Contenido creado por Manuel Serra
Bernardo Stamateas

Escribe Bernardo Stamateas

Mentalidad de apertura: la persona que se cierra no logra disfrutar de emociones saludables ni adaptarse a los cambios

Cuando armamos un plan para llegar a un objetivo y este no funciona, necesitamos ser fexibles y simplemente cambiarlo por otro. Por Bernardo Stamateas

19.09.2018 16:49

Lectura: 3'

2018-09-19T16:49:00-03:00
Compartir en

Cuando armamos un plan para llegar a un objetivo y este no funciona, necesitamos ser ?exibles y simplemente cambiarlo por otro. Esto nos permite ir detrás de estrategias nuevas. Pero mucha gente se termina enamorando del plan y, quizás durante años, continúa haciendo aquello que no arroja ningún resultado. Prueban y prueban con lo mismo, pero nada sucede.

Si queremos alcanzar la meta que nos hemos propuesto, no podemos de ninguna manera seguir haciendo lo que no funciona. Debemos alejarnos y dejar de pensar que en algún momento funcionará. Dejemos de ilusionarnos con aquello que no nos conduce a ninguna parte. Analicemos dos posibles acciones que hay que realizar para activar el cambio:

1. Desarrollar una mentalidad de apertura
Tener una mente abierta nos brinda la posibilidad de atraer lo nuevo que nos ayudará a lograr los objetivos. En la época antigua, el vino se guardaba en un odre. Era una especie de bolsa de cuero que, al secarse, perdía la ?exibilidad. Esto provocaba que el vino se fermentara y, como el cuero no se estiraba más, se quebraba y el líquido era derramado. Lo mismo sucede con nuestra mente. Cuando no somos ?exibles, no podemos adaptarnos al cambio que sucede, a veces, sin que lo busquemos.

Mucha gente, aún hoy en día, tiene la creencia de que lo que sabe es todo lo que existe. Esto sucede porque poseen ciertos rasgos de rigidez y a menudo de autoritarismo, lo cual equivale a tener una mentalidad cerrada a lo nuevo. Esta le cierra la puerta a la novedad, a la innovación, y dice que todo tiene que hacerse como siempre se hizo.

Un gran error es pensar que "ya sabemos todo y no hay nada más que aprender". Todos podemos aprender hasta el último día de nuestra vida, como reza un dicho judío: "Podemos aprender de todo y de todos, todo el tiempo". La persona que se cierra a aprender tampoco logra disfrutar de sus emociones saludables. Es más, lo emocional lo incomoda. Esto se debe a que, en el fondo, es alguien con determinadas características de inseguridad que necesita controlarlo todo y para ello busca moverse en lo conocido.

2. Procurar la compañía de personas con la misma visión
En realidad, esto sucede naturalmente cuando abrimos nuestra mente. Sin que ni siquiera lo busquemos, se acerca a nosotros gente abierta a lo nuevo. Y cuando atraemos a personas con esa característica, tarde o temprano, logramos seguir los pasos que nos lleven a ver el sueño convertido en realidad. Porque todo proyecto se concreta mejor en equipo.

Ese otro que tiene mi misma mentalidad de apertura puede saber lo que yo no sé o tener lo que yo no tengo. Dicha mentalidad siempre reporta beneficios, pues nos permite adaptarnos a cualquier lugar, persona (en especial, las que piensan diferente) y/o circunstancia. Y lo que es mejor, nos mueve del sitio donde nada ocurre para dirigirnos a donde las cosas sí ocurren. ¡Este es un buen tiempo para comenzar a expandirnos!

Por Bernardo Stamateas