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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Escandalosa distribución del gasto en educación

El gobierno se vanagloria de haber alcanzado la meta de disponer el 4.5% del PBI para la educación, sin embargo el estado de situación de la educación en nuestro país nunca ha estado peor. Realmente se trata de una vergonzosa paradoja, el gobierno gasta cada vez más y la educación está cada vez peor.

19.05.2008 09:55

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2008-05-19T09:55:00-03:00
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Nadie en su sano juicio puede desconocer que la situación que atraviesa la enseñanza media es la peor en décadas y que es el resultado de un proceso continuo y permanente de deterioro constante, que tiene como resultado la creciente expulsión de nuestros adolescentes del sistema educativo. Lo que ha ocurrido y continúa ocurriendo en el Liceo 38 es una triste muestra de la grave situación que atraviesa nuestro sistema educativo.

Existe la lamentable tendencia de trasladar la culpa a la crisis social, a problemas más generales que atañen al conjunto de la sociedad y se evita analizar las circunstancias que afectan directamente el dictado de clases en nuestra enseñanza media.

En efecto, se ha dispuesto un sustancial incremento del gasto público, pero nuestros adolescentes y jóvenes siguen hacinándose en establecimientos educativos amontonados de a cincuenta o más por cada aula. Se ha declarado con “bombos y platillos” que el gobierno progresista ha incrementado el gasto en educación como nunca antes lo había hecho ningún gobierno anterior, tampoco ningún gobierno anterior había asistido a tal grado de deterioro en las condiciones educativas.

Los docentes reclaman que los establecimientos liceales no cuentan con materiales adecuados ni suficientes para el dictado de clases, muchos establecimientos educativos se encuentran en un estado deplorable, sin refacciones, reparaciones y reciclajes absolutamente indispensables. Los liceos carecen de sistemas de seguridad que impidan los actos vandálicos y la guardia de seguridad es absolutamente insuficiente según acaban de reconocer las propias autoridades.

Entonces, ¿en qué se han gastado los incrementos de gastos de estos años? ¿Se ha construido algún liceo nuevo en estos tres años de gobierno progresista? ¿Se han refaccionado en tiempo y forma los establecimientos educativos? ¿Se ha recuperado el tradicional déficit de materiales en los liceos?

Nada de eso se ha hecho. Entonces, corresponde reclamar en qué se ha gastado y se gastará la enorme cantidad de recursos que este gobierno ha decidido destinar a la educación. Ciertamente no se ha hecho nada que redunde en el beneficio de los principales sujetos de la educación que son los jóvenes y adolescentes de todo el país.

Seguramente la casi totalidad del incremento del gasto se habrá destinado a la mejora salarial de docentes y funcionarios, circunstancia que debía ser atendida sin dudas, pero no en forma exclusiva ni al costo de no aumentar la capacidad locativa del sistema o de no mejorar las condiciones en las que los jóvenes y adolescentes reciben su formación.

Nadie reclama por ellos y, en estos tiempos, las autoridades del sistema educativo que deberían “sacar la cara” por los estudiantes, sólo se preocupan de quedar bien con los gremios de docentes y funcionarios.

Todos se olvidan que el sujeto principal de la educación es el estudiante. Autoridades y gremios sólo se preocupan por las fuentes de trabajo y condiciones de vida de docentes y funcionarios, nadie defiende a los muchachos.

Más bien se los condena y ataca, “rasgándose las vestiduras” por las cosas que están pasando, sin entender el terrible malestar que aqueja a los jóvenes de este país, ante un “ninguneo” cada vez más insoportable.

Mucha plata para la educación, ni un peso para mejorar las condiciones de estudio de los jóvenes y adolescentes. Estamos ante un evidente escándalo social que ha pasado desapercibido hasta ahora.