Contenido creado por Gerardo Carrasco
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No me invites a bailar al cohete

No me invites a bailar al cohete

No pretendo hacer un balance completo de las elecciones internas del domingo pasado, solo unos comentarios picantes.

03.06.2014

Lectura: 6'

2014-06-03T07:57:00-03:00
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El cuentagotas. A 20 horas de cerradas las urnas la benemérita Corte Electoral todavía no dio ningún dato completo, ni siquiera la cantidad total de votantes. Es elemental, alcanza con conseguir que desde los 7138 circuitos le pasen el total de los que votaron, para que los uruguayos no tengamos que basar toda nuestra información en las encuestadoras. Ni siquiera el porcentaje de votantes. Fueron el 35%, el 37% o el 30%. Cuando escribo esta columna no lo sabemos. Lamentable.

Las cifras del desbarranque. Entre el padrón del 2009 y el del 2014, cinco años después, hay solo 3% de aumentos de habilitados. Lo que se dice un país de nacimientos y de jóvenes... Creo que no llegaremos a los 900 mil votantes, es decir que pasamos del 46.8% algo más del 31% (calculando...), es decir 15% menos. ¿Hubo una tormenta de nieve? ¿Una alerta meteorológica violeta oscuro? No, fue un día espléndido en casi todo el territorio nacional.

El Frente Amplio obtuvo menos del 30% del total de los votos (faltan 25% de circuitos y los votos observados en blanco parciales, los que votaron o por la Convención Nacional o por la Departamental), pero no llegará a los 300.000 votos, en el 2009 obtuvimos 441.043 votos y el 41,22% del total de los votos a los partidos. Bajamos 141 mil votos. ¿Nos haremos cargo, alguien se hará cargo de esa situación o es de pura casualidad?

¿Por esta ruta vamos hacia el triunfo en octubre?

Fue elegido candidato del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou, algunos ávidos frenteamplistas se interrogan y preguntan si eso es lo que más nos conviene para octubre. ¿El poder nos obturó tanto el pensamiento que eso es casi lo único que nos preocupa?

¿Es lo mismo Lacalle Pou con su excelente campaña, sus discursos joviales, su cambio de look y su desmemoria completa y absoluta sobre el pasado, y en particular sobre los pasados gobiernos tradicionales, que Jorge Larrañaga? ¿Los vamos a poner a todos en la misma bolsa, sin matices, sin otra cosa que nuestra referencia hacia la carrera electoral?

Yo no logro hacerlo. Conozco y he seguido la excelente campaña, los muy buenos discursos y la gran movilización de Lacalle Pou, pero además comparo su programa, las ideas que sin duda se le cayeron en el tema de la baja de la edad de imputabilidad, de la educación, de la representación social en los órganos de dirección, de políticas económicas rigurosamente evitadas y no tengo la menor duda que Lacalle es de derecha, al menos claramente más de derecha que Larrañaga.

Ahora tenemos una cosa clara como un faro en la madrugada, si ganaran las elecciones y se coaligaran para gobernar - que eso no cambió -entre Lacalle y Bordaberry tendremos el perfecto gobierno de la restauración. Tienen todo el derecho del mundo, incluso a mirar hacia adelante y tratar de olvidar el pasado, y nosotros podemos perfectamente creerles. Y después todos deberemos asumir las responsabilidades. En primer lugar los dirigentes políticos.

A los frenteamplistas nos invitaron a bailar con una hermana medio mamada. Peor...teníamos que votar por un candidato que tenía más del 80% de intención de voto y además elegir una Convención Nacional y Convenciones departamentales que son en nuestro caso una ficción, una formalidad porque nosotros que estamos por encima de todo, tenemos nuestros órganos propios y depositarios de todas las potestades, el Congreso, el Plenario y la Mesa. Y si nos guiamos por los resultados de las internas los partidos que dominan esas estructuras no alcanzaron al 25% de los votos del FA...y nos dirigen a todos...Más aburrido que bailar con una hermana beoda.

Eso, si dicho en ciertas circunstancias cuando todos nos estamos matando para arreglarla, vestirla, darle dignidad y recordar su pasado ilustre, suena muy feo. Ganó por lejos el duro realismo del baile entre hermanos. Lamentablemente.

Una lista nueva, surgida de una imagen ejecutiva, con un pasado también olvidado fue la vedette de estas internas, la 711 que nos ganó a todos. Yo no me voy a consolar diciendo que el FLS es el único grupo que se le acercó mucho. No estoy conforme en absoluto.

Es más, creo que deberíamos repensar toda la campaña. Si ese es el rumbo que el pueblo frenteamplista quiere para su país, para su gobierno es lógico que todos saquemos las consecuencias necesarias. No se trata de afirmar que hay que ser críticos y luego alimentar solo la lengua o la pluma y nada más. Hay que sacar consecuencias, analizar a fondo las causas, la distribución geográfica, social, cultural y política. Y creo que no solo nosotros lo deberíamos hacer, me parece que son unos cuantos.

Ahora la derecha, que avanzó considerablemente y va tratar de consolidar ese avance, vestido de juventud y modernidad va a tratar de encerrarnos en el tema de la vicepresidencia. Una sola idea, un cambio radical, un solo equilibrio tan viejo como la existencia misma del FA: elijamos a los o a las mejores. Para ese cargo y para cualquier otro. Nada más. Tenemos que olvidarnos por un instante de las cuotas sectoriales. Es fácil decirlo, el asunto es cuando hay que elegir compañeros de otros sectores o que directamente no tengan sector. Generosos somos todos, pero pocas veces con prendas nuestras y de las que duelen.

¿Se puede ganar? Si, esta no fue una gigantesca encuesta de 900 mil personas, ya quedó demostrado en anteriores elecciones, pero el estado espiritual, del alma, de las ganas, las pasiones se expresó claramente. Ah, y menos mal que estuvo la candidatura de Constanza Moreira, aunque sigo discrepando igualmente con ella, eso es lo de menos, sigue siendo tan compañera como siempre. Los compañeros que piensan lo mismo tienen siempre una fuerte influencia de los callos traseros del poder. Es en ese ambiente que se desarrollan los potentes músculos del cuello, los que permiten siempre mover la cabeza afirmativamente.