Contenido creado por María Noel Dominguez
Sergio Botana

Escribe Sergio Botana

Opinión | Los une el espanto

El Uruguay ha vivido la hasta ahora más disputada elección por los lugares de representación social en el BPS

06.12.2021 08:07

Lectura: 10'

2021-12-06T08:07:00-03:00
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El Uruguay ha vivido la hasta ahora más disputada elección por los lugares de representación social en el Directorio del Banco de Previsión Social. La campaña no tuvo la intensidad ni la calidad de debate deseables. El involucramiento ciudadano cuesta y la simplificación es la tentación. La elección tuvo niveles de participación altísimos en relación a lo esperado. Apenas se superó el porcentaje de votación de la pasada elección, pero sobre un padrón bastante más numeroso.

El BPS debe ser analizado y discutido. Sus hechos y omisiones alcanzan a más de un tercio de los compatriotas. Justamente a aquellos vinculados al mundo del trabajo. Públicos o privados. Urbanos o rurales. Hombres o mujeres. Jóvenes o viejos. En actividad o con antigua actividad. Empresarios o dependientes. Trabajadores al fin. Más de un millón de nuestros compatriotas estuvo convocado a decidir.

El sistema de seguridad social en el Uruguay ha venido evolucionando desde Oribe hasta nuestros días. Ha pasado por la presencia de Cajas individuales servidas por los propios organismos hasta este sistema más universalizado y solidario para el reparto contemporáneo e intergeneracional. La Seguridad Social es clave en el funcionamiento de la economía nacional. Por sus aportes y por sus costos. Aporta certezas, baja incertidumbres, genera consumos. Retrae recursos del trabajador y de la empresa. Provoca déficits. No es neutral para nada. Es la materia de debate mas trascendente y más esquivada.

En materia de Seguridad Social las responsabilidades de una época financian a las de otras. Todo ahorro de hoy pagará pasado. Todo ahorro de hoy aliviará futuro. En el Uruguay hablamos de lo contrario. Las irresponsabilidades de cada época serán pagas por las generaciones futuras de modo ineludible. El sobregasto de hoy será pago por exigencias a esta generación y por costos financieros para las por venir. El debate vale la pena.

Habría que analizar y poner límites. Autoponernos límites. Deberíamos limitar las Cargas Sociales hasta el límite en que complican la competitividad de la economía y comprometen el empleo. Para los demás tributos que financian la Seguridad Social, lo mismo. Las transferencias al Sistema deben ser estudiadas. Moralmente no podrían ir siquiera hasta comprometer el País del futuro. Por lo menos no deberíamos transferir cargas impagables. Ni complicar el trabajo y la producción actuales ni dejar una maldita herencia sin beneficio de inventario a los uruguayitos que llegan.

Debería ser debate compartido. Debate sin banderas. Sin que ninguno pretenda arrimar agua a su molino. Resolución compartida y excluída de todo debate político electoral. Si no hay consensos no se debe resolver. Es para cuidar al País y no a sus Partidos. El que no lo entienda, no merece dirigir nada. Ni siquiera opinar. La mezquindad debe ser multada. Este es el tema del entendimiento obligado. O nos entendemos o no hay País.

La Comisión de Expertos empieza a emitir sus primeras conclusiones. Ya aparece la división interesada. La negativa por la negativa misma. Es legítimo discrepar. Hay que proponer alternativas válidas. Económicamente viables. Financieramente sustentables. Si no se consigue siquiera una actitud responsable de los expertos. Si por encima de su conocimiento técnico dejan aparecer su oportunismo partidario, entonces no estamos en el mejor camino.

Ese era el debate de esta elección. Los que gobiernan desde hace rato el BPS no lo quisieron dar. No lo quiso dar un PIT-CNT que está empeñado en ganar la interna del Frente Amplio con Pereira. No lo quiso dar un PIT-CNT hiperpolitizado y sin tiempo para defender al trabajador. No lo quiso dar una ONAJPU que es corresponsable de la actual situación del Sistema. Vaya a saber por qué no lo dieron las grandes Cámaras que desincorporaron de su discurso este tema.

El BPS debió ser discutido en su rol dentro del Sistema de Seguridad Social. En su impacto sobre el nivel de actividad y el empleo. También en su actitud. En su actitud con el pasivo, con el trabajo y con la empresa. Es su actitud con el viejo, el enfermo, el que tiene discapacidades. En fin. No puede ser enemigo. Debe ser amigo. La vieja actitud de las Cajas. Nunca creerse la de que es Banco. Organización prolija, toda. Insensibilidad, nunca. Así debe ser a la hora de tratar al que aporta y al que aportó. Al que necesita. Al desamparado. Con orden en el bolsillo y también con corazón. Así debe ser.

Los nuevos actores plantearon este debate. Lo pusieron sobre la mesa de discusión. No hubo respuestas. Ganó el silencio cómplice. El País en buena medida perdió la oportunidad de discutir. Igual empezó a cambiar. Muchos escucharon el mensaje profundo y votaron para poner al BPS a favor del trabajo y no contra el trabajo. Para ponerlo a favor del Jubilado o Pensionista y no con actitud de desconfianza. Otros se dejaron llevar por los mensajes facilistas. Otros son el Sistema mismo y se vieron obligados a ocultar para ganar.

