Contenido creado por Gonzalo Charquero
Alberto Sayagués

Escribe Alberto Sayagués

Opinión | ¿Economías en la Cámara de Representantes o simple demagogia?

Un Estado deficitario hace demasiados años financia sus gastos con incremento de la deuda pública.

26.12.2025 14:09

Lectura: 4'

2025-12-26T14:09:00-03:00
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La Cámara de Representantes votó devolver $ 200 millones de economías a Rentas Generales para destinarlos a escuelas y pobreza infantil, lo que podría ser interesante, aunque sea con dinero del contribuyente.

Pero no son “economías” = ahorros; es el excedente de un presupuesto “inflado” en origen.

Por lo que ese dinero volverá a la deficitaria Caja del Estado sin más consecuencias que un comunicado público. No llegará a los niños pobres.

Sucede que la Constitución de la República faculta a cada Cámara Legislativa a votar su propio presupuesto (lo que tiene cierta lógica), sin ninguna limitación, por lo que siempre se aprueba uno mucho mayor que lo que históricamente se ha gastado. Al respecto, se pueden consultar los Balances de Ejecución Presupuestal en la web de la Contaduría General de la Nación.

Siempre se “devolvió” lo que no se gastó.

Veamos la Ley: “Art. 13º, TOCAF. Las asignaciones presupuestales constituirán créditos abiertos a los organismos públicos para realizar los gastos de funcionamiento, de inversión y de amortización de deuda pública, necesarios para la atención de los servicios a su cargo.”

Lo relevante en los presupuestos es su ejecución, lo que se gasta.

El abultado Presupuesto Nacional del Estado (crédito vigente 2024 $ 955.240 millones) se ejecutó (gastó) en un 96%. Casi todo.

El Poder Legislativo ejecutó un 62% de su Presupuesto. “Ahorró” 38%. Y debe devolver lo que no se ejecuta. En realidad, ni siquiera se “devuelve” ya que no se percibió todo en efectivo sino en partidas sucesivas. Es un ahorro contable.

Así cualquiera resulta superavitario, ya que se aprueba a sí mismo muchísimo más de lo que gasta —un 50% más— por las dudas.

Veamos los hechos en las cifras de ejecución presupuestal, extraídas del SIIF (Sistema Integrado de Información Financiera).

Poder Legislativo (en millones de pesos, al 22 de diciembre de 2025).

EjercicioCrédito VigenteEjecutado
202511.5087.509
202410.6456.696
202310.0996.311

Cámara de Representantes

EjercicioCrédito vigenteEjecutado
20253.5842.997
20243.1452.687

El incremento de gasto del Parlamento en 2025, a la fecha, fue de 813 millones (12,1% nominal) y sólo en Representantes de 310 millones (11,5% nominal).

Con una inflación 2025 estimada en 4%, el incremento real de gasto fue de 7-8%.

No hubo ahorros reales en la ejecución. Hubo incremento real del gasto.

No corresponde, como afirma el señor presidente de la Cámara de Representantes en su comunicado, que “es de suma importancia destacar el compromiso de la llamada “casa de la democracia” con la sociedad, en especial con los sectores más vulnerables”.

No se es solidario con el dinero de los contribuyentes.

Sólo se puede ser solidario aplicando los ingresos, el patrimonio o el trabajo honorario de cada uno a los desprotegidos.

La cuestión pasa por la bondad de la gestión.

Los organismos públicos deben demostrar que su autorización legal para gastar se administra con eficiencia (la famosa “diligencia del buen padre de familia”) y ello no sucede en el Inciso 1, que cuenta con las remuneraciones y privilegios más elevados del sector público, a costa del sector privado.

Por ejemplo, los $ 384 millones gastados en 2024 en complementos jubilatorios (código 576042).

El costo total por todo concepto (Rubro 0), lo que incluye cargas sociales, de un funcionario del Poder Legislativo es de $ 300.000/mes (año 2024), siendo el de Presidencia de $ 151.000 y el del Poder Judicial (incluyendo Jueces) de $ 142.269.

Afortunadamente hay jóvenes ciudadanos que, desde las redes sociales, hacen todos los días control ciudadano de los despilfarros de dineros públicos, en un Estado deficitario que hace demasiados años financia sus gastos con incremento de la deuda pública.

Me hace recordar lo que dijera Cicerón en el Senado de Roma hace 20 siglos:

“¿Hasta cuándo abusarás, Catilina, de nuestra paciencia?
¿Hasta cuándo esta locura tuya seguirá riéndose de nosotros?”