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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

La responsabilidad de los legisladores

La semana pasada el Senador Francisco Gallinal convocó al Parlamento al Ministro de Economía, Alvaro García, para discutir las razones por las que el gobierno está solicitando al Parlamento la autorización para aumentar el tope del endeudamiento público.

25.05.2009 08:33

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2009-05-25T08:33:00-03:00
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Se trataba de un tema muy importante que refiere al debate sobre las orientaciones de política económica que este gobierno ha impulsado. La convocatoria permitiría debatir sobre la forma en que el gobierno aprovechó o no la excepcional coyuntura de crecimiento económico que nuestro país vivió en los últimos cinco años; se evaluarían los niveles de gasto público comprometidos y de déficit fiscal que se han generado debido a la falta de previsión de las autoridades de gobierno que no impulsaron políticas anticíclicas cuando los tiempos así lo permitían.

En definitiva, se trataba de una convocatoria a debatir sobre un tema de particular importancia en nuestra agenda pública. Pues bien, la sesión debió ser suspendida ante la ausencia de casi todos los senadores de los dos partidos tradicionales, con la única excepción del convocante y del exPresidente, Julio María Sanguinetti.

El Ministro estaba disponible y presente en el Parlamento, del mismo modo que un buen número de legisladores del partido de gobierno. De modo que la ausencia de los senadores opositores dejó sin efecto el debate que debió suspenderse para la próxima semana.

Resulta muy lamentable este episodio. Los legisladores cobran un muy buen sueldo por su trabajo, y su trabajo consiste en realizar su labor legislativa y de representación política. Ello incluye su asistencia a las sesiones plenarias, así como a las reuniones de las Comisiones Parlamentarias que cada legislador integra.

Sin embargo, no es la primera ni la última ocasión en que se suspende una sesión parlamentaria por falta de quórum. Esta circunstancia debe ser cuestionada fuertemente puesto que afecta el buen desempeño de la función legislativa y, sobretodo, deja en evidencia una lamentable falta de responsabilidad de quienes ejercen esta representación.

Los legisladores son trabajadores que reciben un salario a cambio del cumplimiento de una función que es, además, particularmente relevante y honrosa puesto que consiste en la representación de la ciudadanía. Cualquier trabajador que falta a su trabajo sufre una sanción por ello, se le descuenta el día o incluso se le puede suspender; por otra parte, la reiteración de faltas sin justificación puede llevar a la pérdida del empleo.

Pues bien, lamentablemente, en el caso del Parlamento nada de ello ocurre. Cuando los legisladores faltan a las sesiones no se produce ninguna sanción, pero se produce una situación de bochorno y afectación de la imagen de los políticos.

Nosotros estamos solicitando el voto a la ciudadanía para representarla en el Parlamento. Actualmente tenemos un solo representante en la Cámara de Diputados que ha cumplido cabalmente con su función, asistiendo a Sala y multiplicándose participando de un buen número de Comisiones debido a que es el único representante de nuestro partido en el Parlamento.

En el período anterior, los tres diputados que ejercimos como representantes del Partido Independiente culminamos el período legislativo exhibiendo orgullosamente el resultado de que los tres estábamos entre los siete diputados que mayor asiduidad habían mantenido a lo largo de todo el período.

Por ello y porque tenemos un conjunto coherente y profundo de propuestas para aportar a nuestro país, es que le estamos pidiendo a la ciudadanía que nos otorgue su confianza.

El pueblo necesita que sus representantes trabajen con entusiasmo y energía en la tarea para la que fueron electos. De otro modo, las bases del funcionamiento democrático se habrán deteriorado.