El ataque de los jihadistas del MMS: una columna ad hominen (ad burram)

Con motivo de la nota anterior, en la que veíamos el problema del MMS desde el punto de vista el efecto Dunning-Kruger, fuimos sometidos a insultos y agresiones varias por parte de los acólitos de esta pseudomedicina más bien peligrosa.

Lo único que nos motivó (aparte de reírnos con mis colegas de los mails que me mandaban) ese ataque es a escribir una nueva nota (esta) como homenaje al berrinche de los jihadistas de la lavandina.

Veamos primero algunos mensajes que recibí.

(Víctor sin apellido): Somos millones los que lo tomamos y el boca a boca puede más que las calumnias como la tuya, y por cierto tú de químico tienes lo mismo que yo de cura. Y si lo eres, eres un desprestigio total para la profesión. Pues en un químico confundir estas moléculas que sabe cualquier chaval de 17 años no puede ser más que intención en intoxicar y difamar. Te lo dice un médico al que le costó creérselo. Infórmate por favor.

Aquí Víctor sin apellido nos muestra que tiene capacidades irónicas diferentes, porque mi alusión a la lavandina es sarcasmo, y no que yo crea que el dióxido de cloro es igual al hipoclorito. Y debe ser cura, porque médico, seguro que no es, pero como no tiene apellido ni un celular de contacto, imposible saberlo...

(Pablo, sí da el apellido pero no un celular): No entiendo quién pueda creer que tomar lavandina pueda ser un medicamento. ¿Usted afirma que el hipoclorito es lo mismo que clorito? Y me encantaría que me contara cuantas vacunas a investigado. Imagino que ninguna de las que nos dan o obligan a dar, dado que las organizaciones (SIC) estilo MSP no tienen permitido analizar (SIC).... con qué autoridad moral puede recomendar usted que la gente se vacune contra la gripe, cuando las publicaciones científicas versan que la persona que se la da tiene un 30% más de probabilidades de contraer gripe...

Desde ya le digo que no fue un placer leer su nota y que debería tener un poco de autocrítica y darse cuenta que trabaja o le hace el camino a personas no muy éticas como las que dirigen los laboratorios.

Usted menciona a la aspirina cuando da un ejemplo... pero lo que no dice usted es que la aspirina tiene más muertos que la iglesia católica o los nazis. 16 millones de personas han muerto por emorragia (SIC) intestinal generada por la aspirina.......y si el dióxido de cloro fuera efectivo no permitirían decirlo dado que lo puedo fabricar en mi casa de forma muy barata.... los laboratorios no servirían para más nada, lo mismo hicieron con el cannabis medicinal que ahora demuestra, lo que se sabía hace miles de años...

Fue difícil cortar el mail porque es una joyita (más allá de las faltas de ortografía); pese a que las capacidades irónicas siguen disminuidas, acá vemos el tema de los datos inverificables como comparar a la aspirina con la Iglesia, y la mentira de que si se puede fabricar en casa no está prohibido. Yo puedo fabricar una ojiva nuclear en mi casa, pero está prohibido, obviamente... Una "emorragia" de pseudociencia...

Por último, un post cualquiera que levanté de Facebook: "...Acá en Montevideo, el nieto de una amiga fue curado por Andreas Kalcker, de AUTISMO con ClO2 (sí, tal como lo escribí). Entiendo que usted esté hipnotizado por el machaque de que debemos confiar en la ciencia. Ése es el objetivo. La historia nos enseña que toda renovación es perseguida, por los intereses que tiene quienes ya están cómodos con lo que existe. Si fuera por esta actitud la humanidad no hubiera avanzado. Hoy en día la tercera causa de muerte en el mundo es por los efectos secundarios de la medicación recetada que toman los enfermos..."

Esta es una de las mentiras más repetidas, la supuesta señora no tiene nombre ni hay forma de entrevistarla, es imposible, desde que el TEA no es una enfermedad que se cure con (MODE IRONÍA:ON) lavandina (MODE IRONÍA:OFF) ni con nada.

Veamos un poco de dónde vienen estos chiques...

Lo que más rompe los ojos es su agresividad de troll, lo que lleva a que la respuesta más adecuada sea ignorarlos o burlarse, pero nunca entrar en una discusión que jamás llevará a nada.

Lo segundo, es su rasgo de sectario, son dueños de una verdad revelada (el MMS o panacea universal, un mito bastante antiguo) y tienen sus mesías, sean Jim Humble, Josep Pamies o Andreas Kalcker, que, como líderes carismáticos que son se aprovechan de ellos como los pardillos que también son. Realmente, dan más ternura que otra cosa, son como niños emberrinchados cuando les tratan de explicar que su padre no juega mejor que Messi.

Por otro lado, cumplen todos los rasgos de pertenencia a una secta, conciencia de gueto, autopercepción de superioridad, adherencia irracional a un líder carismático, una docilidad alienada, y un alto grado de activismo (que se limita a las redes sociales porque es gratis y porque, como esencialmente son cobardes, les permite a muchos de ellos no dar la cara. Hay excepciones, obviamente, y son los más peligrosos).

Otro rasgo que los distinguen es una postura antisistémica que los lleva a enfocar el enojo que seguramente tienen con sus padres en algún molino de viento, pero en este caso, se meten con gigantes de verdad, la ciencia no es fácil de derrumbar. En especial cuando las crisis derrumban a todas las fantochadas y nadie trata de curar el COVID-19 con cuarzo o con aromaterapia. Por qué lo intentan con desinfectante por vía interna, es un misterio que se elucida al ver estas características de los jihadistas de la lavandina.

Por último algo que es muy obvio: suelen ser incultos y poco inteligentes, lo que los hace fáciles de engañar, y claramente crédulos, pero eso los hace fáciles de convertir en armas de la jihad, ya que como sabemos nada hay más movilizado que un fanático, y un fanático, antes que nada es un creyente. Que el fanatismo sea la patología fetichista de la creencia no invalida que sea una creencia que se sostiene con convencimiento.

El problema es que cuando esa fe se pone en una mentira, no puede haber verdadero conocimiento, ya que el saber es creencia verdadera justificada, y una mentira no puede justificarse sin falacia, error o mentira.

Y en esas estamos, escudo en mano bajo la lluvia de sandeces de los guerrilleros de teclado...

Q.F. Bernardo Borkenztain