Contenido creado por Cecilia Franco
Martín Pereira

Escribe Martín Pereira

Opinión | Juntos podemos hacerle frente

¿No será momento de poner un poquito de lo que nos toca para frenar la curva de contagios y acelerar la vacunación? Medidas serias para parar la movilidad y apoyar socialmente al que más lo necesita

13.01.2021 11:47

Lectura: 7'

2021-01-13T11:47:00-03:00
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El Uruguay se descontroló, en las últimas semanas el aumento exponencial de los casos de Covid-19 entre la población e hizo encender todas las alertas.

El 8 de junio Uruguay tenía, por segundo día consecutivo, cero casos nuevos. Y hasta octubre el promedio de casos era de 25 personas por día. En diciembre la escalada fue imponente, para llegar al 10 de enero donde se registró un récord de casos desde que comenzó la pandemia: 1.215 casos nuevos.

Y mientras de un lado van juntando excusas que pueda justificar mínimamente el atraso en vacunas y la falta de resultados en las medidas previstas, del otro abren todo un arsenal de acusaciones del tipo "yo te avise" o "yo te lo dije".
Y como si se tratara de una guerra eterna, gobierno y oposición van abriéndose camino en una batalla que corre por la dialéctica más que en el campo de los hechos. Una guerra desde la timeline de twitter dignas de estudio.

Y los números no dan.
Y las camas de CTI escasean.
Y las vacunas no están.
Y los trabajadores de la salud en el medio, viendo cómo se pelean quienes dirigen este país por celular.

¿No será momento de poner un poquito de lo que nos toca para frenar la curva de contagios y acelerar la vacunación? Medidas serias para parar la movilidad y apoyar socialmente al que más lo necesita. La renta básica es una gran oportunidad y una muy buena herramienta, el problema más grande es quien se lleva la cocarda por eso el gobierno no accede. Se toma como botín de guerra y realmente quien pierde es la población.

Y luego de eso, con la pandemia controlada, la gente vacunada y fuera del peligro inminente buscar los responsables y errores cometidos.

Claro que soy crítico con mi Presidente (porque es el Presidente de todos los uruguayos, aunque no lo hayamos votado) porque estamos peor, pero relajamos un poco más las medidas y liberamos la interacción social en los locales nocturnos y con la medida de volver al 100% del aforo en el trasporte interdepartamental.

Crítico con el Ministro Salinas por querer echarnos el fardo de esta escalada a los trabajadores por el aumento de los casos, cuando sabe que eso no es así, hasta el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH) fue contundente en sus apreciaciones que no tienen ningún estudio que haga pensar que las movilizaciones sindicales tuvieron algo que ver con el crecimiento de los casos.

Crítico porque prima lo económico sobre lo sanitario, hay que decirlo y reconocerlo para cuando tengamos las consecuencias hacerse cargo de las decisiones que se tomaron.

Critico porque cuando en otros países se cierran las fronteras, acá se corren 30 kilómetros liberando la zona a tierra de nadie, mas con la situación que vive Brasil.

Crítico porque no hay plata para una renta básica universal a quienes se quedaron sin laburo, sin changas, pero si se destinan 700 millones de dólares para la asistencia financiera a la Caja Militar, o en la compra de 2 aviones de guerra digno de ser expuesto en un museo. ¿Con qué necesidad?

Soy crítico, porque confiamos en "colarnos" y contar ya con un plan de vacunación, pero en comparación con otros países estamos muy rezagados, comparto que tiene que ser la vacuna más segura, pero me pregunto los países que están vacunando ¿están arriesgando a su población?

Tremendamente crítico con que la atención del Ejecutivo y del Parlamento estuvieron en la discusión de la LUC y en los recortes en el Presupuesto en lugar de estar buscando las vacunas para la gente. ¿Porque aún no están? ¿Cuánto más van a demorar? Dicho sea de paso, un presupuesto que dejó rebaja salarial para todos los estatales y un magro presupuesto para ASSE no previendo casi los 100.000 usuarios nuevos, faltan RR. HH. en todas áreas del equipo de salud, mayormente en enfermería.

