Contenido creado por Gastón Fernández Castro
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Fútbol: malas costumbres

Fútbol: malas costumbres

20.09.2011

Lectura: 3'

2011-09-20T09:32:28-03:00
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Lo malo, cuando se clava en una sociedad es muy difícil de erradicarlo, de curarlo. Las sociedades que se acostumbran a lo malo, que conviven con lo malo, están destinadas al fracaso. La violencia y las amenazas en las relaciones humanas, comerciales, empresariales, familiares o de cualquier tipo, incluyendo las deportivas, son algo muy malo. En la sociedad uruguaya no nos acostumbramos a ellas, las denunciamos, las criticamos y las enfrentamos. Con mayor o menor éxito.

No estoy hablando de cosas abstractas, sino de un hecho muy concreto y preocupante, el uso de la coacción en una negociación comercial. Sería malo en todos los casos, mucho peor cuando involucra el fútbol, algo que tiene mucho que ver con el alma de los uruguayos, sus estados anímicos, su identidad nacional.

Lo repito: el fútbol en el Uruguay es mucho más que el fútbol. Lo que pase con este deporte, y en particular con la selección nacional, tiene que ver con la vida y los estados de ánimo de la mayoría de los uruguayos y de las uruguayas.

Por eso las informaciones que se conocieron sobre la prepotencia con la que el señor Francisco Casal irrumpió en una negociación con el presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, Sebastián Bauzá, tuvo tanta trascendencia. No voy a hablar de los detalles de ese exabrupto, debo confirmarlas, pero en cualquier caso - aún en el mejor de ellos - son una barbaridad. Mucho peor en los detalles, peor de lo que cualquiera puede imaginar.

Se ha llegado al límite y de ese límite no se sale con amplias y costosas solicitadas en los diarios.

Hizo muy bien el presidente José Mujica, acompañado de su ministro de Deportes Héctor Lescano, en reunirse con las autoridades de la AUF y dar una clara señal en ese sentido. También estoy de acuerdo que no debe ser el Estado el que financie al fútbol.

El contrato de transmisión de los partidos de la eliminatoria son un asunto comercial entre la AUF y la o las empresas que quieran intervenir y el Estado sólo debe opinar si se dan algunas condiciones. Primero, si se pretende utilizar amenazas y coacciones de cualquier forma para obtener un resultado, eso tiene connotaciones penales. O si se violan normas básicas de libre competencia, de igualdad de oportunidades para todos los que intervengan.

En este caso además del negocio puntual, está presente el mensaje que se transmite. Y algunos viven todavía en otro país del pasado. Señores, se terminó el Uruguay donde valía más tener acceso a un crédito bancario público o privado “liberal” y “pesado” para emprender sin ningún riesgo, negocios que luego se transformaban en una carga para todos los uruguayos, en forma de carteras incobrables. Ahora hay que arriesgar, hay que emprender en serio.

Eso vale en cuanto al sistema bancario, en cuanto al Banco República, cuyo balance año a año es un grito revolucionario contra el capitalismo de los parásitos, y también vale para los que se consideran los dueños y señores feudales de alguna actividad comercial o de cualquier tipo.

Nadie sabe cómo terminará este asunto, porque los intereses en juego, los antecedentes en la cancha son complicados, pero todos tenemos que seguirlo de cerca, no tiene que ver sólo con qué empresa transmitirá los partidos de la selección para el 2014 o por la eternidad, tiene que ver con un país de primera o de quinta.