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Pablo Mieres

Escribe Pablo Mieres

Compromiso o derroche educativo

30.03.2011 13:22

Lectura: 4'

2011-03-30T13:22:00-03:00
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Hace un mes, en oportunidad del comienzo del nuevo año lectivo, el Consejo de Educación Secundaria anunció el lanzamiento del programa denominado Compromiso Educativo. Una propuesta aislada, puntual, ausente de toda lógica como parte de un plan más general y amplio. Parecía una respuesta al lógico aluvión de críticas que despertaba la trágica situación de nuestra educación media.

La propuesta consiste en otorgar una especie de beca mensual para que alrededor de mil y pico de estudiantes de Enseñanza Media de 4º Año permanezcan en el sistema. Para ello se les pagará un monto mensual equivalente a cerca de $1.600. Este pago se realizará sin ningún tipo de contrapartidas de rendimiento o asistencia, simplemente se le pagará para que siga concurriendo al sistema educativo.

Las autoridades que impulsan esta propuesta olvidan que existe el instrumento de la Asignación Familiar que es una partida de dinero que ya se otorga a todos los núcleos familiares en situación de pobreza por cada menor de 18 años. Esta partida, de acuerdo a la normativa, debe estar asociada a la asistencia escolar, cosa que nunca se ha controlado.

Entonces, en lugar de controlar que se cumpla con la condicionalidad de la Asignación Familiar se agrega un nuevo subsidio, dirigido a los mismos jóvenes, pero con el agravante de que en este caso no se condiciona a ninguna contraprestación del beneficiario.

Todo muy poco explicable. Forma parte de la enorme desorientación que existe entre quienes tienen a su cargo la conducción de la enseñanza y demuestra la incapacidad de quienes, en particular, conducen la educación media que es en donde está la situación más grave.

Pero el asombro no tiene límites, porque desde hace aproximadamente un par de semanas se ha comenzado a emitir un spot publicitario extenso, de alta calidad técnica en todos los canales de televisión y con una importante frecuencia que busca promover y legitimar este programa educativo.
Nos sorprendió su aparición en los medios porque este corto publicitario no se ha realizado con el objetivo de convocar a los estudiantes para inscribirse en el programa; no tiene otra utilidad que darle publicidad al programa.

Nuestros cálculos indican que la inversión publicitaria que están haciendo para darle "manija" al Compromiso Educativo representa una buena parte de los recursos que se asignarán a este programa.

O sea que las autoridades educativas se están gastando una buena suma de recursos que nuestro sistema educativo requiere de manera urgente para reparar locales, construir nuevas dependencias, abrir escuelas de tiempo completo, etc, en publicitar una iniciativa que es a todas luces poco relevante y eficaz.

¿Con qué criterio y con qué justificación el Estado uruguayo invierte en esta publicidad que carece de toda finalidad directa y solo busca el "autobombo" para defender un programa muy discutible?
Hace un tiempo un jerarca del MEC salió al cruce de nuestros cuestionamientos diciendo que este programa no era nuevo sino que ya se venía aplicando desde hace un tiempo. Pues bien, queremos conocer su evaluación, queremos saber sus resultados y recibir una rendición de cuentas sobre los recursos que se han entregado a un puñado de estudiantes solamente con el objetivo de que no dejen de ir al liceo.

Habría que preguntarse si los recursos que el Parlamento votó para la educación incluían que las autoridades educativas se gastaran una parte de ellos en darse "autobombo" sobre las iniciativas que impulsan.

La verdadera evaluación de los resultados de una política no se juega en la publicidad mediática sino que surge de la opinión cotidiana de los ciudadanos cuando mandan a sus hijos a los establecimientos educativos. Y esa evaluación es hoy cada vez más negativa, porque la calidad y la equidad de nuestro sistema educativo es cada vez peor.