Contenido creado por Gonzalo Charquero
Invitados

Escribe Ernesto Fernández Polcuch*

Opinión | Día Mundial del Agua: conocimiento para tomar acción

La fecha es un llamado para que actuemos en consecuencia y tratemos el recurso como un bien vital y común de la humanidad.

22.03.2023 20:27

Lectura: 7'

2023-03-22T20:27:00-03:00
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El Día Mundial del Agua se celebra anualmente el 22 de marzo como un medio para centrar la atención en la importancia del agua dulce y abogar por la gestión sostenible de sus recursos. Se trata de tomar medidas para hacer frente a la crisis mundial del agua, en apoyo del Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) 6: Agua y saneamiento para todos para 2030. Es este un día que sirve para que usemos la información con el objetivo de tomar acción.

En 2023, el Día Mundial del Agua se centra en acelerar el cambio para resolver la crisis del agua y el saneamiento. En este Día Mundial, la UNESCO recuerda que el agua no conoce de fronteras impactándonos a todos en el planeta. Esta fecha es un llamado para que actuemos en consecuencia y tratemos el agua como lo que es: un bien vital y común de la humanidad.

Hoy, más de 2.200 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de forma segura, mientras que más de la mitad de la población mundial - 4.200 millones de personas - carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura (OMS/UNICEF 2019) y el 90% de los desastres naturales están relacionados con el agua (UNISDR).

Desde UNESCO trabajamos activamente desde varias áreas para hacer frente a estos desafíos: 1) La gobernanza y la investigación sobre los recursos hídricos, 2) el conocimiento sobre las reservas de biosfera y 3) la gestión del patrimonio del conocimiento comunitario e indígena sobre el agua.

Un recurso vital que comprende a varios países

El agua nos presenta enormes desafíos: debemos trabajar juntos para gestionar los recursos hídricos subterráneos que atraviesan varias fronteras. El Acuífero Guaraní representa una de las reservas de agua dulce subterránea más grandes del mundo, albergando, aproximadamente, 30.000 kilómetros cúbicos y es fuente de energía termal. Se localiza en Argentina (228.255 km2), Brasil (735.918 km2), Paraguay (87.536 km2) y Uruguay (36.170 km2).

Respondiendo a estos desafíos transnacionales, el Programa Hidrológico Intergubernamental y el Proyecto de Porte Medio para la Ejecución del Plan de Acciones Estratégicas del Sistema Acuífero Guaraní, representan un gran avance de coordinación entre los gobiernos y un excelente ejemplo de hasta dónde puede llegar la diplomacia del agua y ambiental como parte de la diplomacia científica.

El agua subterránea es invisible, a diferencias de las aguas oceánicas que podemos observar más fácilmente, y por ello requerimos medirla con instrumentos adecuados que nos permitan conocer su potencial. He ahí que es necesario poder estudiarla a fondo, ya que no podemos gestionar lo que no medimos. Y para ello la gestión del agua subterránea es fundamental para la adaptación al cambio climático, los suministros de agua potable, el saneamiento, la agricultura, la industria y los ecosistemas. Y responder con información científica a los grandes desafíos que tenemos como sociedad como lo es la sequía.

Responder a la sequía desde los distintos sistemas de conocimiento

La escasez de agua está haciendo padecer en los últimos años a personas, cultivos y ganado en distintos sitios de nuestro continente. Ante esta dura realidad, es necesario tomar acción y para ello se requiere información y conocimiento. Cada año se publica un nuevo informe sobre el desarrollo de los recursos hídricos, para proporcionar a los responsables de la toma de decisiones herramientas para formular e implementar políticas de agua sostenibles. Este informe está coordinado por el Programa Mundial para el Desarrollo de los Recursos Hídricos (WWAP) de la UNESCO en nombre de ONU-Agua.

La UNESCO también contribuye a la celebración del Día Mundial del Agua dentro de las actividades de su Programa Hidrológico Intergubernamental (PHI) que cuenta con una activa agenda que se desarrolla durante todo el año para construir la base de conocimientos científicos que ayuden a los países a gestionar sus recursos hídricos de manera sostenible. En estos días se está llevando a cabo la Conferencia Mundial del Agua en Nueva York y allí se tratarán temas claves como: cooperación transfronteriza en el Amazonas, Agua y Agricultura, así como el rol de las mujeres en la preservación del agua.

En la gestión del agua requerimos apelar a todos los conocimientos con los que cuenta la humanidad y poder aplicarlos en la actualidad. Los pueblos indígenas gestionan recursos hídricos desde tiempos inmemoriales, en situaciones muy diversas, desde lugares con abundante agua hasta entornos semiáridos y áridos, y en todas las regiones del mundo. Aunque se hayan realizado algunas investigaciones sobre los conocimientos indígenas del agua, en general, la mayoría de sus esfuerzos, valores, capacidades y compromisos tradicionales y contemporáneos siguen sin estar documentados o son poco conocidos por los responsables de la toma de decisiones y los científicos.

Desde UNESCO también se desarrollan actividades y programas para reconocer la participación de los pueblos indígenas en la política del agua. El conocimiento de los pueblos indígenas ayuda a responder al cambio climático y a mantener la biodiversidad en el contexto del nuevo Marco mundial Kunming-Montreal de la diversidad biológica y el Acuerdo de París sobre el cambio climático.

Una alternativa para estudiar la vulnerabilidad que tenemos hacia el cambio climático

Es importante medir y estudiar la vulnerabilidad hacia el cambio climático en todos los territorios. Desde UNESCO se usaron 15 reservas de biosfera en América Latina y el Caribe como un espacio de estudio y análisis, con el objeto de entender mejor los riesgos del cambio climático y sus impactos para las personas, la diversidad biológica y geológica. El estudio “Vulnerabilidad y Riesgo al Cambio Climático en Reservas de Biosfera y Geoparques Mundiales de la UNESCO”, es una iniciativa de la Plataforma de Cambio Climático, Riesgo y Resiliencia en los Sitios UNESCO de América Latina y el Caribe. Utilizando una nueva metodología, el estudio toma nota de cadenas de impacto que inciden en diferentes sectores locales.

Como impactos de la sequía sobre las comunidades y los ecosistemas, de los 15 sitios incluidos en la muestra, 11 presentan riesgos de incendios, inundaciones, y huracanes.

El próximo paso es trabajar con los gestores y actores de los sitios para entender los impactos exactos de las sequías en cada sitio. Cuando hay una sequía en la Reserva de Biosfera Bañados del Este, Uruguay, por ejemplo, ¿exactamente en qué manera impacta a los productores agrícolas, ganaderos, y pescadores? y de igual forma, ¿Qué pasa con los ecosistemas? Existen datos, pero es de suma importancia que elaboremos estos modelos con los actores, creando un entendimiento compartido de la crisis y la respuesta indicada. Esto es una metodología de investigación y acción que ayudará decididamente a mitigar el impacto del cambio climático.

Pensar la hidrología del futuro

La diplomacia del agua es una oportunidad para tomar acción. Para prevenir y prever las futuras sequías y desastres vinculados al cambio climático debemos trabajar entre todos y todas para esbozar una hoja de ruta que integre nuevas perspectivas y compromisos que permitan, con un enfoque inclusivo, basado en los derechos y en los diversos saberes, poder gestionar la gobernanza del agua. El momento es ahora.

*Ernesto Fernández Polcuch es director Oficina Regional de Ciencias de la UNESCO para América Latina y el Caribe.