Contenido creado por Brian Majlin
Rumiando la vida

Escribe Juan Andrés "Gordo" Verde

Opinión | Que no haya que elegir a la muerte como la mejor opción en esta vida

Una mirada "no religiosa" de un Cura sobre el proyecto de ley que regula la eutanasia y fue aprobado en Diputados en las últimas horas.

07.10.2022 17:32

Lectura: 8'

2022-10-07T17:32:00-03:00
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Sobre el Proyecto de Ley de la Eutanasia aprobado en cámara de Diputados.

…Respeto profundamente cada opinión diferente; por eso expreso lo que pienso al respecto.

Me da la sensación de que:

1- Te hacen creer que vos “decidís terminar con tu vida”; pero en el fondo, son los médicos los que pasan a tener en sus manos esa decisión.(Art 1) Ni siquiera los jueces.

2- Te hacen creer que sería sólo en caso de enfermedades terminales o mortales Pero “la letra chica” es muchísimo más amplia: el artículo 2 pasó de enfermedades crónicas e irreversibles a incluir “condiciones de salud” que generen sufrimientos que a la persona le resulten insoportables. (Por ejemplo: ¿la vejez? ) Entiendo que esta ley termina vulnerando a más de los que intenta amparar.

3- Te hacen creer que es un tema de “pura humanidad”… (y lo es) pero lamentablemente en el fondo, esconde una tremenda “deshumanización”, que considera que algunas vidas “no son dignas” de vivirse y que afecta sin dudas a los más pobres. En criollo: un tema ideológico y netamente económico.

Me detengo a comentar cada punto, pero antes, algunas consideraciones:

1- No dudo de la recta intención de quienes proponen este proyecto.

2- Confío en los buenos deseos de los que quieren cambiar una realidad tan jodida como ésta…

3- No pretendo ni me interesa entrar en política partidaria con mi reflexión. (De hecho es sabido que el proyecto de ley fue votado por 57 diputados de los diversos partidos políticos). Con varios de ellos tengo trato y en algunos casos les guardo gran estima.

4- Tampoco prima aquí mi “postura religiosa”… ni menciono argumentos de este tipo. “Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”.

5- Se que a muchos nos toca “en primera mano”, por situaciones cercanas complejas. Mi reflexión no va por “eutanasia sí o eutanasia no”. Sino acerca de este proyecto de ley concreto.

6- Por último: soy consciente de que es más fácil quedarse callado y en el molde. Pero comparto mi opinión, porque entiendo que es una voz más en nuestra sociedad plural y democrática (de la que me enorgullece ser parte) en un país laico y libre; con el deseo de seguir profundizando en el tema y generando quizás mayor conciencia al respecto.

Leí los 12 artículos y las 39 páginas que refieren al proyecto. Me generó una mezcla de sentimientos encontrados. Porque se presenta a la eutanasia como un “bien aparente”. Algo que a simple vista suena muy lindo (porque todo se escuda en la dignidad de la persona)… pero en el fondo esta ley esconde consecuencias impensadas para los que abarca directa o indirectamente.

A la hora de ponerse en práctica; esta ley podría llegar (quizás) a “beneficiar a algunos pocos” en situaciones muy complejas y dolorosas; pero es alarmante la aparente ceguera que nos impide ver a cuantos más perjudicaría… (como si de desconociera nuestro sistema de salud).

Es fuerte que a un doctor en medicina que está para velar por la vida; ahora se le pida decidir si un paciente entra o no en la “bolsa de eutanasiables” … fuerte. (Por más objeción de conciencia que pueda haber).

En cada CTI que entro casi semanalmente como Cura, es realmente admirable ver cuando todo el personal médico se desvive y preocupa por cada vida que tienen en sus manos. Cada salvada es un logro. Y cada perdida, un fracaso. ¡Éste es el espíritu que no podemos perder!

Y sí… por más “políticamente incorrecto” que suene; considero que en el fondo se trata de un tema ideológico y netamente económico. Insisto: acá pierden los pobres. Los que menos tienen, los que no logran determinados recursos. Me consta que quien puede y tiene; logra conseguir los medios para “palear” cualquier circunstancia y enfermedad. Hay casos muy dolorosos, historias fuertes y delicadas como los pacientes con ELA (entre otros). Pero este proyecto de Ley, no se centra únicamente en ellos… al contrario: “salpica” a muchos otros que entiendo no debería y peor aún: los perjudica.

La ley de la Eutanasia, permite que (con el visto bueno de 2 médicos) se pueda terminar con tu vida, “a pedido de uno mismo”.

