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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Despistado como Adán en día de la madre

Yo pensé que el Presidente había entendido por qué no era posible su idea de convertir a la UTU en una especie de ente autónomo con oferta educativa terciaria.

05.11.2013 19:38

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2013-11-05T19:38:00-03:00
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En efecto, cuando se convocó el segundo diálogo interpartidario educativo en diciembre de 2011, el Presidente planteó esta idea de otorgar autonomía a la UTU y convertirla en una especie de institución pública de enseñanza terciaria, pero desde su propio partido se le explicó que para ingresar a la enseñanza terciaria hay que terminar la enseñanza media (aquí y en cualquier parte del mundo); por eso se derivó a la iniciativa de crear la Universidad Tecnológica.

Esa iniciativa fue parte del acuerdo firmado en febrero de 2012. Pero ahora, un año y medio después, nos venimos a enterar que el Presidente sigue convencido de su idea y que, además, cree que el fracaso de su política educativa se debe a que "no le llevaron la idea". Como, además, ha decidido trasladar la responsabilidad de su fracaso a los partidos que no estamos en el gobierno, corresponde responder algunas cosas concretas.

En primer lugar, reafirmar que esa idea que propuso el Presidente no fue aceptada ni siquiera en su propio partido porque, con mucho respeto, no tiene ninguna lógica en la estructura del sistema educativo y, además, no hubiera tenido ningún resultado positivo. ¿Cree el Presidente que la UTU funciona mejor que Secundaria? ¿Sabe lo que ocurre en las Escuelas Técnicas de UTU de todo el país? ¿Sigue pensando el Presidente que un muchacho de trece o catorce años tiene que ingresar a una institución terciaria?
El fracaso de la política educativa en su período de gobierno es resultado exclusivo de la falta de voluntad del gobierno para encarar los verdaderos y profundos problemas que tiene nuestro sistema educativo. Los hemos señalado cada vez que tuvimos oportunidad de trasmitírselo, incluyendo asuntos mucho más relevantes como los que acordamos en febrero de 2012 y nunca se cumplieron.

La verdadera transformación de la educación media de este país consiste en transformar los centros educativos (liceos, escuelas técnicas y escuelas) en verdaderas comunidades pedagógicas con la posibilidad de generar un proceso efectivo de comunicación entre docentes y estudiantes, donde el estudiante se sienta "alguien" y no un anónimo desconocido.

El secreto del éxito de los liceos Jubilar o Impulso no es que sean privados, ni que estén financiados por empresas. El secreto del éxito es que son comunidades educativas en las que los estudiantes se sienten "personas" y no números que son atendidos y acompañados en su proceso de aprendizaje. Estamos seguros que este modelo de gestión aplicado consistentemente en todo el sistema educativo generaría un inmediato retroceso de la deserción y repetición en todo el país.

Y este modelo de gestión se puede multiplicar en el sector público; de hecho existen liceos públicos que funcionan de esta forma, como el Liceo Nº 4 de Maldonado o el Liceo de Nueva Palmira, por dar solo dos ejemplos.

El acuerdo que firmamos los cuatro partidos en febrero de 2012 implicaba el compromiso de implementar un modelo de gestión similar o aun más exigente que el Promejora en buena parte de los centros educativos de enseñanza media de nuestro país. Para 2014 se comprometía a abarcar a más de tres cuartas partes de los centros educativos.

Sin embargo, ese objetivo sustancial para la transformación del funcionamiento educativo se incumplió desde el comienzo porque el gobierno no quiso asumir las responsabilidades que implicaba y prefirió no tener conflicto con las cúpulas sindicales, ni tampoco contó con autoridades en la educación que acompañaran la propuesta.

Pensar que el fracaso se debe a que no se implementó una idea que ni siquiera compartían sus compañeros de partido y, además, echarle la culpa a los partidos que no están en el gobierno, es un síntoma de fuerte desorientación y demuestra que no existe una concepción clara de cómo se debe cambiar la educación de este país.

De cualquier manera, ya no hay más tiempo y este período de gobierno que comenzó con la famosa frase: "Educación, educación y más educación" quedará para la historia como aquel en que más recursos se asignaron y peores resultados se obtuvieron. Contra esa evidencia no hay con qué darle.