Contenido creado por Cecilia Franco
Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Opinión | En octubre se juega el sentido y la dirección del cambio

La gente busca un cambio, y los viejos partidos cargan con malas prácticas visibles en algunas gestiones de los Gobiernos Departamentales.

02.09.2019 13:39

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2019-09-02T13:39:00-03:00
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Por Pablo Mieres | @Pablo_Mieres

 

La elección del 27 de octubre define los próximos cinco años de la vida de nuestro país. Ese día los ciudadanos resolverán si quieren la continuidad del actual gobierno o si optan por un cambio político.

Parece bastante evidente que la mayoría de los uruguayos quieren cambiar, el fracaso y el agotamiento del gobierno del Frente Amplio es muy notorio. Las cosas andan muy mal en educación, seguridad, empleo y crecimiento de la economía.

Ninguna de las promesas formuladas por el Frente Amplio en 2014, se cumplieron. Además, se sucedieron, uno tras otro, diferentes episodios que mostraron graves irregularidades: ANCAP, ASSE, FONDES, negocios con Venezuela, Envidrio, tarjetas corporativas. Una exhibición de pérdida de reflejos para evitar situaciones de corrupción o de opacidad y falta de respuesta para corregir estas malas conductas.

Por lo tanto, la gente busca un cambio. Sin embargo, lo que está en juego es qué dirección y qué contenidos tendrá el cambio, y esto depende totalmente de cómo se distribuirán los respaldos ciudadanos el próximo 27 de octubre entre los diferentes partidos de oposición.

Existen notorias diferencias entre los partidos que impulsamos la necesidad de un cambio. Nosotros desde el Partido Independiente somos la auténtica garantía de que el cambio sea un cambio hacia adelante, un cambio hacia el futuro, un cambio con sensibilidad social que no deje por el camino la preocupación por los débiles.

En efecto, un cambio sustentado solamente en los partidos tradicionales no garantiza que ciertas prácticas propias de la vieja política, como el clientelismo o un manejo discrecional del poder, no sigan ocurriendo, afectando de este modo la transparencia en las formas de hacer política.

Los programas de gobierno de los partidos tradicionales se han aproximado notoriamente a nuestras propuestas históricas, lo que nos parece bien. Sin embargo, más allá de la voluntad de sus candidatos, los viejos partidos cargan con "mochilas" propias de las malas prácticas que son visibles en algunas de las gestiones de los Gobiernos Departamentales.

Por otra parte, un cambio sostenido en los partidos tradicionales más Cabildo Abierto corre el riesgo de que se convierta en un retroceso, afectando los derechos y las conquistas sociales. Hemos escuchado de parte de importantes dirigentes de ese partido, cuestionamientos fuertes a la vigencia de la agenda de derechos, así como propuestas xenófobas. Esta situación puede representar un retroceso y afectar las posibilidades de éxito de un cambio imprescindible.

Por el contrario, si el acuerdo de gobierno tiene como actor decisivo al Partido Independiente, habrá garantía de que se defenderán los derechos de los más débiles y se controlará la gestión política para que no predominen los viejos vicios. Por eso es tan importante que nuestra opción alcance un respaldo significativo en octubre. La vida ha determinado que nuestro papel en el nuevo tiempo político por venir sea realmente crucial. El cambio depende del peso electoral del Partido Independiente.

Por eso hemos desafiado a debatir al candidato presidencial de Cabildo Abierto, para que la ciudadanía tome nota de lo importante que es elegir la opción socialdemócrata que representamos, democrática, con preocupación social y con exigencias en el control de la corrupción. Y también para que tome nota de que la otra alternativa representa el resurgimiento de la vieja derecha con sus concepciones que pueden llevar a un retroceso en nuestra convivencia social.