Contenido creado por Federica Bordaberry
Luis Romero

Escribe Luis Romero

Opinión | Finanzas de las intendencias

Hay que refundar el sistema de cómo se hacen los presupuestos municipales, cómo se hacen los organigramas de las intendencias.

21.07.2022 12:03

Lectura: 6'

2022-07-21T12:03:00-03:00
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Quisiera referirme hoy a una información que circuló días pasados, referente a las finanzas de las intendencias. A lo largo de un período extendido las intendencias en general han funcionado con déficit que, en algunos casos, han llegado a ser muy importantes y que, en la mayoría de los casos, pueden denominarse como endémicos. Que siempre están ahí y con una cierta tendencia creciente en algunas intendencias.

Además, como en las intendencias es cierto que en las últimas décadas han ido expandiendo sus actividades, de aquella intendencia que tenía que ocuparse de los caminos, las calles, la iluminación, la limpieza de las ciudades, y esos servicios básicos para los cuáles se crearon las intendencias y para los cuáles se crearon los impuestos municipales, ahora todas las intendencias están metidas en temas de desarrollo, de turismo, de actividades sociales, de promociones de distinta índole, de actividades culturales, y suma y sigue. Todas las cuales puede ser interesante que una intendencia realice, porque al estar muy en contacto con su gente tiene un conocimiento y una llegada más intensa, con las necesidades y voluntades de los vecinos.

Pero con una condición, vamos a todo eso después de que tengamos los caminos arreglados, las calles arregladas, las ciudades iluminadas, las calles bien limpias, etcétera, etcétera. No podemos ponernos a hacer grandes promociones en otros rubros cuando tenemos una ciudad desbaratada, que es un infierno para sus habitantes, por ejemplo, o los caminos rurales que son horribles. Y, sin embargo, las contribuciones de los campos se siguen cobrando y bien que se siguen cobrando. Y, además, han subido, no han bajado.

Creo que hay un tema allí para revisar. Y yo entiendo que es un tema de prioridades. El uso de los dineros públicos, sea a nivel de intendencias, o sea a nivel municipal o a nivel nacional, debe ser tratado con extrema cautela y responsabilidad. Es la plata de todos. Entonces, cuando uno va a una intendencia y pregunta, ¿cuántos directores hay? Y le contestan que hay cincuenta y dos, ya está. Juan Chiruchi, en las épocas en que fue intendente de San José, tenía todos los votos en el bolsillo, de todos los ángulos políticos, ¿por qué? Porque manejaba bien la plata de todos los habitantes del departamento.

Tener una intendencia con pocos funcionarios, setecientos. Tenía cuatro directores, él se dedicaba a promocionar su departamento, a conseguir inversiones, a traer nuevas industrias para su departamento para generar allí puestos de trabajo, y como tenía tan pocos gastos en personal, usaba los recursos en conseguir que estuvieran bien las calles, que estuvieran bien los caminos, que estuviera la intendencia bien atendida. Eso, los vecinos lo “remuneraban” con votos. Perfecto.

Todos contentos. El Intendente con fuerza política y los vecinos satisfechos con cómo se utilizaba el dinero de sus impuestos. Perfecto. Y el departamento progresando. ¿Qué más se puede pedir? Bueno, pero esa no es la historia de muchas intendencias. Veámoslo. Veamos cómo están las intendencias en cuanto a sus caminos rurales, por ejemplo.

Está el caso que me ha contado mi padre cuando compró un campo allí en la zona de Candil, muy cerca de la capital de Florida, en inicios de los años sesenta. Había un camino vecinal muy correcto. Pasaba un cartero, dos veces por semana, llevaba la prensa, encargos, había un caminero. Una persona que se encargaba de ir retocando el camino, rellenando cualquier zanjita que se iba haciendo. El camino estaba bien mantenido. Todo eso desapareció. En el mundo, en cincuenta años, los caminos que eran de balastro se asfaltaron. Acá, el camino que es de balastro está deshecho. Cincuenta, sesenta, años después. Eso muestra que hay fallos. Y los fallos vienen por el lado de un desliz, del sistema, hacia un clientelismo.

Porque, ¿por qué hay tantos directores en una intendencia? ¿Será porque se precisa directores para todo? Y cada director, a su vez, tiene la secretaria del Director, el Asesor del Director, el chofer del Director, el vehículo del Director, el celular del Director, los gastos de representación del Director, ¿hay que multiplicar todo eso por cincuenta en una intendencia? ¿Y eso qué les devuelve a los habitantes de ese departamento que aportan los impuestos o soportan los déficits para sostener todos esos gastos? ¿Qué les entrega a cambio del dinero contante y sonante que tienen que pagar?

La verdad es que estamos tratando de entender qué les entrega, qué reciben. Y la verdad es que no están recibiendo lo que merecen recibir. Los caminos están mal y las inversiones en las ciudades están faltando, y la iluminación deja que desear, etcétera, etcétera. Entonces, es un tema de buena gestión, no es de izquierda ni derecha, es de buena gestión. Y me parece a mí que, realmente, precisamos una nueva mirada sobre el tema de los presupuestos municipales, ¿cómo se arman? ¿Con qué estrategia? ¿Con qué filosofía se arman? No puede ser el sistema de repartir cargos por apoyos políticos. Eso no puede ser. Tenemos que evitar que eso siga pasando y pasa. ¿Por qué? Porque es negativo para todos. Al final, las intendencias no pueden cumplir con sus trabajos y, por lo tanto, los intendentes pierden apoyo popular porque la gente cuando elige un Intendente lo que quiere es que maneje bien la Intendencia. Maneje bien para los ciudadanos, no para sus apoyos políticos.

Entonces, me parece que hay que refundar el sistema de cómo se hacen los presupuestos municipales, cómo se hacen los organigramas de las intendencias, cómo lograr, así como a nivel nacional tenemos una regla fiscal que no permite que el Gobierno haga cualquier cosa, también a nivel de las Intendencias tenemos que tener una regla municipal para encuadrar el manejo de los dineros públicos.

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Esta columna es una transcripción del uno de los capítulos semanales del podcast La Batalla de las Ideas, conducido por Luis Romero. Se trata de un "espacio continuo de reflexión sobre los temas esenciales que nos convocan a todos en todas partes y tienen incidencia directa en nuestras posibilidades de vivir bien". 

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