Un solo Uruguay dio un paso gigante. Pasó de su posición de grupo de denuncia a la de protagonista pleno. Salió a la cancha a jugar y vaya si jugó. Planteó lucha en un área que no era estrictamente suya, pero era la suya. Era la suya porque era la del Uruguay. Porque incide en cada instante de la vida del País. Cada vez que hay trabajo hay incidencia del BPS. Cada vez que hay necesidad hay demanda para el BPS. Donde hubo trabajo y hoy llegó la necesidad, el BPS debe estar. No es tema ajeno a ninguna organización del trabajo. Lo difícil es hacer la traducción. Convencer de esta legitimidad para enfrentar al locatario de siempre. Al que muchos de nosotros hemos hecho locatario. La ONAJPU tiene años de estar. En muchos casos, años de bien hacer. Desde Colotusso hasta hoy. Desde el imborrable mensaje del Caudillo a hoy. Desde el discurso sensible y conceptual de Don Luis Alberto hasta hoy. Digo con propiedad que él nunca hubiera tolerado guiño político de la Organización con Partido Político alguno. Él tenía el suyo, y bien que lo tenía. Tan militante de fierro de la causa del Partido como respetuoso de la independencia de la Organización de los Jubilados. Tendrán que pensar si hoy es lo mismo. Si respetan las distancias. Si no los devoró el oficialismo y la propaganda totalizadora. Eso salió a enfrentar UN SOLO URUGUAY. De visitante.

Los Centros Comerciales del Interior también salieron a dar la lucha. Sin el amparo de la Cámara Nacional de Comercio que fue amiga mientras recibió el apoyo del Interior y no supo serlo a la hora de retribuir. Los Centros Comerciales habían liderado la lucha por la libertad financiera. En ésta era su hora. A la Cámara Nacional de Comercio le faltó grandeza. Los que fueron carne de cañón ahora eran protagonistas. Quisieron cerrarles el camino. No tiene explicación. Tiempo de pensar tuvieron. Debieron apoyar a los Centros Comerciales. No lo hicieron.

El resultado en empresas fue de contundente victoria. No hubo Departamento del Uruguay en donde no ganara la 26 de José Pereyra. Fue casi por dos a uno. Los Centros Comerciales del Interior y el Movimiento UN SOLO URUGUAY obtuvieron el respaldo a lo bien hecho. A la línea clara en la acción. Hicieron un planteo de reformas claras del BPS y lo llevaron adelante. No buscaron acuerdos dudosos desde la gestación misma de la lista. No se mezclaron con dirigentes que pudieron haber avalado cosas indebidas en el pasado. No caer en la tentación de esos apoyos les dio libertad. La libertad les dio los votos. La gente supo desde el principio cuál era el rumbo. El mensaje fue claro. Incluso al extremo del riesgo de caer en el exceso. La 26 eligió renunciar al apoyo frente a la opción de modificar su Programa o tener que asumir responsabilidades de decisiones desacertadas o comprometidas.

El orden de Activos volvió a presentar un panorama similar al de la elección anterior. Un hombre sólo le volvió a presentar lucha al poderosísimo PIT-CNT. Sin estructura alguna. Sin historia conocida. Con escasa militancia. Sin publicidad. Una sóla agrupación sindical de cualquier Departamento es mayor a toda la que respaldó al candidato. Mérito de Lisboa sí. El primero el de animarse a plantear la lucha. El de salir a la cancha en una justa perdida. El de dar la cara y decir otra verdad. Eso vale. Al PIT-CNT le queda la obligación de cuestionarse. Menos de la mitad de los votantes lo acompañaron. No debería perder la posibilidad de generar el debate interno. Cuestionarse cuán representativo está siendo. Cuál es la razón por la que no lo votan. Seguramente se lo percibe defendiendo con más fuerza el postulado político que al trabajador. Se lo percibe dispuesto a perjudicar al trabajador si se trata del interés político. Sucedió con la Inclusión Financiera, con la LUC, antes con defensas que no defendían. No es casualidad.

La elección de los Pasivos mostró las debilidades de la ONAJPU. Con sus décadas de constitución. Con su experiencia al frente del BPS. Con todos los clubes y asociaciones vinculados. Con un arrastre en su convocatoria que viene de décadas. Con todo eso, apenas pudo superar la convocatoria de un movimiento nuevo. Un movimiento de otro rubro. Comprometido sí, pero dedicado a otra cosa. Es demasiado baja la diferencia. Demasiado cercana la votación. La ONAJPU también deberá revisarse. Le es más fácil volver a su línea independiente. La mayoría de sus participantes creen en la independencia necesaria. Es problema de dirigentes. Los problemas de dirigentes se corrigen. No son insustituibles ni ellos ni sus lineamientos. Para UN SOLO URUGUAY la elección representó un éxito electoral. Virginia Vaz debe sentirse orgullosa.

Habrá tarea para realizar. Cosas para cambiar. Cambios en el BPS y cambios en otros lugares del Estado que afectan el mundo del trabajo. Que los recursos vayan a donde deben ir. Que si se saca dinero al que trabaja para el objetivo de la Reconversión Laboral, la plata vaya a la Reconversión Laboral. Al trabajador desempleado para que se reinserte laboralmente o al activo para que edifique su futuro a través de la formación laboral. La plata debe ir allí. Jamás a Sindicatos o Cámaras para el mantenimiento de sus estructuras. Hay que derogar el literal Ñ. Es demasiado lo que se desvía del objetivo que es sagrado.

Por último, una preocupación. El Interior. Otra vez hubo acuerdo contra el Interior. Asistimos al espectáculo de la coincidencia entre las Cámaras Empresariales con el PIT-CNT, y Juan Castillo y su Partido Comunista. Juntos para enfrentar al Interior. Si no acordaron tampoco se rechazaron. Será aquello de que más vale malo conocido que bueno por conocer. No lo hemos conseguido comprender aún. Todavía no entendemos. Los que hasta ayer recibían el apoyo se transformaron en adversarios. Tiene que haber una explicación lógica. Algo habrá motivado la decisión. Igual hay que desarrollar mecanismos de defensa del Interior. De Unidad. Mecanismos para ser cada día más iguales.