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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

No jugar con las Afaps

A mediados de los años noventa nuestro país llevó adelante una reforma de la seguridad social que logró, a nuestro juicio, niveles de equilibrio entre la necesidad imprescindible de vincular los niveles de remuneración de las pasividades con los aportes efectivos que cada trabajador realizaba a lo largo de la vida y la obligación social de garantizar un piso mínimo de retribución a todo aquel trabajador que había dedicado largos años de su vida al trabajo.

11.05.2009 15:44

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2009-05-11T15:44:00-03:00
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Es por ello que, en nuestro país, a diferencia de otros países de la región, se estableció un régimen mixto integrado por diversos componentes.

Por un lado, un aporte básico al BPS obligatorio para todos y que garantiza en el momento de retiro una prestación también básica y universal para todos los trabajadores, construido en base al principio de la solidaridad intergeneracional. Por otro lado, un aporte, también obligatorio, que cada trabajador debe volcar a la AFAP que elija, en la que se irá constituyendo una cuenta personal en función de los aportes que se realicen a lo largo de la vida y que dará lugar, en el momento de retiro, a una renta vitalicia que se fijará en función de los aportes realizados.

Finalmente, el sistema prevé un tercer componente de ahorro voluntario para todos aquellos asalariados cuyos niveles de ingresos superen cierto tope. En estos casos, el trabajador tiene la opción de volcar dichos aportes a la AFAP o no aportar más que lo establecido como obligatorio.

Este sistema ha estado funcionando desde largo tiempo atrás y, si bien es perfectible por cuanto se pueden ajustar un conjunto variado de aspectos del sistema vigente, su base de funcionamiento debe ser valorada como muy positiva.

Los trabajadores desde hace más de una década venimos aportando a un fondo individual de capitalización que nos garantiza un retiro al finalizar nuestra vida laboral, proporcional a los aportes realizados durante la vida activa. Esta cuenta es personal e individual y es el resultado del esfuerzo realizado.

Sin embargo, han surgido voces muy notorias dentro del partido de gobierno que proponen la eliminación de las AFAPs y el traspaso de los fondos al Estado. Así lo sostiene el Partido Comunista y, más recientemente, lo ha indicado la Senadora Lucía Topolanski. Estas posturas no dejarían de ser posiciones particulares, si no fuera que pertenecen a quienes respaldan en forma directa al principal candidato del partido de gobierno que, de acuerdo a todas las encuestas, se encamina a ser el candidato único de dicho partido.

Por otra parte, en la vecina orilla, el gobierno de los Kirchner, del que José Mujica ha demostrado ser muy cercano, hace un par de meses expropió los ahorros de los fondos provisionales estatizándolos a los efectos de hacer uso de estos suculentos recursos.

Para completar la preocupación, el Congreso del Frente Amplio aprobó una sutil y ambigua resolución, que ahora integra el programa de gobierno de ese partido, por la que se rechaza que los instrumentos del sistema de seguridad social tengan fin de lucro. Si tomamos esta resolución al pie de la letra, se debe concluir que las AFAPs no forman parte del modelo de seguridad social del partido de gobierno.

Es cierto que el otro candidato del Frente Amplio, el Cr. Danilo Astori, ha sido claro y firme en la defensa del actual régimen de seguridad social, trasmitiendo su convicción de que es necesario defender este sistema. Nos consta que esa ha sido su posición histórica al respecto. Pero no menos cierto es que las posibilidades de que el Cr. Astori se convierta en el candidato único del Frente Amplio aparecen como muy inciertas.

Por otra parte, aunque obtuviera la nominación, la decisión del Congreso del Frente Amplio contradice su postura.

Es absolutamente imprescindible que el partido de gobierno exprese con claridad y sin ambigüedades su posición con respecto a los ahorros de cientos de miles de uruguayos. Es imprescindible que se diga con claridad si se respetarán los ahorros generados o, por el contrario, el plan de gobierno del Frente Amplio para el próximo período incluye su confiscación o expropiación.

Si así fuera, enfrentaremos con toda nuestra convicción esta iniciativa.