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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

La rebeldía en el Bauzá

La Directora del Liceo Bauzá, Dra. Graciela Bianchi, ha decidido cuestionar ciertas propuestas del Consejo de Enseñanza Secundaria dirigidas a disminuir los requisitos que el sistema educativo exige para las asistencias y el pasaje de grado en el segundo ciclo de Enseñanza Media.

25.05.2011 17:56

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2011-05-25T17:56:00-03:00
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Esta postura ha sido cuestionada en el Consejo de Secundaria, aunque no han tomado ninguna medida sancionatoria. A nuestro juicio, la iniciativa lanzada por la Dra. Bianchi pone en el centro del debate dos asuntos cruciales en el futuro de la enseñanza media.

El primer tema que está detrás de este asunto es el de la autonomía de los centros educativos. En efecto, la Directora reivindica la importancia de que cada centro educativo pueda tomar decisiones y resolver en materia de asuntos pedagógicos y de gestión de cada establecimiento. Esto desafía una histórica práctica de nuestro sistema educativo que se ha fundado en un funcionamiento jerárquico, vertical y centralizado; en el que los centros educativos son meros trasmisores de un conjunto de decisiones que, desde las más generales hasta las más detalladas, se toman en la cúpula jerárquica de la administración.

Esta postura, fuertemente burocrática y con consecuencias muy conservadoras, ha sido dominante en nuestra educación desde hace muchas décadas. Ha tenido, además, el efecto nefasto de bloquear y neutralizar la capacidad de innovación y creatividad en el sistema; ha disminuido la capacidad de propuesta de los directores y ha afectado la constitución de espacios de identidad propia en cada liceo.

Por otra parte, la nueva Ley de Educación, entre las pocas cosas positivas que tiene, establece una disposición de carácter programático que reivindica la autonomía de los centros educativos.

Por lo tanto, la iniciativa de la Directora del Liceo Bauzá merece nuestro más encendido apoyo, en tanto pretende actuar con niveles de autonomía en la gestión de su centro de estudios.

Pero, además, la innovación propuesta por la Directora va en el sentido de preservar la calidad de los contenidos y de los aprendizajes. Su oposición a las nuevas normativas del Consejo busca mantener niveles de exigencia en la asistencia a clase y en el rendimiento que serían notoriamente afectados por el espíritu de la nueva normativa.

Justamente, la sensación que surge de la normativa propuesta es que a las autoridades de Secundaria parece importarles más mejorar estadísticamente sus resultados que mejorar efectivamente los niveles de aprendizaje y la calidad de la educación.

En efecto, nadie duda que los indicadores actuales, en materia de deserción en la enseñanza media, son catastróficos. Nuestro país se ubica en el décimo lugar de América Latina (no del mundo, sino de nuestro continente) con respecto al porcentaje de jóvenes que en edad de haber terminado la educación media, efectivamente lo han logrado. Nuestros números indican que solo el 38% de los jóvenes de su edad logran completar la enseñanza media y en quince años solo se aumentaron cuatro puntos porcentuales, mientras que otros países de la región duplicaron o triplicaron sus resultados.

Entonces, ¿cuál parece ser el camino de respuesta a esta gravísima situación? Bajar los niveles de exigencia en asistencia y rendimiento a los efectos de mejorar el indicador. Pero no la calidad ni los aprendizajes de nuestros jóvenes. Es una "receta" muy vieja, trabajar para mejorar las cifras sin que ello significa mejorar la sustancia del problema.

Pues bien, la rebeldía del Bauzá también va contra esta estrategia institucional que no es otra cosa que un obvio autoengaño. Por otra parte, es el mismo tipo de respuesta que se propuso cuando las pruebas PISA mostraron un mal resultado. Si los resultados son negativos, en vez de esforzarnos para mejorar los aprendizajes, la propuesta fue retirarse de PISA y medirnos con países de la región. Apostar a la mediocridad y a la pereza, en vez de aumentar nuestra autoexigencia y esforzarnos por mejorar seriamente.

Con esta conducción en Secundaria el país solo aumentará su frustración y fracaso en materia educativa. Es imprescindible cambiar el equipo de dirección en la educación secundaria. Si no es así, la única alternativa será que se multipliquen las reacciones como la del Liceo Bauzá. Por algún lado se producirá el cambio.