Contenido creado por Cecilia Franco
Sergio Botana

Escribe Sergio Botana

Opinión | Ministerio Celeste

Al deportista se lo admira por lo que es y no por lo que tiene, por lo que siembra y no por lo que recoge. Uruguay debe sembrar Deporte para cosechar igualdad; debe democratizar la práctica deportiva y hacerla accesible a todos

23.08.2021 10:55

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2021-08-23T10:55:00-03:00
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Volvimos de Tokio sin pena ni gloria. Nos quedan en la retina las aceleradas de Cetraro y Klüver para meterse en la semifinal primero y en la final después. Nos queda la primera corrida de Deborah. El centímetro que le faltó a Lasa. La corrida de Pía soportando el sufrimiento desde la largada mismo. Salvo la performance de los remeros, lo demás hazañas de dignidad deportiva. La vergüenza deportiva salvó la plata. En el resultado apareció la verdad de nuestra situación en el Deporte. Fuimos con una delegación pequeña y con chances nulas.

Una olimpíada muestra el trabajo de un país en el período anterior. Hicimos poco y se notó mucho. A la olimpiada hay que clasificar. Lo hicimos en demasiado pocas disciplinas. Todas individuales. Dos de duplas. En lo demás, ni en futbol, ni en basket, ni en nada. Tenemos a Mauricio Moreira ganándole a los grandes del mundo, pero no hicimos los deberes para llevarlo. Es triste porque revela el lugar que asignamos como sociedad al Deporte.

Desde lo institucional lo que era poco se transformó en nada. Pasamos de medio Ministerio a Secretaría. Era medio Ministerio mal pensado. Entreverado con Turismo. Ahí se revela nuestra miope visión del Deporte como actividad lúdica simplemente. En alguna medida lo es. En lo profundo es mucho más que eso. Un Ministro de Deportes no es lo mismo que un Ministro de Turismo. Lo mezclamos en una sola persona. Encima, le damos poco y lo gastamos mal. Después lo transformamos en Secretaría de Presidencia. Lo sacamos del ámbito de lo que se puede discutir. Seguimos gastando mal. Gastamos en sueldos docentes y no en Deporte. Los profes cobran por horas y no por resultados. Pagamos funcionarios en vez de generar Deporte y Deportistas. Si la sociedad no debate sobre ello, todo continuará igual. Los más vivos e institucionalmente fuertes se apropiarán de los escasos recursos. Fea herencia del pasado. Enorme desafío para el actual Gobierno.

Nuestro Presupuesto quinquenal debió revertir la situación. Teníamos la firme esperanza de que así fuera. El viaje a Inglaterra previo a la elección nos creó esa ilusión. No sucedió. Seguimos sin plata para infraestructura, formación, equipamiento, entrenamiento, competencia, práctica masiva, deportólogos, deporte y salud. Una lástima. Quedamos jugados al liderazgo de un hombre. Sebastián Bauzá es una figura de referencia. Va a conseguir mucho. No le pidamos todo si no le damos nada. Por ahora tiene las manos vacías. Paga los sueldos burocráticamente inamovibles y tiene los pocos millones que le conseguimos para infraestructura. Demasiado poco para el nivel de nuestros sueños.

Los propios sueños se empequeñecen. Como en este nivel de recursos no nos podemos plantear grandes objetivos nos dedicamos a tratar de ganarle al otro en nuestra pequeña competencia vernácula. Tiene lógica. Para qué pensar en grande si no tendremos como conseguirlo. Solo pensamos en cómo embromar al otro dejándolo afuera de la Federación del Deporte que sea. Nadie ve lejos porque no hay horizonte. A lo escaso lo transformamos en peor. Casi que todas nuestras Federaciones tienen partes excluidas, conflictos en la Justicia o en Educación y Cultura, competencia de nivel de entrecasa y poco para la competencia internacional. Nadie se dedica a la Alta Competencia. Sabe que no tendrá recursos. Terminamos en líos internos y algún dirigente que se especializa en garronear viajecitos. Tan triste como cierto. La culpa está en la falta de liderazgo social. Si los objetivos son pequeños no hay lugar para los grandes. Dominarán los pequeños de espíritu. Ganarle al vecino, en vez de ir junto al vecino a ganarle al de afuera.

Cuando una sociedad actúa de este modo está marcando una preferencia. Estamos eligiendo. Nada es neutro. Estamos eligiendo viejos con achaques. Estamos eligiendo niños obesos con los jueguitos del celular durante todo el día- gran negocio para los vendedores de papitas. Estamos eligiendo jóvenes con porrito en las esquinas. Estamos eligiendo desintegración social. Elegimos que ganen la diabetes y el colesterol y sus consecuencias. Elegimos que gane la pereza, que será pereza para todo. Nuestra pasividad elige. Elije mucho y elije mal.

Vemos al Deporte como diversión y como pérdida de tiempo. No es una visión nada divertida. Los que estamos perdiendo el tiempo somos nosotros. Estamos perdiendo el mejor tiempo de los uruguayos. El Deporte es tantas cosas. Es igualdad. Es integración. Es crecimiento. Es compartir. Es fortaleza física y psíquica. Es salud. Es trabajo. Es convivencia y respeto. Es disciplina natural. Es País.

