimos el debate acerca de la descentralización política que involucró a miles de compatriotas en todo el territorio y cristalizó en una herramienta jurídica sustantiva que en el correr de los años se ha venido enriqueciendo y mejorando, dando cuenta de los errores y de los señalamientos ciudadanos. La descentralización no es poesía ni mucho menos discurso para la tribuna. La descentralización es -por sobre todas las cosas- una forma de concebir e interpretar el poder, más aun, un sinceramiento en la voluntad política de compartirlo con la ciudadanía.

Hemos tenido la oportunidad de recorrer el país en estos meses. Hemos palpitado con la gente la realidad de cada departamento, desde la confianza entusiasta y segura de Canelones, a la efervescencia de un departamento en tradicional disputa política como Paysandú. Hemos acompañado a nuestros referentes en las localidades donde las encuestas no son promisorias, con la enorme recompensa de confirmar el compromiso de una militancia que pelea todas las peleas y no da una batalla por perdida.

En nuestro departamento, hemos acompañado a nuestro candidato desde la costa al Montevideo rural. En el mes de diciembre de 2019 la petición de que el entonces director del Hospital Maciel, Dr. Álvaro Villar, fuera candidato a la Intendencia de Montevideo reunió en pocas horas 4000 firmas. Sentimos que fue un acierto de nuestra fuerza política atender esa iniciativa que crecía desde el pie, como una bocanada de renovación y un reestreno de compromisos.

Hoy nos alegramos de aquella decisión. Fue buena cosa confiar en el reflejo de la savia nueva. La candidatura de Villar ha sido una muy buena noticia para el Frente Amplio y más aún, para Montevideo.

Entre otras particularidades, esta elección interna del FA introdujo por primera vez la peculiaridad de que las otras dos candidaturas, son una compañera y un compañero que vienen de librar una batalla por el gobierno nacional. Álvaro, en cambio, representó una apuesta renovada, que refrescó notoriamente el abanico de nuestra propuesta electoral frenteamplista y recuperó la tradición de una candidatura independiente.

Estamos convencidos que el FA tiene la mejor propuesta para los cinco próximos años de gobierno montevideano. Tenemos el mejor programa, que no redactó ningún elenco de técnicos y publicistas, sino decenas de vecinas y vecinos en los barrios, en las coordinadoras, que incorporó los aprendizajes y los dolores de seis gestiones anteriores, que conocemos desde adentro como nadie; que se asesoró con equipos técnicos en cada área y que fue legitimado por el espacio de representación democrática de la única fuerza política que hoy puede exhibir un proceso con ese nivel de involucramiento ciudadano. Han querido reducir nuestro programa a un párrafo. 50 años de frenteamplismo y 30 años de construcción ciudadana no cabrán nunca en sus envases.

El FA tiene tres muy buenas candidaturas, todos ellas con experiencia de gestión probada en la cancha. Tenemos un programa común y tendremos una Junta Departamental con la representación de todos los matices que hacen a nuestra riqueza.

Con esa tranquilidad, el domingo es un día de elecciones, en el sentido constitucional e individual de la palabra. En esa elección votaremos con alegría y convicción por Álvaro Villar, convencidos que representa la combinación de experiencia, frenteamplismo, unidad y renovación que nos une y en la cual nos reconocemos.

No estará solo, lo votaremos acompañado de un conjunto de ediles y edilas que sintetizan el crecimiento con inclusión de miradas, en el cual creemos; incorporando la vertiente batllista, a jóvenes y a mujeres.

No estará solo porque lo acompañarán en cada barrio los alcaldes y alcaldesas:

Municipio A - Jorge Meroni
Municipio B - Silvana Pisano
Municipio C - Jorge Cabrera
Municipio Ch - Ivonne Passada
Municipio D - Gabriel Velazco
Municipio E - Diana Spatakis
Municipio F - Nicolás Acuña
Municipio G - Leticia Torres

Es clave acompañarlos con el voto y dar una señal inequívoca de respaldo al proceso de participación activa de los vecinos en la gestión de los asuntos locales.

En otras palabras: los invito, el próximo domingo, a celebrar la democracia con los debidos cuidados que la situación sanitaria impone. Tenemos una oportunidad real de volver a confirmar en las urnas el rol determinante y la gravitación del FA en la política nacional. Podemos ganar en departamentos donde las encuestas recogen un empate. Debemos consolidar con la adhesión el proceso descentralizador y desconcentrador.

En el caso de Montevideo, los invito a redoblar la militancia y a respaldar con una mayoría elocuente la gestión del FA. Habida cuenta del triple empate en el que coinciden todas las encuestas, los convocamos a acompañarnos en la candidatura de Villar y la Junta Departamental de Fuerza Renovadora, porque es un voto unitario, anclado en los orígenes del mejor frenteamplismo.

Lo decían los primeros intendentes frenteamplistas que tuvimos; "Montevideo es una ciudad para querer y un departamento para vivir". En estas horas lo confirmó poéticamente Joaquín Sabina, en ocasión del centenario de nuestro entrañable Mario Benedetti: "Montevideo/ ciudad que abriga y acompaña/ ...que supo quitarse las cadenas/ por su poesía lánguida y profunda/porque/ siembra emociones que no abundan/ en esta vieja Europa de mis penas"

Los invitamos a celebrar otra fiesta de la democracia, a pintar de rojo, azul y blanco nuestro mapa, a continuar el hondo proceso de cambios que inició Montevideo hace 30 años, a llevar juntos a Álvaro Villar al Palacio Municipal. Nos merecemos esa alegría en medio del desaliento de la realidad nacional. Mentando nuevamente al poeta andaluz: vamos a "redimir una limpia primavera".