Contenido creado por Gastón Fernández Castro
Cybertario

Escándalos

Escándalos

21.04.2010

Lectura: 3'

2010-04-21T09:27:47-03:00
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El Papa Benedicto XVI se reunió con víctimas de abuso sexual en Malta y les prometió que la Iglesia Católica hará todo lo posible para llevar a la justicia a quienes resulten responsables. Según el Vaticano, Ratzinger expresó también su vergüenza y tristeza ante los casos de maltenses abusados por sacerdotes durante las décadas de los 80 y 90.

El escándalo involucra a toda la Iglesia Católica, que ha ocultado, tolerado y en muchos casos vuelto a poner en contacto con niños, a los sacerdotes abusadores. El propio Papa Benedicto, es acusado de haber dado hospedaje a un sacerdote pedófilo y asignarlo luego a una parroquia donde volvió a cometer el mismo crimen. Mientras tanto, el obispo de Tenerife, Bernardo Alvarez, declaraba a un periódico local hay menores que están de acuerdo con el abuso sexual y hasta lo provocan.

En Uruguay, el escándalo fue abordado en plena Semana Santa por el arzobispo de Montevideo, Nicolás Cotugno quien pretendió darle un contexto estadístico. Para Cotugno, “si es horrible que un sacerdote” abuse de niños “no es menos horrible que un papá abuse de su hijo” y que, en todo caso, el porcentaje de curas pedófilos sería del 0,04 frente a más de una cifra sensiblemente mayor en el conjunto de la sociedad.

Resulta significativa la relativización de una conducta tan aberrante frente a la dureza con la que el obispo trató a los legisladores que se manifestaron dispuestos a despenalizar el aborto. Mientras se discutía el proyecto de ley, Cotugno advertía a los parlamentarios católicos que, quienes lo hicieran, quedarían "excomulgados ipso facto" y que él mismo iniciaría un proceso de excomunión formal con el Papa Benedicto XVI.

Pero si la ecuanimidad y la ponderación no parecen ser los mayores atributos del arzobispo, las valoraciones estadísticas tampoco lo ayudan. Aún suponiendo que hay curas abusadores y obispos encubridores en un porcentaje similar al de otros profesionales que traicionan su misión, como los policías corruptos o los periodistas mentirosos, ninguna profesión presume tener la única llave que abre y cierra las puertas del paraíso ni de actuar inspirados por el Espíritu Santo.

Como señala el ex sacerdote Leonardo Boff, perseguido por Joseph Ratzinger a causa de sus posiciones heterodoxas en materia teológica, el problema no es sólo que la pedofilia avergüenza a la Iglesia. Es todavía peor, porque “representa una deuda impagable a aquellos menores que fueron abusados bajo el manto de la credibilidad y de la confianza que la función de sacerdote encarna”. Para Boff, la Iglesia debería abolir la ley que obliga al celibato e integrar las pulsiones de la sexualidad para que sean “expresión de ternura y de amor, y no de obsesión y de violencia contra menores”.

Las denuncias de abusos contra menores por parte de sacerdotes han estallado en el seno de una Iglesia inmersa en una sociedad crecientemente secularizada, que no está dispuesta a seguir tolerando este tipo de crímenes. Nicolás Cotugno pretendió alejar el escándalo diciendo que en su diócesis no hay denuncias de este tipo, pero no es cierto.