La dictadura en Venezuela

Paso a paso hacia una dictadura desembozada en Venezuela. ¿Puede haber dictaduras más o menos duras? Sí, todos sabemos que dentro de la violación de la constitución de cada nación, de las leyes y los derechos humanos, hay grados diferentes de ferocidad.

Hay otro elemento para medir a las dictaduras, el sufrimiento que le producen a su pueblo, no solo en el recorte de los derechos y libertades, sino en su nivel de vida. Y por último el otro aspecto diferencial: aunque todas las dictaduras son corruptas, hay también diversos niveles de enriquecimiento de sectores políticos y sociales del poder y el privilegio.

En América Latina tenemos una vasta experiencia en este dramático aspecto de nuestra historia. Durante más de un siglo se sucedieron regímenes dictatoriales en casi todos los países de la región, dictaduras sangrientas, asesinas, burras y muy corruptas. Creíamos que luego de la década de los 80, esa parte de nuestra historia había cambiado. No es así.

Desgraciadamente un gobierno que comenzó despertando en su propia población y en amplios sectores de América Latina grandes expectativas, esperanzas de cambios sociales y políticos, se ha ido transformando en un régimen cada día más dictatorial y corrupto. Me refiero a la dictadura de Nicolás Maduro y las FF.AA. venezolanas, totalmente integradas al régimen a través de manejar en forma directa - con ministros-generales - u ocupando cargos fundamentales en todos los ministerios. Faltaba solo el control directo de PDVSA y hace pocas semanas Maduro designó al general Manuel Quevedo como presidente de la petrolera estatal.

Esta movida, la purga de toda la cúpula de PDVSA y del representante de Venezuela en la ONU Rafael Ramírez, es decir los últimos cargos "chavistas" de la estructura de gobierno, tiene un doble propósito, asegurar la candidatura de Maduro a la presidencia de la república para el 2018 y controlar en forma directa la principal empresa del país y fuente de toda la riqueza.

Si faltaba un paso "institucional" para seguir retrocediendo hacia una dictadura sin afeites, Nicolás Maduro, aseguró, en rueda de prensa, que los partidos de los opositores Henrique Capriles y Leopoldo López, entre otros, quedaron excluidos de las presidenciales de 2018 por negarse a competir en las elecciones de alcaldes de este domingo.

"Partido que no haya participado hoy y haya llamado al boicot de las elecciones no puede participar más. Ese es el criterio que la Asamblea Nacional Constituyente ha esgrimido (...) y yo los apoyo" sentenció el dictador.
Durante mucho tiempo sectores de la izquierda - me incluyo - justificamos dictaduras argumentando que era el duro precio que había que pagar por la justicia y la liberación social. Hay algunos que siguen por ese rumbo pero agravado hasta la parodia.

Venezuela es el país de toda América Latina que ha empeorado las condiciones de vida de su población de manera más crítica, más miserable, en muy pocos años. Toda la obra de Chávez que le permitió ganar muchas elecciones, se la tragó Maduro y su banda.

La inflación, que todos sabemos que es el peor impuesto para los sectores más pobres y para los que viven de sus sueldos, en Venezuela alcanzará este año el 1.100%, si leyó bien 1.100% anual y para el 2018 está previsto que llegue al 2.400%! ¿Habría algo que agregar para demostrar que es un país en bancarrota? En bancarrota para la mayoría y para el pueblo, no para los jerarcas. Una comparación, el segundo país del mundo por su inflación en el 2017 es Sudán del Sur (en guerra, destruido etc.) y tiene una inflación del 110%...

Otra de las demostraciones del desastre y el defalco es el cambio de la moneda nacional, el bolívar por el dólar. El cambio oficial es de 10 bolívares por un dólar, luego está el DICON (el que se utiliza para importar y que debe ser autorizado en cada caso por las autoridades y que tiene un valor de más de 10.000 bolívares por cada dólar) y por último está el cambio "negro" lo que tiene que pagar cualquier persona para comprar un dólar y ese vale 100.000 bolívares.

Esas diferencias cambiarias son la fuente principal de la mayor corrupción, al manejar el régimen y en particular los militares, ahora a través de PDVSA y de todo el comercio y abastecimiento de alimentos todo el movimiento cambiario.

Venezuela ocupa el lugar 166 en la percepción de corrupción en su propia población, en un índice de 176 países. Uruguay ocupa el lugar 21, de acuerdo a Transparencia Internacional. (2016) https://www.transparency.org/news/feature/corruption_perceptions_index_2016#table

Venezuela está militarizada, nunca en toda su historia destinó una porción tan alta de su PBI a las fuerzas armadas y a la policía, hay retenes militares y policiales en todos lados. Eso sí, a los delincuentes parece no afectarlos, porque tiene el nivel más alto de asesinatos por habitante del mundo. Según la ONUDD Venezuela tiene una tasa de homicidios del 58.1, mientras la tasa de Uruguay es de 7.6 y la de América es 15.4 y la de todo el mundo es 6.9.

Desde el 19 de abril del 2013, es decir 4 años y medio que asumió Nicolás Maduro, todos absolutamente todos los indicadores sociales han caído estrepitosamente, nivel de pobreza, de indigencia, de mortalidad infantil y materna, crímenes cada 10.000 habitantes. No quiero llenarlos de cifras, pero los indicadores venezolanos son hoy los peores por lejos de la región, solo superados (algunos) por Haití. Y eso sucede en el principal país petrolero de América Latina y con las mayores reservas de hidrocarburos de todo el mundo.

El desabastecimiento de las cosas más elementales es dramático. Cualquiera que tenga un conocido en Venezuela lo puede comprobar directamente. Es el país con más emigración en los dos últimos años.

Mis principales fuentes de información son uruguayos que han vivido o viven en Venezuela y gente de izquierda de toda la vida.

No entiendo razones ideológicas para seguir apoyando un régimen cada día más fracasado y opresivo que hace pagar a su pueblo, la represión, la cárcel, las violaciones a la propia Constitución bolivariana y los derechos humanos y con cada día más graves problemas sociales.

Podrá haber otras razones, que nadie se animará a hacer explícitas, pero partidarios firmes y comprometidos del chavismo, están hoy enfrentados hoy en Venezuela al régimen de Maduro, incluso jerarcas de primer nivel, como la fiscal general o el representante ante la ONU hasta hace pocos días.

Venezuela es la peor derrota de la izquierda en América Latina, porque usurpando el nombre del socialismo se instaló un régimen dictatorial que está llevando el país a la ruina. Es además una profunda derrota moral y democrática.

Esta derrota es y ha sido posible por aquellos que siguen defendiendo "desinteresadamente" esta dictadura cada día más siniestra.

Si todavía no aplica medidas de extrema represión y trata de mantener un mínimo las apariencias, es porque los ojos de América Latina están sobre el régimen. No nos resignemos.