Contenido creado por Cecilia Franco
Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Opinión | Educación: entre un debate nominal y la transformación profunda

El principal problema a resolver es la transformación integral de nuestra educación

09.09.2019 13:58

Lectura: 5'

2019-09-09T13:58:00-03:00
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Por Pablo Mieres | @Pablo_Mieres

El candidato de gobierno, Daniel Martínez, acaba de prometer, como gran alternativa para nuestra tragedia educativa, la construcción de alrededor de 200 centros educativos entre liceos, escuelas técnicas, centros CAIF, escuelas y jardines de infantes.

Estuvimos analizando su propuesta y llegamos a la conclusión de que, en realidad, buena parte de la promesa de Martínez es una deuda del actual período de gobierno. En efecto, buena parte de los centros educativos que anuncia, en realidad son centros educativos que se incluyeron en la Ley de Presupuesto de 2015 y que no se han concretado aún, postergándose la mayor parte de ellos para los años 2020 a 2022.

En definitiva, más que una promesa novedosa es una especie de "refinanciación de la deuda" que esta Administración, como en tantas otras cosas, ha dejado sin saldar en un tiempo que ha sido de muy pocas concreciones.

En efecto, la propuesta de Martínez que aparenta ser una iniciativa nueva de impacto en la infraestructura de nuestro sistema educativo, en realidad es el reconocimiento de que la evolución del plan de obras de ANEP fue lenta y no cumplió con lo establecido en 2015.

Hace un año y medio solicitamos a las autoridades de ANEP que nos pusieran al tanto sobre la marcha del plan de obras comprometidas. En esa oportunidad, a comienzos de 2018, ya existía un atraso de alrededor de un tercio de las obras previstas. En ese momento, todavía no se habían comenzado a ejecutar los planes por vía de las PPP. Pero, la ejecución de obras con fondos presupuestales propios, ya mostraban un retraso significativo y se habían programado para el próximo período de gobierno una parte relevante de las obras por PPP que estaban proyectadas.

De modo que el anuncio de campaña es más que nada una reiteración de promesas ya enunciadas hace bastante tiempo.

Pero más allá de constatar esta situación, lo otro que importa es evitar que el debate sobre la educación en esta campaña electoral se derive hacia una especie de discusión nominal que nada tiene que ver con la imprescindible y urgente reforma educativa.

En efecto, no sería la primera vez que el Frente Amplio busca reducir un debate muy profundo y lleno de desafíos relevantes a una discusión cuantitativa que poco o nada aporta para resolver el drama educativo.

Hace quince años, el Frente Amplio convirtió la discusión sobre educación en la campaña electoral de 2004 en una meta de porcentaje del PIB destinado a la educación. En aquel momento, la consigna del Frente Amplio fue que había que llevar el gasto en educación al 4.5% del PIB.

Por supuesto que era importante aumentar el gasto en educación, pero cinco años después, en 2009 el gasto educativo había aumentado y llegado prácticamente a la cifra comprometida, pero la educación seguía teniendo los mismos problemas, agravados por el simple paso del tiempo.

Ahora, para dar respuesta a la propuesta del candidato colorado que ha convertido en una consigna central la construcción de 136 liceos en el próximo período de gobierno, entonces el candidato del Frente Amplio dice, textualmente, "quiero y retruco" y anuncia la construcción de 200 centros educativos con las características señaladas más arriba.

La crisis educativa es de una enorme profundidad y no se resuelve en función de si se construyen tantos o cuantos centros educativos. La cantidad de centros educativos a construir no es el problema principal a resolver; el problema principal es la transformación integral de nuestra educación.

Hay que cambiar la estructura institucional de la ANEP, hay que transformar los centros educativos en auténticas comunidades educativas con equipos de dirección y docentes estables, hay que actualizar los contenidos educativos hacia los aprendizajes por competencias, hay que actualizar los procesos de formación docente, hay que acompañar a los más débiles para que no deserten.

La infraestructura física es una condición de apoyo a la reforma educativa, pero no es un fin en sí mismo y no puede concentrar la discusión de este tema crucial para el país.

Serán tantos o cuantos los nuevos centros educativos a construir. Pero lo verdaderamente importante es lo que se hace dentro de ellos. Y a ese respecto nada sustantivo hemos escuchado de parte del candidato del Frente Amplio, ni siquiera sabemos quiénes son sus asesores principales en esta temática tan decisiva para el futuro del país.

Mientras tanto, nuestros niños, adolescentes y jóvenes transitan penosa e inequitativamente por el sistema educativo que está en crisis profunda desde hace muy largos años.

Nosotros, por el contrario, preferimos proponer las transformaciones sustantivas que se requieren, de ello depende, nada más ni nada menos, que el futuro del país.