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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

No da para más

Como es sabido el Partido Independiente no acompañó la censura al Ministro del Interior, pero sí reclamó su renuncia. Esperábamos que el gobierno tomara la decisión, sin necesidad de generar el grado elevado de confrontación institucional que suponía un trámite de censura parlamentaria.

06.12.2016 10:05

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2016-12-06T10:05:00-03:00
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Lamentablemente, la imagen pública quedó poco clara y algunos entendieron que nuestra postura de no acompañar la censura implicaba que no pedíamos la renuncia de Eduardo Bonomi y Jorge Vázquez. Quien haya escuchado o leído nuestras palabras en oportunidad de la interpelación al Ministro del Interior podrá confirmar que ese día el Partido Independiente reclamó la renuncia del equipo de conducción del Ministerio.


Los hechos ocurridos con respecto a la situación de inseguridad desde la interpelación a la fecha, no han hecho otra cosa que confirmar la necesidad de un cambio en la conducción de ese Ministerio.

La estrategia errática, contradictoria y, como siempre, tratando de trasladar culpas y responsabilidades a terceros, de parte de las jerarquías del Ministerio del Interior con respecto al manejo de la violencia en el fútbol y, en particular, con respecto al bochorno del clásico suspendido, confirman que esta conducción está perdida, sin respaldo ciudadano y sin brújula.

El grito destemplado del Presidente desde España, con un tono desusado, indicando que ahora sí, habrá cambios en la represión de los delincuentes, no se entiende ni será confiable si mantiene al mismo equipo en el Ministerio. Ya el hecho de que nos diga que ahora sí habrá una postura intransigente para combatir la delincuencia, deja implícito que no había sido así hasta ahora, lo que resulta inaceptable y poco entendible.
Esto no se arregla con una súbita actuación policial y judicial que culmina con el procesamiento de cinco jefes mafiosos de la "barra brava" de Peñarol, entre otras cosas porque el desenlace de esas investigaciones prueba que, al menos dos de los jefes seguían conduciendo a la "barrabrava" desde la cárcel, es decir a vista y paciencia del propio Ministerio del Interior.

¿No era que desde hace años estaban bloqueados los celulares de los presos? ¿Cómo hacen los presos para liderar y conducir desde la cárcel? Siguen hablando por celulares, siguen delinquiendo desde la cárcel. Gravísima circunstancia que prueba una nueva incapacidad del Ministerio del Interior.
Obviamente desde el Ministerio se buscará subrayar el éxito de la investigación, sin embargo lo que la investigación pone de manifiesto es que el sistema no tiene capacidad de frenar la actividad delictiva, incluso de aquellos que ya están presos. Muy triste.

Todo esto sin tener en cuenta que en los últimos días desde el Ministerio se sostuvieron argumentos contradictorios sobre las formas de actuación policial y sobre las recomendaciones que el Ministerio ha hecho a los dirigentes de los clubes de fútbol.

El desgaste es total. Durante varios meses trabajamos en acuerdos legislativos con el gobierno para mejorar la seguridad. Estamos convencidos de que los acuerdos alcanzados son positivos, ahora se anuncia que el gobierno tomará en cuenta nuevas iniciativas presentadas por los partidos que no estamos en el gobierno.

De hecho, nuestro Diputado Iván Posada, acaba de presentar un proyecto de ley para regular el derecho de admisión y permanencia en los espectáculos públicos que es imprescindible y desde el gobierno ya se anunció que había una opinión favorable. Un par de días después el propio Presidente Vázquez anunció su disposición a aprobar iniciativas legislativas presentadas por el Senador Bordaberry.

Todo eso está muy bien y suma para mejorar el marco legislativo aplicable para perseguir a los delincuentes; pero no alcanza. El problema es la gestión de la política de seguridad, y en eso los partidos que no estamos en el gobierno no podemos hacer nada.

Para hacer un paralelismo con el fútbol, de nada sirve mejorar el reglamento del juego si después en la cancha, el técnico fracasa en dirigir el equipo. Esto es lo que está pasando, se necesita renovación, refresco, una nueva mirada y, sobre todo, recrear la expectativa de la gente que hace mucho tiempo que no cree en este equipo del Ministerio del Interior.

La conferencia de prensa del Ministerio del Interior del lunes pasado sobre lo ocurrido en el clásico, fue el punto de inflexión que probó hasta qué punto las autoridades del Ministerio están alejadas de la realidad. Si el domingo de noche se hubiera hecho una encuesta entre los ciudadanos seguramente las respuestas habrían indicado un sentimiento de fracaso, angustia, impotencia, tristeza. Sin embargo, el lunes las autoridades anunciaron que el operativo había sido un "éxito".

Ese momento ratificó hasta qué punto el desgaste había llegado a un nivel increíble de distancia con respecto a la realidad que vivimos. El divorcio entre la opinión de la ciudadanía y la percepción de la realidad de los jerarcas es monumental.

Si el gobierno afirma que va a cambiar en materia de seguridad, resulta indispensable para que esos eventuales cambios sean creíbles, que junto con ellos se sustituya el equipo de conducción del Ministerio del Interior. No da para más.