Contenido creado por Gonzalo Charquero
Navegaciones

Escribe Esteban Valenti

Opinión | Francia, siempre Francia

Comparando las reacciones con nuestro país, somos mansos corderos, soportando que nos aumenten cinco años de trabajo.

04.04.2023 15:54

Lectura: 3'

2023-04-04T15:54:00-03:00
Compartir en

Hace varias semanas, incluyendo el inicio de esta semana de Pascuas, en Francia, en Paris, pero en muchas otras ciudades y pueblos, la gente salió a la calle a protestar, a reclamar y a defender sus derechos, conquistados con largas y duras luchas.

Francia, donde nació el mayo del 68, donde los chalecos amarillos sacudieron el poder y la placidez del retroceso social, Francia la que en 1789 cambió el mundo, asaltó la Bastilla y derrumbó al rey Sol y toda su corte de desvergonzados explotadores de la gente, de los sans coollotes, pero de todo el resto de la sociedad que emergía de un feudalismo no solo injusto y brutal sino sometido a los reyes, la más ancestral forma de injusticia y de oprobio. Se consideraban descendientes divinos, impuestos por la mano de dios, dueños y señores absolutos de vidas y haciendas.

No es lo mismo, obviamente, pero más de dos siglos después ese pueblo cada tanto levanta una voz potente, cantando la Marsellesa, y ahora No nos rendiremos.

Y del otro lado un gobierno que apela a toda la fuerza de su policía, de sus grupos de represión altamente especializados, de la gendarmería y a cientos de detenidos y de heridos y a la prensa de derecha que levanta la voz de la alarma y de la derecha. Y ellos no se rinden.

Es contra una reforma de las jubilaciones bastante parecida a la que aquí nos quieren imponer los multicolores grises. Pero allá están peleando por el proceso de pérdida de derechos, de condiciones de vida, de farsas de un poder del mercado por encima de todo y de todos.

Será por mi edad, no lo niego, pero me emocionan, son decenas de miles, cientos de miles de mujeres, hombres, jóvenes y mayores que vuelven a conmover a Francia y buscan esperanzas, sueños, expectativas para sus vidas devoradas por un sistema perverso, que incluso quiere robarles su vejes, sus años de trabajo.

Comparando las reacciones con nuestro país, somos mansos corderos, soportando que nos aumenten cinco años de trabajo (ellos 2), rebajen el cálculo de 10 a 25 años, y excluyan cualquier otra prestación social. Es bueno que recordemos quienes fueron los que alzando la voz dentro de la izquierda, impidieron reformas que hubieran sido muy diferentes. Ahora de Diputados, pasaron a siervos de los blancos en el departamento más corrupto del Uruguay, Maldonado. Que a esta altura es mucho decir.

Mientras tanto, en el poder negocian votar la ley del despojo de las jubilaciones, con algunos retoques, a cambio de liberar a los torturadores y asesinos de la dictadura y mandarlos a sus casitas. ¡ Que sensibilidad!

La misma que demuestran todos los días, ocultando los datos, que conocen – ciertos militares asesinos – sobre el paradero de decenas de desaparecidos. Qué cobardía.

Sé que no son temas para una semana de vacaciones, de liturgia religiosa, para recordar la muerte y resurrección de Cristo, pero en el poder no se toman vacaciones, están negociando para que demos un salto hacia atrás que pagarán los que hoy trabajan.

Pero no solo de bacalao o empanadas de pescado vive el hombre y la mujer, también de sus recuerdos, de sus esperanzas y de su capacidad de reacción, que cuando se oxida, pierde una parte fundamental de su vida.


Te puede interesar Opinión | El destino de la coalición multicolor