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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

La seguridad y las trampas al solitario

Como todos sabemos, la seguridad es el problema más grave a juicio de la ciudadanía y todos los días es objeto de preocupación y debate entre los uruguayos. En tal sentido, el actual gobierno lo incluyó entre sus prioridades presupuestales, asignando importantes recursos para mejorar la eficiencia del cuerpo policial en el combate al delito y la mejora sustancial de las condiciones carcelarias.

03.11.2010 10:57

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2010-11-03T10:57:00-03:00
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Por otra parte, esta sensibilidad se tradujo en la aprobación de un documento multipartidario que refleja importantes niveles de consenso entre todos los partidos sobre lo que es necesario hacer para mejorar la situación de seguridad en nuestra sociedad.

Hoy en día, en cualquier campo de las políticas públicas, resulta indispensable contar con un sistema preciso, objetivo y serio de indicadores que permita medir y hacer el seguimiento de las situaciones y realidades que refieren a las correspondientes políticas. Es la única forma de evaluar los resultados y medir si las acciones y programas que se llevan a cabo son eficaces o mejoran los resultados, así como medir si se alcanzan las metas u objetivos planteados.

Desde hace ya varios años el Ministerio del Interior cuenta con una oficina específica encargada de registrar y hacer un seguimiento de las estadísticas correspondientes a la comisión de delitos. Este Observatorio Nacional sobre la Violencia y la Criminalidad está dirigido e integrado por personas idóneas y especializadas con formación técnica específica que han garantizado que las cifras y las estadísticas publicadas sean serias y puedan ser objeto de seguimiento a lo largo del tiempo.

En definitiva, todos los elementos a favor para desarrollar un accionar positivo y confiable, con el apoyo de todo el sistema político.

Pues bien, el pasado jueves, el Ministro del Interior brindó una conferencia de prensa en la que presentó información a la ciudadanía sobre la evolución reciente de la delincuencia, analizando en particular el caso de algunos tipos de delitos y ciertas modalidades de ejecución. Curiosamente, el Ministro se manejó en esta presentación con información proveniente de diversas fuentes sin hacer referencia a las estadísticas que produce su propio Observatorio Nacional sobre la Violencia y la Criminalidad.

Los datos poseen una forma de clasificación y ordenamiento que hacen imposible compararlos con la información estadística acumulada desde hace muchos años por el Observatorio. Por otra parte, la página web del Ministerio no brinda información sobre las diversas fuentes utilizadas para sustentar los datos presentados, simplemente se publican las presentaciones utilizadas en cada caso.
Cuando se ingresa en el sitio correspondiente al Observatorio, la información apenas alcanza al primer semestre de 2009 y fue publicada en julio del año pasado. Algunos medios de prensa quisieron conocer la opinión de las autoridades del Observatorio sobre la información brindada por el Ministro y no obtuvieron respuesta.

Resulta muy preocupante y poco entendible que las autoridades del Ministerio del Interior brinden información que no es clara en su fuente y que deja de lado la información sistemática y objetiva que produce una repartición de su propia cartera.

La ausencia de información proveniente del Observatorio impide su comparabilidad y seguimiento en el tiempo, afectando la capacidad de establecer si las cosas mejoran o empeoran. Es como si el Ministerio de Trabajo comenzara a medir la desocupación con datos ajenos al Instituto Nacional de Estadística.

Pero, además, el Estado invierte recursos en el Observatorio para que cumpla una función, por lo que no se explica que la conducción política del Ministerio no la aproveche ni la tome en cuenta.

La única forma de contrastar si la situación en materia de seguridad mejora o empeora es manteniendo la misma base de comparación y las mismas referencias estadísticas a lo largo del tiempo.

Si no se actúa de ese modo, se corre el riesgo de "hacerse trampas al solitario" o buscar las interpretaciones de los datos que más favorezcan a quienes conducen la política; pero, además, impide que los ciudadanos y los partidos de la oposición podamos tener información válida para controlar al gobierno.