El deporte es Reglas de Juego. Constituye el primer acercamiento a las normas de una sociedad. Antes de aprender la existencia y el valor de ley, aprendemos las Reglas del Juego. Como niños aprendemos a respetar la Regla del Juego como único modo de alcanzar un resultado con validez. El juego nos enseña a respetar el derecho del adversario. Nos enseña a respetar al adversario como persona. Nos enseña a no trampear. Que trampear es trampearnos. Que el resultado vale si se ganó respetando las reglas. Que la trampa no vale. Que la alegría es efímera y se transforma en insatisfacción o en problema. Que el espíritu de la buena convivencia pasa por ese respeto. Que la convivencia es respetar y respetarse. Que el tramposo será tramposo siempre y nunca valdrá nada, en nada.

El Deporte es Hábitos. Es Hábitos de horarios. Hábitos de alimentación. Hábitos de cuidado. Hábitos de manejo personal. Disciplina de entrenamiento. Superación personal permanente. Estamos inculcando lo contrario. Estamos sembrando dejadez. Confort momentáneo. No autodisciplina permanente. Cosas que solo se aprenden en la primera etapa. Después será tarde. El Deportista será disciplinado siempre. Aprenderá a no caer en tentaciones. Habituará su físico a la práctica deportiva. Sabrá detener sus malos procesos en la vida. Se cuidará y cuidará. Cuanto más Deportistas haya mejor sociedad tendremos. Mejor Deporte también.

El Deporte es Equipo. Es valorar al compañero. Es admirarle en su calidad y en su esfuerzo, y es contemplarle los errores. Es tener una actitud de aliento y no de crítica. Es poner lo propio para la suerte de todos. Es postergarse por el bien colectivo. Es el nosotros contra el yo individual. Es saber que ninguno gana si no ganamos todos. Es valorar al otro por lo que aporta y no por lo que tiene. Es cumplir la función, aunque no nos guste. Es el sacrificio por lo trascendente. Es alegrarse con las alegrías de todos, y entristecerse con la suerte que nos toca en común. Siembra conciencia País.

El Deporte es Convivencia. Es la Convivencia en el entrenamiento. En la delegación. En el vestuario. En la cancha. Es la Convivencia con propios y ajenos. Los es con los compañeros y lo es con los adversarios. Los es con el árbitro y lo es con el público. Los es con el propio Deporte y con sus normas. Los es con el pasado y con la siembra futura. Lo es con el resultado. Enseña adentro y se ejerce en todos lados. El que aprende a convivir lo hará en cancha y en la calle. En la oficina y en la cárcel. Será positivo donde le toque. El egoísta también lo será en cualquier lado. La sanción social le llegará del modo más duro. Mejor recibir las pequeñas sanciones por la falta de calidad en la competencia que tener falta de calidad en la vida.

El Deporte es Respeto. Respeto al compañero y al contrario. Respeto al público y al juez. Respeto a uno mismo. A la propia dignidad. A no presentarse de modo vergonzante. A no hacer cosas vergonzantes. Es Respeto al maestro y al entrenador. Es Respeto al asistente. Es Respeto al equipier como lo es al médico o al kinesiólogo. Es Respeto a las silenciosas horas del canchero. Es Respeto al que banca, ya sea la comisión de padres, una empresa o el Estado. Es Respeto a la ética de la competición. Es Respeto a la historia de la enseña que se defiende. Es Respeto a las generaciones futuras que quieren aprender. Es respetar adentro y afuera. Es respetar y respetarse para que te respeten. Es respetar de por vida y en todo lugar y circunstancia.

El Deporte es Humildad y Serenidad. Es Firmeza Espiritual. Es Madurez Permanente. Es Humildad con el resultado y con el que fue mejor, sin abandonar la lucha. Es aprender a manejar la victoria sin ensoberbecerse y la derrota sin frustrarse. Es conocer el éxito y el fracaso. Es aprender a caer y levantarse. Nadie nunca ganará todo y siempre se ganará algo. Ganar es ganarle a los otros, pero más es ganarse a uno mismo. El Deporte es superación cuando hay esfuerzo, y sanción cuando ganó la dejadez. Es milagro hazañoso para el dedicado e inesperada vergüenza para el holgazán. Es morder el polvo de la derrota y volver a entrenar al otro día. Es saber que mi alegría de hoy no será permanente, y que si trabajo algún día conoceré la felicidad. Que hay que estar preparado siempre. Que los resultados no condicionan la actitud y menos el espíritu. Es el equilibrio. Es la reacción justa. Es hacer lo que hay que hacer cueste lo que cueste.

