Fórmula uno

El Frente Amplio está más cerca de resolver su interna preelectoral de lo que ha trascendido. A medida que se acerca el congreso de diciembre, que deberá resolver cómo compite el oficialismo en las primarias de junio próximo, el tiempo de discutir y marcar candidatos se vuelve más corto y los márgenes de acción más estrechos. Aunque muchos preferirían resolver en las urnas y entre candidaturas múltiples, la experiencia acumulada en las cuatro décadas de construcción frenteamplista hace que el consenso tenga un valor superior al de la competencia interna. Toda su dirigencia apoya la idea de que lo mejor es que el congreso de diciembre proclame nuevamente una fórmula y programa únicos. A esta altura del partido, parece difícil que alguien pueda alterar el binomio Astori/Mujica, aunque no está dicha la última palabra.

El viernes pasado entrevisté en Radio Sarandí a Danilo Astori. Cuando le pregunté por la candidatura, el ex ministro se mostró muy confiado y prácticamente ató su suerte a lo que resuelva el congreso, cualquiera sea el lugar que le asigne en la fórmula presidencial e incluso si no le asigna ninguno. ¿Generosidad, disciplina, confianza o acuerdo en puerta? Por estas horas, las reuniones entre dirigentes de los diversos sectores se suceden, con el objetivo de que pueda haber algún anuncio concreto para comienzos de octubre. De esta manera, quedaría despejado el horizonte electoral de los frenteamplistas, en particular de sus militantes de base, de modo que puedan concentrarse en los temas programáticos.

En el congreso, el voto de las bases es de enorme importancia y si bien la mayoría responde a las organizaciones políticas y sigue sus directivas, un congreso sin acuerdo previo sería un escenario político muy difícil de manejar. "Un congreso de doscientas personas se puede manejar porque formás talleres de veinte o treinta personas y con gente experiente lo vas llevando", me reconoció un influyente legislador de izquierda. "Pero eso no sucede con un congreso del Frente Amplio, donde somos muchos y hay de todo".

Astori y Mujica lucieron unidos en abrazos y palabras la semana pasada, cuando el ex ministro de Economía se despidió de su cargo. El gesto puede estar revelando más de lo que parece. En el entorno de Mujica no se oculta que el líder del Espacio 609 está dispuesto a acordar con Astori y aceptar el segundo lugar en una fórmula presidencial. De todos modos "hay que ver si la `barra` lo deja", me confesó un diputado del sector, en referencia a los veteranos dirigentes tupamaros. Según dijo, a esto hay que agregarle que "también la gente en la calle le da para adelante al Pepe, y eso pesa".

Si bien falta que se realice el encuentro entre ambos líderes, sus representantes trabajan en dos posibles acuerdos. Uno es que se cierre ahora la fórmula Astori/Mujica para que sea proclamada en el Congreso. Otro es que compitan en la interna de junio próximo y el que pierde acompaña como candidato a la vicepresidencia. Con un acuerdo previo avalado por el congreso, los riesgos de que la campaña derive en enfrentamientos se reducen considerablemente. Si no se pusieran de acuerdo en una de estas dos alternativas, quedaría abierto el camino a un tercer candidato, un escenario de competencia interna que toda la dirigencia frenteamplista quiere evitar.