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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Los siete temas cruciales para el futuro del país

A dos años del comienzo de la campaña para las elecciones nacionales de 2019 se habla mucho de quiénes serán los posibles candidatos, pero se habla muy poco, casi nada, de los grandes desafíos fundamentales que están pendientes para que nuestro país avance en el camino del bienestar y desarrollo de sus ciudadanos.

24.07.2017 11:11

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2017-07-24T11:11:00-03:00
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A dos años del final del gobierno de Tabaré Vázquez ya sabemos lo que no hará este gobierno. Es un gobierno aquejado de inercia, falta de entusiasmo, poca convicción y presa de contradicciones y disputas internas que son reflejo de diferencias, algunas insoslayables, entre los diferentes miembros del Frente Amplio.

Hace tiempo que sus únicas apuestas son la concreción de la inversión de UPM para construir la tercera planta de celulosa y la regulación y control del consumo de alcohol.

Mientras tanto, nuestro país asiste a un conjunto de asuntos pendientes que deben ser atendidos con urgencia.

El primero, a nuestro juicio el más grave y urgente, es la crisis de nuestra educación. Hay una reforma educativa pendiente desde hace quince años y, sin embargo, las autoridades educativas sólo responden con una inercia exasperante que sólo apuesta a un continuismo que es garantía del aumento del deterioro y del retraso, lo que afectará a nuestros niños y jóvenes actuales.

El segundo es la reforma del Estado y de las empresas públicas. No hay competitividad, ni un crecimiento y desarrollo sostenible sin una profunda reforma del funcionamiento del Estado.

Los años recientes fueron el escenario de un extraordinario crecimiento de la economía que, sin embargo, no se aprovechó para transformar el funcionamiento del sector público, por el contrario se observó un indecente despilfarro en el aumento inusitado de funcionarios públicos, la multiplicación de cargos de confianza junto a la conducción politiquera y amateur de las empresas públicas.

El Estado, en vez de ser un acelerador del crecimiento, se ha convertido en un obstáculo costoso y que, además, no traduce su costo en servicios de calidad para los ciudadanos. Las empresas públicas, además, asfixian al sector productivo con tarifas elevadas que encarecen nuestra producción que es, como sabemos, el camino del desarrollo de nuestro país.

El tercero
es la urgente necesidad de apertura comercial al mundo. Uruguay tiene urgencia de alcanzar acuerdos internacionales que permitan el acceso a los mercados receptores de nuestros productos y servicios con mejores condiciones.

Los especialistas en comercio internacional nos dicen, con datos objetivos, que nuestro país está muy lejos del óptimo en materia de apertura comercial. En este caso se da una horrible contradicción dentro del gobierno, la Cancillería está convencida de este camino, pero el partido de gobierno ha sido y sigue siendo el principal obstáculo para concretar con éxito esta política de inserción internacional.

El cuarto asunto es la recuperación de la integración social. No alcanza con la reducción de la pobreza e indigencia. Estos conceptos miden la exclusión en términos de ingresos económicos y en este plano ha habido un avance muy relevante en la última década. Sin embargo hace tiempo que la reducción de la pobreza e indigencia se ha enlentecido y, además, lo más importante es que se expresan enormes niveles exclusión y distancia social en términos de convivencia ciudadana y valores compartidos.

Hay que revisar y transformar las políticas sociales. Para ello deben evaluarse los resultados de los programas establecidos y sus verdaderos impactos en la realidad de los hogares más débiles, deben profundizarse las transferencias económicas a los hogares en situación de marginalidad. Debe revisarse una política de vivienda que hoy está fragmentada, descoordinada y con mínimos resultados.

Pero sobre todo debe construirse un sistema de relaciones laborales y una política de empleo que favorezca las condiciones de integración social, junto al objetivo de la productividad que es condición de la mantención de los puestos de trabajo.

Justamente, el quinto tema está directamente relacionado con lo anterior; la construcción de un sistema de seguridad social viable. Así como están las cosas, nuestro país se acerca a un punto de crisis cada vez más relevante. Nuestra estructura demográfica nos obliga a recrear las reglas de juego, operando en sintonía entre las reglas de juego laborales y las reglas que definen la seguridad social y el sistema de vejez e invalidez, para dar una respuesta digna y sostenible.

El sexto tema está directamente vinculado con la crisis de integración social, es decir la recuperación de la seguridad ciudadana. Es imprescindible continuar el proceso de profesionalización policial e incorporar una recuperación de la presencia policial en el nivel local, en los barrios, en los pueblos. Una policía que acompaña a la comunidad y sus organizaciones para ser parte de la reconstrucción del tejido social.
Una policía con fuerte capacidad represiva y poder de fuego con respaldo normativo para hacer valer los límites y el ejercicio de la autoridad.

Finalmente
, la obtención de resultados efectivos con respecto a la demanda de los familiares de las personas desaparecidas durante la dictadura sigue pendiente y no es admisible la ausencia de resultados en este aspecto.

Esta deuda está pendiente y a pesar de una década y media de gobierno de izquierda una gran proporción de las interrogantes no han sido respondidas. El compromiso con un esfuerzo efectivo por alcanzar la verdad sobre el destino de los desaparecidos es una asignatura pendiente del próximo período de gobierno.

La cuestión central es, entonces, dar las respuestas a estos temas. De ello depende el futuro de nuestro país y de su gente. Para nosotros este será el criterio rector de nuestra propuesta de cambio en el próximo evento electoral. Estas serán nuestras banderas y nuestras ideas fuerza. Seguimos buscando sumar con otros para que estas ideas predominen en el Uruguay del próximo período de gobierno. Pero, solos o acompañados, impulsaremos estas ideas en la carrera electoral del próximo tiempo.