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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

La prueba del nueve contra la mayoría absoluta

La votación de la ley que penaliza a los empresarios por responsabilidad en accidentes laborales es el ejemplo completo de las razones por las que hemos declarado la guerra a la mayoría absoluta regimentada del Frente Amplio en el Parlamento.

19.03.2014 08:55

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2014-03-19T08:55:00-03:00
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Este episodio contiene todas las circunstancias por las que le pedimos a la gente que no le dé nuevamente la mayoría absoluta al Frente Amplio. Todo lo ocurrido en este caso es de manual.

1. La disciplina partidaria por encima del respeto a la Constitución

Todos los especialistas más encumbrados, de izquierda o de derecha, anuncian que esta ley consagra un delito de peligro y que, por lo tanto, viola el principio de legalidad y por lo tanto afecta normas vinculadas a las garantías individuales que están consagradas en la Constitución de la República.

Muchos legisladores del Frente Amplio han señalado su coincidencia con esta evaluación, por lo que han sostenido que esta norma es inconstitucional. Sin embargo, no han tenido empacho en votarla en el Parlamento a sabiendas de que están violando la Constitución.

No sé cómo no les tiembla la mano al votar contra el orden constitucional vigente. Ponen como valor primordial la disciplina de su partido y el mandato establecido desde el aparato partidario por encima del respeto a la norma máxima que garantiza nuestra convivencia política y social. La razón de partido por encima del respeto a las reglas de juego.

Porque una cosa es votar una norma creyendo que es constitucional y luego encontrarse con que no lo es; y otra cosa muy distinta y mucho más grave es votar concientemente una disposición que viola nuestra Carta Magna.

2. Otra ley que va a ser declarada inconstitucional.

Y ya van... Este período quedará para la historia como el momento record de aprobación de leyes inconstitucionales.

Los propios dirigentes frenteamplistas han dicho que esta ley, así como está, durará unos meses hasta que la Suprema Corte de Justicia la declare inconstitucional. Nada les importa, se llevan por delante la normativa superior porque se sienten omnipotentes con su mayoría absoluta en el Parlamento.

Es imprescindible "pararles el carro". ¿Se imaginan lo que puede ocurrir si el pueblo les vuelve a dar el superpoder de una mayoría absoluta en el Parlamento?

3. El astorismo se deja pasar por arriba y "gargantea" pero al final baja la cabeza

Ya habíamos visto esta situación en otras ocasiones anteriores. El astorismo señala con claridad los problemas, indica con sensatez los graves errores existentes, anuncia que va a dar la lucha y termina, una y otra vez, bajando la cabeza y acatando una mayoría que no representa a la gente que los votó.

Cuando el astorismo vota lo que está votando a sabiendas de que es un disparate, está prefiriendo acatar el mandato de un aparato dominado por otros sectores del Frente Amplio, que representar a sus votantes que, todos sabemos, poseen un pensamiento democrático y moderado frente a los diferentes asuntos.

4. El astorismo no es garantía de nada para los sectores sensatos del Frente Amplio

Los legisladores astoristas están traicionando a sus votantes por no animarse a enfrentar a los sectores radicales minoritarios de su partido. Hace tiempo que el astorismo dejó de ser garantía para los votantes sensatos del Frente Amplio, son débiles y no tienen vigor ni fortaleza política para enfrentarlos.

Hace muchos años que en nuestro país y en el mundo existe una división política dentro de la izquierda entre los sectores democráticos, republicanos y socialdemócratas y los sectores autoritarios, populistas y verticalistas. En esa batalla por la prevalencia de una de las dos izquierdas, los astoristas han defeccionado y aceptan cabizbajos la prevalencia de los radicales.

Hoy en el Frente Amplio ya nadie representa a los socialdemócratas, porque no alcanza con decirse socialdemócratas o expresar un discurso en tal sentido, si a la hora de la verdad se "van al mazo" y se subordinan a los dictados de la izquierda radical.

5. El Partido Comunista y el Partido por la Victoria del Pueblo que no representan más que un pequeño sector del FA impusieron su criterio en base a su fuerza militante

La lógica militante prevalente en la toma de decisiones del Frente Amplio determina que dos pequeños sectores que, en conjunto, apenas representan un pequeño porcentaje de los votos del Frente Amplio puedan dominar las decisiones internas del partido, imponiendo sus posturas que no son representativas de la enorme mayoría de los votantes del Frente Amplio.

La mecánica es muy perversa. Los votantes eligen entre los diferentes sectores del Frente Amplio y les otorgan un respaldo muy importante a representantes de sectores más moderados, pero luego durante todo el período de gobierno, estos sectores quedan subordinados a los pequeños grupos militantistas del Partido Comunista y otros grupos minúsculos como el Partido por la Victoria del Pueblo.

6. Cada vez más el FA se corporativiza y baila al ritmo del movimiento sindical

El Frente Amplio avanza cada vez más hacia convertirse en un partido corporativizado y dependiente del movimiento sindical. El poder de la cúpula sindical no ha hecho otra cosa que aumentar en los últimos años y esta ley que acaban de aprobar es la demostración más cabal del poder de influencia que el sindicalismo uruguayo va adquiriendo sobre el Frente Amplio.

Hay un proceso que nos hace acordar a la lógica del funcionamiento peronista. Esto ha sido muy visible en estas circunstancias clave, en las que predominó el corporativismo sobre la mirada universal que debe tener una fuerza política a la hora de tomar decisiones y hacerse cargo de la situación nacional.

7. Si Tabaré Vázquez gana y tiene mayoría absoluta va a pasar cinco años dominado por los radicales

Por si quedaba alguna duda, el propio candidato frenteamplista ha quedado desautorizado por los hechos recientes. Reclamó votar una ley que permanezca en el tiempo, lo que suponía sin dudas un llamado a evitar la aprobación de esta ley tal cual estaba redactada. Sin embargo, se lo llevaron por delante.
En el hipotético caso de que Tabaré Vázquez gane con mayoría absoluta quedará preso de su ala radical que hará valer el diputado 50 o el senador 16 para exigir la aprobación de las normas que entiendan convenientes.

Ahora han logrado arrastrar a todos los parlamentarios del Frente Amplio detrás de esta propuesta inconstitucional, sin necesidad de hacer valer su voto decisivo. ¿Se imaginan lo que ocurrirá en los próximos cinco años si en octubre la gente le otorga un mandato mayoritario al Frente Amplio?

Ya ha quedado en evidencia que, aunque la gente le de poder a los sectores moderados del Frente Amplio, después estos no los defienden ni los representan. A partir de 2015 el propio Vázquez, en caso de ser electo, pasaría a ser un rehén de los sectores militantes radicales.

Si no le alcanza con estos datos, una de tres: (a) usted es un fanático frenteamplista que ha decidido defender hasta lo indefendible (b) usted tiene una concepción ideológica radical y está contento con este proceso que vive el Frente Amplio o (c) usted ha perdido los reflejos democráticos e institucionales.