Contenido creado por Gonzalo Charquero
Ana Jerozolimski

Escribe Ana Jerozolimski

Opinión | Los que condenan a Israel no entienden que están fortaleciendo a Hamás

Lo peor de todo es cómo ha eximido a Hamás de ser llamado por su nombre: una organización terrorista asesina.

02.09.2025 10:39

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2025-09-02T10:39:00-03:00
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Esta nota no apunta ni a alegar que no hay nada que criticar a Israel, y por supuesto tampoco que no hay sufrimiento en Gaza. Pero sí apunta a recalcar que lo que está sucediendo es otra cosa, es una demonización de Israel en base a mentiras y distorsiones llegadas de Gaza, originadas en Hamás y repetidas con descaro por organizaciones internacionales que no revisan, no investigan, sino que se limitan a sumarse a la criminalización de Israel. Es el gran éxito de la propaganda palestina, que maneja fortunas, y que logró hacer olvidar al mundo que Israel se tuvo que defender de miles de terroristas que le atacaron el 7 de octubre del 2023 para matar la mayor cantidad posible de gente.

Eso sí que fue genocidio explícito, avalado por la carta fundacional de Hamás que llama a la destrucción de Israel. Eso es genocidio, que tuvo la forma de la salvaje invasión de los asesinos y violadores de Hamás. La respuesta fue la de un país democrático, fuerte y decidido a destruir la amenaza terrorista, no un genocidio. Quien desea exterminar a la población civil del lado enemigo, no le avisa antes de atacar, no le da ayuda humanitaria ni lo evacúa para alejarse de los combates.

Esta defensa de Israel no tiene nada que ver con Netanyahu y varios de sus ministros con los que no comulgamos y a los que no apoyamos. Tampoco significa que queremos que la guerra continúe. En absoluto. Hace ya mucho que debería haber terminado. Pero se equivocan los que demonizan a Israel si creen que ayudan en algo a lograrlo. Al contrario: ayudan a prolongarla, porque fortalecen a Hamás, le convencen una y otra vez de que el mundo los apoya y de que podrán seguir en el poder en Gaza, para tragedia de Israel y de los palestinos. Y es por eso que no aceptan liberar a los secuestrados. Si lo hubieran hecho y si hubieran depuesto las armas, la guerra ya habría finalizado.

Cuando medios de comunicación, periodistas, catedráticos, artistas, gente supuestamente seria, se suman al coro internacional de demonización de Israel, deben saber que sus palabras son motivo de celebración en los túneles de Hamás, donde los terroristas se fortalecen.

Algunos ejemplos concretos de las mentiras

1) Israel ha introducido a la Franja de Gaza más de 100.000 camiones con ayuda humanitaria, incluyendo alimentos (80%), suministros médicos, combustible y equipos de protección y refugio. Además, en los centros de distribución de ayuda de la Fundación Humanitaria para Gaza, se han entregado ya casi 150 millones de comidas a la población civil. Este segundo canal de ayuda fue ideado para tratar de reducir al mínimo el fenómeno de camiones robados por Hamás, que en lugar de entregar la comida gratuitamente a la población, la revende y con ello gana fortunas que van al terrorismo.  Si hay hambre, es culpa de Hamás, no de Israel, que no sólo no usa la comida como arma de guerra, sino que introdujo ayuda a Gaza, a la población del lado enemigo, de forma y en cantidades sin precedentes en guerras modernas.

Pero la propaganda palestina ha logrado invadirlo todo y convencer a muchos de que Israel impide la entrada de ayuda, una mentira aberrante muy fácilmente comprobable como tal.

2)  Hay civiles muertos, lamentablemente es así. Como en todas las guerras. Pero aquí, en un índice mucho menor que en otras de la era moderna. Según Israel, entre 1,2 y 1,5 civiles por cada terrorista muerto. Quizás ese número cambie cuando se analice todo en detalle al terminar la guerra, pero lo seguro ya ahora es que Hamás inventa la acusación de que la mayor parte de los muertos son civiles, especialmente mujeres y niños, para demonizar a Israel.

Hace unos días circuló una noticia presentada como basada en datos del Servicio de Inteligencia de Israel, según la cual el 83% de los muertos eran civiles, algo que el ejército ha desmentido. Pero esa misma “fuente”, según la información, decía supuestamente que más de 42.000 nombres habían sido identificados como miembros de Hamás y la Yihad Islámica. Un cálculo sencillo muestra que, si esa cantidad es el 17% de los muertos, eso significa que en total tendría que haber casi 280 mil muertos, algo que Hamás no dijo en ningún momento. Pero los números se repiten con ligereza, sin estudio, sin investigación, sin responsabilidad.

3) No podemos decir si es cierto o no que han muerto casi 200 periodistas en Gaza, pero sí hay pruebas de que decenas de los presentados como periodistas, eran terroristas, o ambas cosas a la vez. Entre ellos, periodistas encargados de atentados, de pasar información a Hamás, que entraron a Israel el 7 de octubre con los invasores y registraron entusiastamente los crímenes que cometían. Periodistas que tuvieron secuestrados retenidos en sus casas. Que celebraron la masacre en sus redes. Esos no son inocentes. Y la muerte de cada uno de ellos no es un crimen de guerra. A todo esto, podemos agregar que quien cubre una guerra, sabe que se arriesga. Gaza no es la excepción.

4) Un serio problema es que no sólo los terroristas distorsionan sino también la ONU, que para el ciudadano promedio del mundo es una fuente creíble, pero en Israel saben la verdad. Israel sabe que proporciona números falsos y oculta los hechos reales. Que dice que entró tal cantidad de ayuda a Gaza, aunque sabe que entró mucho más y se pudrió al sol esperando que la ONU la recoja y la distribuya.

Y tanto, y tanto más. Pero todos repiten las cosas que vienen de Gaza, no piensan, no analizan, no cuestionan. Lo peor de todo no es cómo todo esto ha colocado a Israel en el banquillo de los acusados sino cómo ha eximido a Hamás de ser llamado por su nombre: una organización terrorista asesina, criminal para con Israel y su propio pueblo, que en nombre de Alá cometió el peor atentado terrorista de la historia, habiendo preparado a Gaza toda como espacio militar, a expensas de la vida de su pueblo.

Los que vilifican continuamente a Israel, los que creen que por decir que Hamás cometió barbaridades el 7 de octubre alcanza, y pasan luego a equiparar a Israel y Hamás, no hacen menos que dar un premio a los terroristas al retorcer totalmente la verdad de los hechos.