El Deporte es Igualdad. No importa el que tenga el zapatito más lindo. Es el que juegue más. Es el que aporte más y el que entrene más. El que comprenda mejor. El que se comprometa más. Todo son igualdades. Las únicas diferencias son positivas. Al Deportista se lo admira por lo que es y no por lo que tiene. Por lo que hace y no por lo que gana. Por lo que siembra y no por lo que recoge. Uruguay debe sembrar Deporte para cosechar Igualdad. Debe democratizar la práctica deportiva. Hacerla accesible a todos. Al que tiene y al que no tiene. Al que está cerca y al que está lejos. A las comunidades grandes y a las pequeñas. Si hicimos la Escuela Pública, si hicimos los CAIF(s), entonces podemos hacer el Deporte para todos.

El Deporte es Integración Social. Es el que une los ricos y los pobres. Los de los colegios ricos con los de las escuelas pobres. Los del campo y los de los pueblos. Los de las villas y los de las ciudades. Los del barro y los del hormigón. A todos junta el Deporte. A todos nos une en los sueños y las esperanzas. A todos nos une en la competencia. A la entrada del Deporte nadie resiste. Allí no hay ghettos. Todos vendrán y serán bienvenidos. A todos lados iremos y seremos bien recibidos. La sociedad de las rejas nace con la desintegración en el Deporte. Se deja de ir y se pierde el vínculo. Se va seguido y se construyen amistades. Esa es la realidad. Nadie puede explicar que en el Uruguay haya lugares a los que sólo entra la policía y con miedo. Allí el Deporte entra y sale como Juan por su casa. Si queremos Integración no es con tanques la solución. Es con canchas, con pelotas, con carreras, con dojos, con chivas. Con profes de todos y no profes de ricos. El vehículo está. Usémoslo.

El Deporte necesita cosas. No sé cuál es el orden. Se necesita todo. La Infraestructura es imprescindible. Un Plan Nacional de Infraestructura Deportiva. Un gran Acuerdo del Ministerio de Transporte y Obras Públicas y la OPP con las Intendencias y los Municipios. Con aportes compartidos. Imprescindibles los Gimnasios, los Dojos, las Canchas Sintéticas, las Pistas de Ciclismo, de los Deportes del Motor, el Campo de Atletismo, las Piscinas. Hay que poner plata y construir. Nunca darán las horas. La demanda es infinita. Si hay se usa. Es la mejor inversión.

El Equipamiento da confort a la práctica Deportiva. Ofrece otros incentivos. Al igual que el buen Gimnasio da placer al sacrificio. Mejora performances. Permite la práctica simultánea. Muchos se han vuelto accesibles. Otros siguen carísimos. Hay que encontrar la manera de contar con las cosas.

El acceso al Cuidado Médico y a la Alimentación Correcta no pueden faltar. La exigencia requiere de energías. De Descansos Adecuados y de la Alimentación que se corresponda con el momento que se atraviesa. Adecuada a la disciplina y al físico del propio Deportista. Debe estar fácilmente disponible. La mala Alimentación se paga, como las lesiones mal curadas también se pagan. El Deportista de Alta Competencia está altamente expuesto a la lesión. Debe tener acceso al consejo del que sabe y la cura del especialista cuando es necesario. Debe tener mediciones con la periodicidad que corresponda. Tener los cuidados antes, durante y después del entrenamiento. Es más organización que costos.

La Formación es necesaria siempre. En las Escuelas, los Liceos, en las Plazas de Deportes, en los Clubes. Hay que enseñar los fundamentos de la disciplina y los valores del Deporte. Los docentes deben hacerlo. Ponerle cariño. Sería bueno que toda Escuela tenga un Profesor de Educación Física con alta dedicación horaria y un Maestro referente con conocimientos. Formación, transferencia de conocimientos, práctica. No simple cumplimiento del horario. Los voluntarios siempre han sido fundamentales en estos procesos. Se los debe formar para que sean formadores. Formarlos no descartarlos. La vocación es insustituible e insuperable. Ya la tienen. Aprovechémosla.

El Deportista debe Entrenar. Tenerlo como habito permanente. Hay que generarle condiciones. Ver formas de derribar barreras. Tiene que tener disponibilidad de medios y tiempo para hacerlo. Algunas Becas deben aparecer. Para los Deportistas de elite y para algunos con posibilidades de serlo. No es tanto. Algunos contratos de función pública menos y algunos Deportistas en su lugar. La ayuda es contra resultados. También la creación de carreras paralelas a la práctica, para que el Deportista de hoy tenga el incentivo de ser el Entrenador del mañana.

La Competencia no puede faltar. Competencia en las Escuelas. Competencia en las Federaciones. Competencia en menores. Competencia de jóvenes. Competencia de Veteranos. Competencia en todos lados. Competencia de elite. La Competencia es el gran superador. Se entrena para competir. Se mejora del error cometido en Competencia, porque allí se desnuda y cuesta. Mas Competencia es mejor performance. Se debe competir internacionalmente. Tenemos la oportunidad de tener vecinos que están en el Mundo. Brasil y Argentina tienen nivel mundial de competición en múltiples disciplinas. Es una oportunidad. La desaprovechamos en forma permanente.

Sueño con una Política de Estado para el Deporte. Sin banderías pequeñas. Con una sola enseña. La del color del cielo. Con el más alto rango institucional. Con Ministro y con recursos. Con apoyo de todos y mirada para todos. Para la Celeste no hay imposibles.