Crítico con la falta de empatía y sensibilidad parte del Ejecutivo al decir que hubo "avivados", que usaron la pandemia como excusa para no ir a trabajar. Decir eso es una bajeza, incluso para una persona como Alfie. Cualquier cuarentena preventiva trae aparejado un descuento importantísimo en su sueldo, ¿a alguien se le ocurre que alguien va a quedarse en su casa "avivándose" cuando se le está descontando 5 o 7 mil pesos de su sueldo? Aún sigue sin solucionar el descuento por aislamiento a los/as trabajadores de la salud.

Pero ya habrá tiempo de buscar culpables, hoy todos, luchamos para salir de esta, cualquier otra cosa no suma.

Hoy nuestro desvelo, que debe ser el de todos, es hacer lo posible para poder afrontar esto de la mejor manera, cuidarse, no exponer innecesariamente al personal de salud, que es finito. La Federación de Funcionarios de Salud Pública (FFSP) tiene como slogan cuide al que cuida, porque es el eslabón fundamental del sistema de salud son sus recursos humanos, que desde inicios de marzo del pasado año estamos dejando todo en la cancha para poder brindar una atención de primera para nuestros usuarios.

El estado debe velar por nosotros, no exponernos al desamparo.

Le recomendamos a integrantes de este gobierno a la oposición y aquellos que están pensando que esto es "una gripecita", a quienes piensan que esto del virus "ya fue", que, si pueden hacer una pausa en sus tareas, lean con detenimiento el relato de una persona que estuvo en CTI, que venció al COVID y homenajeó al personal de la salud con su carta, seguramente la puedan encontrar en cualquier portal de noticias. No voy a copiar textual todo el texto, solo una parte que refiere a quienes desde la primera línea de atención están haciendo frente a esta batalla:

"Así que ahí marché al CTI, adonde estuve durante ocho días. Y acá tengo que detenerme a hablar sobre lo que es la atención que recibí: les aseguro, esto es primer mundo, y del bueno. Ya ni hablo de las instalaciones, los protocolos de limpieza, sino fundamentalmente la parte humana que es increíble. Un equipo de leones y leonas que me cuidaron como si fuese un hijo, siempre explicando cada cosa, siempre dando para adelante, siempre teniéndome confortable arreglándome la cama a cada rato, limpiándome, bañandome como a un bebé en la cama.

Esto obviamente no solo conmigo, los vi hablarle y acariciar a un paciente sedado y entubado diciendo dale Trujillo (espero que haya terminado bien), vas a andar bien, vas a salir. Se me pone la piel de gallina mientras lo escribo, cuando lo escuché lagrimeaba.

Esta gente es anónima, muchachos.

Nadie sabe quién es Soraya, ni Sebastián, ni Franco, ni David, ni Natalia, ni Walkiria. Nadie conoce a Lucía.
Nadie sabe que una tiene dos nenas, que otra no ve a sus padres desde hace meses porque son mayores y no quiere exponerlos, que casi todos trabajan en al menos dos lugares, que casi todos entran y salen de cuarentena constantemente (te imaginás el stress solo de eso?), que muchos ya se contagiaron, son un ejército de amor, peleando silenciosos por nosotros contra este bicho de mierda. Les pido que piensen, aunque sea un minuto, en todos ellos. Por ellos y por ustedes, porque si llega el momento en que los precisás, van a hacer lo mismo por ustedes también. Yo, ahora, tengo el privilegio de conocerlos a todos. Y se quedan conmigo para siempre".

A esos anónimos, amigos para los que a diario trabajo desde el sindicato para ofrecerles mejores condiciones y garantías: ¡GRACIAS!

Cuidar al que cuida.