Contenido creado por Gonzalo Charquero
Pablo Ferreri

Escribe Pablo Ferreri

Opinión | El humo pasa, los problemas quedan

Que los anuncios sobre aspectos marginales no nos desvíen de los principales problemas de nuestra economía.

16.03.2023 19:14

Lectura: 5'

2023-03-16T19:14:00-03:00
Compartir en

El presidente concurrió el 2 de marzo a dar su mensaje anual frente al Poder Legislativo. En primer lugar, es bueno que el presidente vaya todos los años al Parlamento a dar su visión, la cual luego compartiremos o no, pero es un gesto republicano que vale la pena destacar.

Allí, en materia económica, hizo anuncios sobre cambios tributarios menores, tanto por el monto como por el efecto real sobre las personas a las que alcanza, que luego comentaremos.

Pero sobre los aspectos mas relevantes de la economía uruguaya, ni el presidente ni su equipo económico han dicho una sola palabra.

Ahora que pasaron algunos días y ya fue esto tratado en el Parlamento, podemos disipar el humo, ver qué es lo que queda y volver a enfocarnos en lo importante, que además es urgente.

Estamos frente a una economía que experimenta una desaceleración muy fuerte; el 5% de crecimiento se explica por un fuerte arrastre estadístico respecto a 2021 que es el año de comparación. Además, ya en el tercer trimestre de 2022 no sólo no hubo crecimiento, sino que se experimentó una pequeña baja con respecto al trimestre anterior, y seguramente el desempeño del cierre del año también sea pobre. Cerramos el año 2022 con menos trabajadores empleados que en diciembre de 2021.

Según las propias estimaciones del Ministerio de Economía y Finanzas, en el futuro vamos a crecer a tasas mediocres, y no se ha visto por parte del equipo económico ni en el discurso del presidente, ni una sola línea sobre cuál es el plan estratégico para que Uruguay crezca a las tasas que necesita crecer.

Esto se verá agravado además por la sequía que atraviesa el Uruguay, que mermará su crecimiento en 2023 y tendrá probablemente efectos diferidos en el tiempo, y que ha generado hasta ahora, según muchos productores, una respuesta muy acotada.

Además, el Gobierno no avanzó un milímetro en inserción internacional, sigue sin plan de ciencia, innovación y tecnología, no plantea ideas para mejorar la competitividad, no despega su plan de vivienda y plantea una reforma educativa sin los recursos necesarios.

En segundo lugar, estamos perdiendo ya desde hace tiempo competitividad, con un importante atraso cambiario, en el cual incide, entre otras cosas, la política monetaria equivocada del Banco Central. Hasta el año pasado, con muy buenos precios internacionales, los exportadores podían de alguna forma absorberlo, pero en un mundo que se enfría, que comprará menos y a menores precios, esto pasa a ser un problema muy importante. Basta ver cómo en febrero las exportaciones ya cayeron un 8%.

Sobre esto el presidente tampoco ha dado respuestas, y su equipo económico lo único que ha hecho es mandar a los exportadores a contratar un seguro.

En tercer lugar, seguimos hoy con 66 mil pobres más que en 2019, con un aumento que fue más fuerte en la pobreza infantil, y con salarios y pasividades que durante tres años perdieron poder adquisitivo.

¿Cuál es el plan del gobierno para revertir esto?

De estas cosas tampoco habla el Gobierno.

IRPF - IASS

Con respecto a las medidas tributarias anunciadas, revelan junto con las medidas tributarias tomadas al inicio del periodo, las preferencias de este Gobierno. Al inicio se le subieron los impuestos a todos los uruguayos mediante una suba del IVA y a todos los que pagan IRPF e IASS mediante un cambio en la forma de ajuste de las franjas.

Ahora solo se le baja impuestos a una porción muy menor de los uruguayos. El 70% que no paga ni IRPF ni IASS y que tiene una situación más complicada, no recibió absolutamente nada.

De esta manera el conjunto de estos cambios nos deja un sistema tributario menos justo que el que teníamos antes.

El gran anuncio de que se iba a hacer un anuncio, y el anuncio del 1º de marzo, hacían suponer una medida de otro porte, que luego se tradujo en un ínfimo beneficio a un sector muy acotado de la población. Para tener una idea del impacto en los beneficiarios, quien más beneficio recibirá, tendrá una baja equivalente al 1% de su salario. El dato duro disipa la humareda.

Además, los aumentos le permitieron recaudar 300 millones de dólares en tres años, y ahora resignará 300 millones de dólares en los dos años restantes, por lo cual el efecto en los bolsillos de la población al final del periodo será cero.

Por último, con un déficit fiscal que aumentó casi un punto en los últimos tres meses de 2022, estos 300 millones de dólares de resignación en dos años, ¿cómo los compensará para que le cierren sus cuentas fiscales?

¿Qué servicios serán sacrificados?

Faltaron muchas cosas en el discurso, pero lo central es que, al igual que ha ocurrido en el resto de sus intervenciones y en las del equipo económico, rompe los ojos la ausencia de una plan de largo plazo, de rumbo estratégico.

No caigamos en lo mismo, que el humo no nos impida mirar lejos, que no nos impida mirar lo importante.


Te puede interesar Opinión | El país de las maravillas