Contenido creado por Gastón Fernández Castro
Cybertario

Inevitable

Inevitable

05.05.2010

Lectura: 3'

2010-05-05T09:22:33-03:00
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Varios analistas políticos especulaban en los últimos días sobre la posición que adoptaría finalmente el Poder Ejecutivo ante la candidatura de Néstor Kirchner a la secretaría general de la Unasur. El antecedente del veto de Vázquez podía quedar por el camino si Mujica y el canciller Almagro resolvían finalmente hacer la vista gorda y no impedir el ascenso del ex presidente argentino. Sin embargo, un análisis de las variables en juego dejaba pocas dudas sobre cuál sería el tenor de la decisión.

La primera y más importante de las variables era determinar cuáles son los verdaderos intereses de Uruguay en este largo y doloroso conflicto. El más fácil de visualizar es el levantamiento del corte, una medida ilegal e injusta que castiga a uruguayos y argentinos. Sin embargo, de lograrse tal objetivo, se terminaría con una de las expresiones más destructivas del conflicto, pero no necesariamente significaría su final.

El restablecimiento de las tradicionales relaciones de hermandad entre los habitantes de Gualeguaychú y Fray Bentos permitiría que el flujo comercial y el clima de convivencia en la región volvieran a su cauce, por lo que podría considerarse como la verdadera resolución del diferendo. Sin embargo, la satisfacción de un interés tan relevante sólo es posible en el mediano plazo, y eso en caso de que las partes involucradas (lo que incluye al gobierno argentino) se muestren colaborativas y hagan lo que deben hacer.

Una agenda más amplia de intereses incluiría al menos un par de asuntos relevantes, como el dragado del canal Martín García y el acceso al gas boliviano a través de Argentina a un costo razonable. También en este caso, el gobierno de Cristina Fernández tiene la llave que abre o cierra el grifo, independientemente de lo que puedan establecer los tratados comerciales o el derecho internacional.

Por último, pero no por eso menos importante, Uruguay tiene un interés que se expresa en el terreno jurídico. Por su dimensión y su tradición, el gobierno uruguayo no puede permitir que sus vecinos resuelvan cualquier diferencia bilateral aplicando la ley del más fuerte o pasando facturas por lo que debería ser tan sólo el cumplimiento de un fallo.

La pregunta que deberíamos hacernos ante esta supuesta encrucijada es qué hubiera ganado Uruguay si el gobierno decidía mantener el veto contra Néstor Kirchner. ¿Se habría diligenciado con más entusiasmo y celeridad las decisiones que pondrán a los piqueteros por fuera de la ruta? ¿Trabajarían más rápido las dragas? ¿Se podría aspirar a tener un flete más barato para el gas? ¿Aumentaría el respeto por los derechos de los "socios menores" del Mercosur?

El dilema no era elegir entre el "principismo" de Vázquez y los principales dirigentes de la oposición, o la "realpolitik" de Mujica. Como no se visualiza ninguna ventaja en la eventual reiteración del veto a la candidatura de Kirchner, tal dilema no existe. El levantamiento del veto era una decisión inevitable.