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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Conflictos y provocaciones

No hay duda que existe un importante nivel de conflictividad. En las últimas semanas se ha disparado un importante número de situaciones con niveles de enfrentamiento relativamente elevados.

24.11.2010 09:18

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2010-11-24T09:18:00-03:00
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Los bancarios bloquearon durante varios días el clearing de cheques, generando una grave dificultad en el acceso al cobro de sueldos y jubilaciones de miles de ciudadanos y afectando la cadena de pagos de numerosas empresas. Los médicos, agrupados en diferentes organizaciones, han amenazado con la huelga en defensa de la continuidad de sus cajas de auxilio, afectando los servicios de atención de la salud en todo el país. Los municipales nuevamente dejan a los montevideanos en el medio de la basura, escalonando sus medidas de forma tal de generar la mayor afectación posible sobre la higiene de la ciudad. En estos momentos se anuncia el agravamiento del conflicto con los trabajadores judiciales que, incluso, ocuparon la sede de la Suprema Corte de Justicia.

Ahora bien, ¿cuál ha sido la reacción del gobierno frente a esta sucesión de situaciones de conflicto que afecta, de diferentes formas, la vida de los ciudadanos?

El partido de gobierno y el propio gobierno han actuado con diferentes criterios para enfrentar las situaciones. La "vara para medir" cada conflicto y las respuestas ensayadas han sido bien diferentes según los casos.

En el caso de los bancarios se ha mantenido una actitud de tolerancia y diálogo a pesar de los graves perjuicios que se generaban y de la desproporción de sus demandas.

Similar ha sido la actitud del gobierno departamental de Montevideo frente a los inefables funcionarios municipales que periódicamente hacen pesar su presión sobre los montevideanos; la Intendencia abusa de la paciencia de los ciudadanos capitalinos sin animarse a enfrentar con contundencia las medidas totalmente desproporcionadas de ADEOM.

Por el contrario, con respecto a la movilización de los médicos, la actitud ha sido bien diferente. El sector mayoritario del partido de gobierno resolvió realizar movilizaciones para enfrentar a los médicos, y acto seguido han comenzado a aparecer "pintadas" en la ciudad descalificando a los anestesistas.

Seguramente como resultado de la "manija" dada, un individuo autodenominado "usuario" de servicios de salud, que luego se supo que era un militante del MPP, agredió a uno de los dirigentes de las Sociedades Anestésico Quirúrgicas. El sujeto se definió como un supuesto integrante de uno de esos "sellos de goma" que se inventaron como "organizaciones de usuarios de servicios de salud" con el objeto de ocupar políticamente espacios en la conducción de ASSE a partir de la reforma y desconociendo la trayectoria de verdaderas organizaciones de usuarios como ADUSS.

Lo cierto es que la "manija" dada se tradujo en un episodio muy grave de provocación y agresión a dirigentes gremiales que, nos gusten o no, están ejerciendo los mismos derechos que otros a los que no se les dice nada.

Pero el colmo de esta situación han sido las desafortunadas declaraciones del Director de Trabajo, Luis Romero, quien alentó a los ciudadanos a movilizarse en defensa del gobierno frente a los conflictos existentes. Sorprendente y lamentable que una persona con una larga trayectoria como dirigente sindical arengue a los ciudadanos para enfrentar los conflictos que impulsan diversos gremios y sindicatos.

En definitiva, hay que tener mucho cuidado con "prender fuego el campo" desde el ejercicio de la autoridad gubernamental. Mesura y sensatez, sin mengua de la autoridad, deben ser las referencias generales de la actuación gubernamental.

Pero, sobre todo, estas señales que desde el poder se han dado en el sentido de confrontar con algunos de los grupos en conflicto nos preocupan. Es fundamental no ingresar en el camino que han recorrido otros gobiernos de la región que construyeron antidemocráticos "grupos de choque" integrados por individuos que, en realidad, son militantes fanáticos en defensa de un régimen.