Escándalo

El mundo se volvió digital en el transcurso de una generación. Lo que a los adultos nos parece familiar y aún productivo, a los adolescentes y preadolescentes les resulta obsoleto. Ya sea que la usen para educarse, divertirse, contactarse o lo que sea, la tecnología digital está en el centro de su universo y lo estará todavía más en el futuro.

Para ese entonces, las maestras que participaron la semana pasada de la Asamblea Técnico Docente estarán jubiladas, pero habrán dejado su huella. Rechazar por segunda vez el Plan Ceibal no es algo que la corporación magisterial deba olvidarse. Se trata de una batalla que saben perdida pero que no pueden dejar de pelear sino a riesgo de abandonar sus intereses corporativos y sus antiguallas pedagógicas.

Pensar que la computadora es "una herramienta más" y que el asunto se resuelve con "clases de informática", como manifestó la vocera de la ATD de Primaria, Raquel Bruschera, revela un hecho tan grave como doloroso: quienes tienen como cometido asesorar al Consejo de Primaria, desconocen no solo el Plan Ceibal sino el mundo en el que viven.

Las ventajas de las computadoras sobre cualquier otro soporte o entorno tecnológico son tan evidentes que no deberían ocupar nuestro tiempo. Talar árboles para hacer el papel en el que se imprimirá un único texto es un proceso tecnológicamente arcaico, pedagógicamente ineficaz y ambientalmente insostenible.

El problema con los sectores conservadores en los procesos de cambio es siempre el mismo: le quitan energías y foco a la sociedad en la consideración de los asuntos verdaderamente discutibles. En efecto, la digitalización del aula tiene sus riesgos, algunos de los cuales son bastante conocidos, como el declive en la caligrafía, la relativización de los aspectos sociales en la experiencia escolar, el acceso a contenidos de dudosa veracidad, la tentación del "recorta y pega" y aun del plagio, y finalmente, la tendencia a la distracción que genera la pantalla conectada a Internet.

A excepción del arroz con leche, todas las innovaciones relevantes han generado nuevos problemas y desafíos. En el balance, los docentes de la ATD de Primaria no parecen considerar como un salto hacia la libertad y el desarrollo que el Plan Ceibal haya introducido en el aula y entre los niños y niñas más pobres, el acceso casi ilimitado a la información necesaria, la facilidad para tomar notas, la versatilidad del soporte digital para enriquecer cualquier trabajo (audio, fotos, video, música, gráficos, etc.) y la practicidad de tener en un único dispositivo, ligero y práctico, un sinfín de prestaciones, entre las que se encuentra la posibilidad de interactuar durante todo el día de manera horizontal y autónoma entre pares y la flexibilidad y personalización de los procesos de aprendizaje.

Como si esto fuera poco, la ATD de Primaria sugiere sin tapujos que los recursos destinados al Plan Ceibal se viertan a financiar cargos que beneficiarán al mismo gremio. Una mezcla explosiva de concepciones trasnochadas y voracidad corporativa. Un escándalo.