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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Lo central y lo accesorio en el cambio de la educación

Afortunadamente la situación de la educación se ha ubicado en el centro de la agenda pública y el gobierno ha decidido asumirlo como una prioridad. La semana pasada la reunión del Consejo de Ministros estuvo dedicada a este tema y esta semana el Ministro de Educación compareció ante las Comisiones de Educación de ambas Cámaras.

23.02.2011 19:04

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2011-02-23T19:04:00-03:00
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Si algo tuvo de positivo el pésimo resultado de las pruebas PISA y los datos contenidos en el Anuario Estadístico 2009 del Ministerio de Educación y Cultura, fue que puso en evidencia que este es un tema de particular urgencia y gravedad.

Nosotros lo venimos señalando desde hace mucho tiempo y, además, indicábamos que en particular la problemática de la enseñanza media tenía que estar en el centro de la preocupación.

Lamentablemente, en la campaña electoral de 2009 no logramos que se convirtiera en un tema principal y durante el año pasado el tema asomó apenas en algunas oportunidades. Pues bien, ahora todos coincidimos en la gravedad del asunto.

La cuestión ahora es determinar con claridad cuáles son los asuntos de mayor importancia y evitar que el debate y las energías políticas se concentren en aspectos laterales o adjetivos. Esta preocupación viene a cuento porque en los últimos días la atención se ha concentrado en una medida promovida por el Partido Colorado que, no es que esté mal, pero es prácticamente inocua para dar respuesta a la problemática educativa y tiene el problema de que lleva a desviar la atención de los asuntos importantes.

El número de días de clase, entre 180 o 200 no es el problema principal de nuestra educación, ni el más urgente, ni al que se debería prestar particular atención. Para empezar porque ya el calendario escolar prevé alrededor de 180 días de clase, en segundo lugar porque de nada sirve aumentar los días de cursos si no se mejora la calidad de la enseñanza, es decir lo que se hace en cada día de clase.

En todo caso, si de tiempo escolar se trata, parece mucho más efectivo el "Plan 0 falta" que acaba de anunciar el Consejo de Enseñanza Primaria, vinculando esta idea a la existencia de incentivos y competencia entre los diferentes grupos de clase para rescatar el valor de la asiduidad y condicionando el cobro de la asignación familiar a la efectiva asistencia de los estudiantes a las clases (cosa que ya se debería estar haciendo y que se ha rehuido su fiscalización). Mucho más profundo y con mejor contenido que una simple norma que establezca el aumento de los días de clase.

Dicho sea de paso, el Consejo de Enseñanza Primaria ha mostrado reflejos rápidos y está demostrando que ha tomado debida nota de la gravedad de la hora. Paradójicamente es, de los tres Consejos Desconcentrado, aquel que enfrenta una situación de menor gravedad.

Por contraste, al Consejo de Enseñanza Secundaria "no se le cae una idea ni de casualidad" y a juzgar por alguna que escuchamos hace unos días, más vale que no se les ocurra nada. Es más, reiteramos la necesidad de sustituir a uno de sus consejeros y buscar un equipo que asuma la responsabilidad con la idoneidad requerida.

La cuestión principal a la que debería dedicarse el sistema político es a crear las condiciones para que la educación sufra un profundo cambio en sus modalidades de gestión y en la calidad de sus contenidos, particularmente en la enseñanza media.

En tal sentido, es fundamental otorgar mayores poderes de decisión a los directores de los centros educativos, para que estos puedan proponer innovaciones pedagógicas y adecuar los planes de estudio a las realidades locales específicas.

Es fundamental trabajar para concentrar las horas docentes de los profesores en un solo establecimiento educativo; también es urgente modificar el sistema de elección de horas para que se modifique la actual selección negativa que potencia las desigualdades dentro del propio sistema educativo. Para ello debe diseñarse un sistema de incentivos que permita alterar el orden de selección de horas en un sentido integrador y equitativo.

Pero, sobre todo, es urgente la puesta en funcionamiento del Instituto de Evaluación Educativa, previsto en la Ley de Educación, pero que requiere de una norma específica que lo cree bajo la modalidad de Ente Autónomo. A pesar de lo que digan los directivos de FENAPES que insólitamente se resisten a la evaluación, el monitoreo permanente de los resultados educativos y la medición de la calidad sus contenidos a nivel de cada centro educativo es absolutamente indispensable para ayudar a generar un proceso de recuperación del nivel educativo

Estos son los asuntos centrales que deberían ocupar el tiempo del sistema político para comenzar a revertir la catástrofe que estamos viviendo. En este conjunto de problemas, el número de días de clase, diez más o diez menos, no cambian en nada y nos distrae la atención de los asuntos principales.