El gobierno anunció en estos días medidas que complementan las anunciadas hace un mes. Este último anuncio comprende un conjunto de medidas que pretende aliviar los efectos de la inflación sobre la población vulnerable, atendiendo a personas que no habían sido alcanzadas por los anuncios de abril.

El conjunto de medidas está bien orientado, focalizado en aquellos que más necesidades tienen y pretende encarar el problema por diferentes frentes. Pero debemos decir que estas medidas llegan de manera tardía y carecen de la potencia que necesitan los uruguayos, especialmente los más vulnerables.

Adicionalmente, era posible un esfuerzo fiscal mayor para lograr un impacto más efectivo de estas medidas, a la luz del ajuste que de por sí generaría la inflación en las cuentas públicas y del sobre cumplimiento de las metas fiscales en 2021.

El partido se seguirá jugando en una instancia absolutamente clave, la próxima Rendición de Cuentas.

Dentro de las medidas vale la pena destacar el refuerzo del Bono Crianza por 1.500 pesos para 130 mil niños de cero a seis años, de junio a setiembre.

Es una buena noticia el paso que da el gobierno hacia el IVA Personalizado, con la aplicación de IVA focalizado para beneficiarios de Asignación Familiar-Plan de Equidad que opten por cobrar a través de la aplicación TuApp.

La rebaja de aranceles y de la tasa que cobra el Latu en la importación de alimentos están alineadas con reformas micro que Uruguay deberá encarar con mayor profundidad en el futuro.

Tardías

Se debería haber dado señales para mitigar los efectos de la inflación en los hogares uruguayos bastante antes, desde Mayo de 2021 la inflación anualizada viene creciendo y desde Octubre de 2021 vienen subiendo las expectativas de inflación a futuro.

Los adelantos a cuenta de salarios y pasividades, anunciados en abril, recién surtirán efecto en Agosto; el resto de las medidas se anunciaron recién un mes después.

Representa una novedad histórica que en un contexto de crisis un gobierno anuncie un aumento de salarios y jubilaciones a ser ejecutado recién 4 meses después.

Mientras tanto, los uruguayos siguen viendo cómo hoy en día su salario y su pasividad rinden cada vez menos en el super o el almacén.

Insuficientes

Con una inflación que estimamos cerrará en 2022 en un valor en el entorno del 9%, los aumentos a cuenta de salarios y pasividades (aumentos de 2 y 3% respectivamente) que se establecieron harán que la pérdida de salarios y pasividades reales de los dos años anteriores se mantenga o incluso aumente, mientras paradójicamente la economía crecerá nuevamente.

El bajo costo (40 a 50 millones según declaró la ministra) del segundo paquete habla por sí sólo de la escasa potencia del mismo.

Demorar un mes para anunciar un 4% de aumento para las Asignaciones Familiares-Plan de Equidad y Tarjeta Uruguay Social del MIDES, que significan unos 50 pesos por persona y por mes, el equivalente a un pan flauta, parece un poco… poco.

Máxime cuando llegamos a tener una inflación en los alimentos del 12%.

Bajo esfuerzo fiscal

El segundo paquete de medidas tendrá un costo de entre 40 y 50 millones de USD, lo cual sumado a los 125 Millones de los primeros anuncios da un costo total en torno a un 0,3% del PIB. Si a esto le sumamos las exoneraciones de IVA a determinados productos y otros anuncios llegamos a un costo fiscal total en el entorno de los 200 millones de USD, aproximadamente un 0,4% del PIB.

Por otro lado, en 2021 el gobierno sobre cumplió sus metas fiscales en USD 300 millones de dólares. A su vez, para 2022 el gobierno proyectó en el presupuesto una inflación de 5,8%, pero la inflación esperada a fin de año se ubica en el entorno del 9%, por lo cual las cuentas públicas volverían a tener una mejora “adicional”.

Por lo tanto, el gobierno ante una situación tan crítica para miles y miles de uruguayos no está dispuesto a realizar un esfuerzo fiscal significativo. Las medidas adicionales anunciadas no llegan, ni siquiera todas sumadas, al sobrecumplimiento de metas fiscales que el gobierno tuvo en 2021. Es decir, el gobierno podría haber hecho un esfuerzo mayor para atender las necesidades de la población manteniendo sus metas fiscales. ¿Cuál termina siendo, entonces, su nivel de compromiso con la gente?

Próxima Rendición de cuentas

A diferencia de los momentos más álgidos de la pandemia, la próxima Rendición de Cuentas se dará en un contexto de crecimiento de la economía, precios históricamente altos de nuestros commodities y récords de exportaciones. Si se observa el índice de commodities relevantes para Uruguay, estamos frente al nivel de precios más alto del siglo XXI.

Será el momento de la verdad para ver cuál es la respuesta del gobierno frente a las necesidades de la gente. Veremos cómo avanza en su compromiso de la recuperación de la pérdida salarial, cómo atiende a los más necesitados, cómo se compromete con los recursos que necesita la educación, como mejorar los niveles históricamente bajos de inversión pública y demás.

Más allá de los relatos o los anuncios de anuncios, lo que importa es la realidad y cómo esta se concreta en el presupuesto.

Veremos entonces, en esta instancia clave, qué nivel de compromiso real asume el gobierno con su gente.