Ya la veo venir… caso hipotético. Según la nueva ley: “un paciente en descarte”, ocupando por más tiempo del esperado, una cama de hospital o CTI (con todo el gasto que eso implica)… y que vengan a decirte: “es lo mejor que pudimos hacer… otros medicamentos no están al alcance…” - “lo que sí puedo ofrecerle es la eutanasia… para que muera dignamente”. “Pero tranquilo… decídalo libremente… es Ud. el que lo tiene que pedir…”. ¡No seas malo! ¿De verdad esto es lo mejor que puede ofrecer mi País? ¡Tenemos que pelear por una ley que ofrezca vida! Que promueva una auténtica libertad. ¡Que nos llene de alternativas! No que de la muerte como “la solución en 10 días”.

Escuché a una de las voces en el parlamento defendiendo el proyecto de ley: “¿Qué le decimos a la gente que no va a tener cuidados paliativos y que hoy no los tiene… ? ¿Que tampoco le votamos la eutanasia? ¡Eso es crueldad!” (Afirmaba enérgicamente).

¡No compañero! Esa no es la respuesta… ¡Crueldad es no poner “los morlacos” para evitar que ese paciente esté en esa situación!

¡No nos vendan gato por liebre!

Crueldad es saber que hay tratamientos, calmantes, remedios, incluso soluciones posibles… y no poder brindarlas porque “son muy caras” o en otras palabras “porque el paciente no lo vale”. ¡Eso es crueldad! Que un medicamento siga valiendo más que la propia vida… (disponibles para unos y no para otros). Crueldad es ser como la vaca que esconde la leche, cuando sabemos que ¡hay pa’ todos! Crueldad… es que el propio sistema, “te empuje” a morir porque no tiene más respuestas que dar.

Hoy en nuestro País, ningún médico puede decidir terminar con tu vida. Pueden sedarte en forma paliativa, quitarte todos los dolores posibles para llevar con dignidad tu enfermedad (aunque eso cueste caro) pero ninguno puede “adelantar tu muerte”. Hasta ahora “la libertad”tanto del médico como de la mutualista: “no les permite matarte”. Y son muy cuidadosos al respecto eh. ¿De verdad queremos cambiar esto pensando que no habrá mayores consecuencias?

Por otro lado, muchos sabemos que la salud es un gran negocio. ¿Cuántas veces los propios médicos terminan siendo (en parte) rehenes de los lineamientos institucionales? …y esto también va en desmedro del paciente… “de la cama 4, de la cama 8 o del Hígado comprometido”.

Creo que esta ley es tan amplia y poco específica que genera más dudas que certezas. Y hacer vista ancha a las posibles consecuencias o desentendernos de las mismas; sería un acto de ingenuidad que podría costarnos muy caro como sociedad.

A mi también (al igual que a muchos) me ha tocado despedir amigos y familiares muy cercanos con enfermedades terminales. Tan duras como crueles. Aún recuerdo las palabras de mi tío, quien sí pudo acceder a cuidados paliativos y a pesar de toda su situación, en un principio quiso morir; pero luego… agradeció hasta el último minuto poder despedirse así, junto a los suyos en su propia casa. Ciertamente si bien la enfermedad lo condicionó, fue libre en elegir cómo terminar. Por ahí pasa la auténtica libertad. Que nada ni nadie nos “condicione tanto” o peor aún, nos determine, para terminar “eligiendo la muerte” como la mejor opción.

Mi pregunta es, con esta ley: ¿Quienes siguen siendo más libres ? ¿Y quienes siguen siendo más esclavos?

Ojalá en nuestro país, ningún compatriota tenga que sufrir dolor en la recta final de su vida, por falta de recursos... ¡No queremos que nadie sufra innecesariamente!

Que todos puedan elegir cómo terminar su vida en paz y dignamente, con los cuidados necesarios, pero que nadie les diga con “palabras finas”, que la única opción que tenemos es matarlo.

Que nuestros médicos se sigan deslomando por salvarnos… y no tengan que estar pensando en hacer “horas extras” de verdugos.

Que ningún tratamiento en nuestro país, valga más que la propia vida… Y que ofrecer la “eutanasia” no sea una alternativa “de primera mano”… ¿Qué alternativas tenemos antes por más costosas que fueren?

Que nuestros gobernantes sigan apostando por la Vida… la auténtica libertad; la igualdad de recursos (en especial para aquellos menos favorecidos)… Y que las leyes promulgadas nos beneficien más a todos, de lo que nos puedan perjudicar.

Que juntos sigamos luchando por un Uruguay más justo y respetuoso de los derechos humanos de cada uno… (sin importar su situación o condición) para poder decir junto a nuestro Prócer: “¡Que los más infelices sean los más privilegiados!”