Contenido creado por Federica Bordaberry
Luis Romero

Escribe Luis Romero

Opinión | Recursos públicos

Creo que es momento de devolverle el respeto, que nunca debió perder, a la plata de todos los uruguayos.

28.07.2022 13:06

Lectura: 5'

2022-07-28T13:06:00-03:00
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Quisiera referirme al tema de las prioridades en el uso de los recursos públicos. Un asunto central, si lo pensamos bien. Y estribo, para este comentario, en algunos contactos que tuve a partir de la publicación de mi nota sobre las finanzas municipales. Yo decía que las intendencias van con sus finanzas, en general, a los tropezones, cumpliendo de una manera irregular con sus cometidos. En parte, porque han abrazado tantos cometidos más allá de la razón de ser de las intendencias, que es tener las calles en orden y tenerlas limpias y bien iluminadas, los parques bien cuidados, los caminos departamentales debidamente mantenidos. Esas son las razones por las cuales se crearon las intendencias.

Pero después empezó una larguísima lista de otras actividades que las intendencias han asumido. En algunos casos, sensatas. En otros casos, dudosas, que han llevado a que se multipliquen los directores, se han multiplicado las secretarias de los directores, los choferes de los directores, los vehículos de los directores. La suma sigue y la plata no alcanza para todo.

Como resultado, terminamos haciendo de todo un poco mal. Entonces yo quiero reflexionar sobre la necesidad de volver a las bases. ¿Cómo se hace? Poniendo prioridades. Si una intendencia quiere desarrollar una Dirección de Cultura, puede, pero, ¿después de qué? Después de que tiene las calles bien limpias y arregladas, la ciudad bien iluminada, tiene los caminos vecinales en muy buena condición todo el tiempo, después que cumplió los objetivos básicos y prioritarios, puede avanzar a otras actividades. Eso es válido también a nivel nacional.

Por ejemplo, creo que algunas actividades requieren que se plantee la pregunta: ¿y si esto no existiera, cambiaría algo para los habitantes de este país? Por ejemplo, en Estados Unidos no existe un Ministerio de Turismo, ¿será que por eso Estados Unidos no recibe turismo? No, es un gran país turístico. Millones de personas visitan Estados Unidos todos los años, pero no tienen un Ministerio de Turismo. No gastan un peso de los impuestos de los americanos en turismo. Los emprendimientos se publicitan como deben publicitarse, van a los grandes congresos si entienden que les vale la pena ir y terminó.

Entonces, creo que cabe la pregunta. ¿Y si en Uruguay no existiera el Ministerio de Turismo, vendría muchísima menos gente? ¿El turismo en el Uruguay estaría en una etapa infantil, estaría subdesarrollado o no? No sé, pero esa pregunta, ¿la hemos planteado? ¿Al Uruguay vendrían menos turistas si no tuviésemos Ministerio de Turismo? A mí me gustaría que hubiera una encuesta, entre expertos, para que dieran una opinión calificada. A mí me parece que cambia muy poco, la existencia o no existencia del Ministerio de Turismo. No es una crítica a sus autoridades pasadas o actuales, en absoluto.

Son profesionales serios, hacen lo mejor que pueden, no tengo nada qué decir de las personas. Estoy hablando de la institucionalidad. Entonces, ¿tiene cada intendencia que darse una Dirección de Turismo? ¿Es necesario, incluso, que algunas intendencias, como la de Montevideo, se den una Dirección de Relaciones Internacionales como creando una cancillería municipal cuando las calles están mugrientas? Cuanto más viaja uno, más vergüenza pasa cuando vuelve al Uruguay y se encuentra con la mugre de Montevideo que, en cualquier pueblito perdido por ahí, ya es un tema superado.

Las ciudades están limpias. Las nuestras no. Hay que viajar para darse cuenta el basurero en el que vivimos. Pero tenemos Dirección de Asuntos Internacionales, tenemos Dirección de Turismo, Dirección de Cultura, Dirección de Género, Dirección de cuántos asuntos tenemos. Pero tenemos la ciudad sucia. Entonces, ¿no llegó el momento de poner un orden de prioridades en cómo se gasta el dinero? Porque al final es un asunto de recursos, obviamente, necesitamos concentrar los recursos en las prioridades hasta conseguir los resultados. Después que tenemos las prioridades a nivel de buenos resultados, podemos expandir a otras áreas. Si se justifica. Pero empezar a la marchanta a hacer todas las actividades imaginables y terminar haciéndolas todas mal, no me parece que sea una forma inteligente de manejar los dineros de todos los uruguayos, tanto a nivel municipal como nacional, dineros que cuesta mucho producir.

El Uruguay es un infierno fiscal. Los impuestos en Uruguay son altísimos comparados con Europa y Estados Unidos, no contra países africanos u otro tipo de países, que uno puede pensar que están a niveles más bajos de desarrollo. No, las contribuciones inmobiliarias acá son más caras que en Europa, las patentes de vehículos para mismo modelo y año del mismo auto, son más caras acá que en Estados Unidos o Europa. Estamos pagando impuestos altísimos y hay que ver qué es lo que recibimos a cambio. Y hay que ver lo que ellos, con menos plata de menos impuestos aportados, reciben a cambio. Creo que es momento de devolverle el respeto, que nunca debió perder, a la plata de todos los uruguayos, que les entregamos a los gobernantes, tanto municipales como nacionales, a través de nuestros impuestos.

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Esta columna es una transcripción del uno de los capítulos semanales del podcast La Batalla de las Ideas, conducido por Luis Romero. Se trata de un "espacio continuo de reflexión sobre los temas esenciales que nos convocan a todos en todas partes y tienen incidencia directa en nuestras posibilidades de vivir bien". 

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