Contenido creado por Seguridad_Administrador
Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

La generación 2005

Días atrás me tocó asistir, por razones ajenas a mi actividad política, a una Mesa Redonda integrada por dirigentes de las organizaciones políticas juveniles de los cuatro partidos.

13.10.2008 11:30

Lectura: 4'

2008-10-13T11:30:00-03:00
Compartir en
Fue muy reconfortante escuchar sus análisis y sus posicionamientos frente a diversos temas; en particular referidos a su relación con sus respectivas organizaciones partidarias. El denominador común, más allá de sus pertenencias partidarias específicas, fue una gran franqueza para el análisis de la realidad, frescura en sus expresiones, apertura personal a escuchar las posiciones de sus compañeros de mesa y mucha espontaneidad en su manera de expresarse.

Los asistentes al panel no eran “copias jóvenes” de los políticos adultos; no intentaban repetir las formas, los discursos o los “tics” de sus respectivos dirigentes nacionales. Ni sus posturas, ni sus análisis, ni sus lenguajes, ni sus apariencias buscaban “mimetizarse” con sus mayores. Al contrario, sus planteamientos genuinos, espontáneos y maduros reflejaban la peculiar manera de encarar las cosas de una nueva generación. Fue reconocible la existencia de cosas en común que recorrían transversalmente a todos ellos; incluso es probable que esas cosas en común fueran más fuertes que los elementos que los vinculan con sus respectivos dirigentes partidarios mayores.

Esta es una excelente noticia. Estamos en presencia de una nueva generación de políticos jóvenes. Y esto no es obvio, ni evidente y menos aun lo es en nuestro país. Hay que ir más de veinte años hacia atrás en el tiempo para reconocer otra generación política con fisonomía propia.

En efecto, la anterior generación política más cercana con rasgos y especificidades propias fue la “Generación 83”, de la que obviamente quien esto escribe forma parte.

Esa generación fue la que asumió su protagonismo a la salida de la dictadura, la que se encargó de organizar los espacios de reivindicación de las libertades, la que impulsó las movilizaciones de lucha contra la dictadura, la que dio forma al resurgimiento del movimiento estudiantil, sindical y social. La que tomó la posta de la resistencia al autoritarismo.

Esa generación fue muy exitosa porque, junto con representantes de las viejas generaciones, se convirtió en el símbolo del retorno a la democracia. Integrantes de todos los partidos fuimos los que participamos, codo con codo, de esa etapa vibrante e inolvidable de la lucha por la recuperación de la libertad.

Muchos integrantes de la “Generación 83” continuamos hoy haciendo política y, en este país tan gerontocrático, aun hoy aparecemos como la generación de recambio, aunque todos sus integrantes ya seamos cincuentones o cuarentones largos.

Durante años se abrió la interrogante sobre el relevo generacional. ¿Es que no existirá una nueva generación de jóvenes que ocupe el lugar de las nuevas generaciones? ¿Cuánto tendremos que esperar para ver aparecer una nueva generación de jóvenes políticos que reivindiquen su propio espacio?

Pues bien, después de haber escuchado a los representantes de las juventudes partidarias de estos tiempos, no tengo ninguna duda de que estamos asistiendo al nacimiento de una nueva generación de políticos.

Se me ocurre llamarla la Generación 2005 porque coincide con un cambio de época en la política uruguaya, así como el 83 fue la aurora de la democracia, el 2005 quedará en la historia como el final del período postdictadura para dar comienzo a una nueva época.

La Generación 2005 es la generación de las elecciones juveniles en ciertos partidos, es la generación crítica dentro de la izquierda, es la generación que mira la realidad con apertura y pluralismo. Es la generación que emerge posteriormente a la gran crisis del 2002 y es la generación que asistirá a un profundo cambio en el mundo como consecuencia de la enorme crisis planetaria a la que estamos asistiendo.

¿Qué trae esta nueva generación, además de un nuevo elenco de políticos jóvenes que irán ocupando sus lugares? Esa es la pregunta que será respondida en los próximos tiempos. Pero no hay duda de que tenemos delante a futuros actores principales de nuestra política nacional.