Coincidencias

Los discursos con los que se inauguró el encuentro Universia 2010 que se desarrolla en Guadalajara, y del que participan cerca de mil rectores de toda Iberoamérica, hubieran hecho las delicias del presidente Mujica. Particularmente, el de su colega mexicano, el "conservador" Felipe Calderón.

Descentralización, complementación, movilidad, pluralidad, valores, colaboración entre las diversas instituciones, son sólo el prolegómeno de una integración que avanza de manera sostenida, al tiempo que se comprenden los desafíos que plantean el subdesarrollo, la globalización y la sociedad del conocimiento. Un mundo de ideas que apenas han echado raíces entre nosotros.

Para Emilio Botín Sanz, presidente de Universia y del Grupo Santander (que patrocina esta iniciativa) el objetivo es construir un "espacio Iberoamericano del conocimiento socialmente responsable", lo que resulta particularmente relevante en un continente que, al decir del alto ejecutivo, tiene a la educación como una "materia pendiente" y "llave de la consolidación de su desarrollo económico".

Calderón destacó que su gobierno aumentó 40% el presupuesto universitario en los últimos tres años buscando atender el incremento de la matricula derivada de la presión demográfica. Para tener una noción de lo que significan las universidades en este país, alcanza con saber que en México se gradúan cada año unos noventa mil ingenieros, en un sistema universitario compuesto por tres millones de estudiantes.

Pero si el ejemplo mexicano parece demasiado lejano como para calibrar la dimensión de nuestros problemas, repasemos lo que ocurrió en las últimas décadas en Buenos Aires. El rector de la Universidad de Quilmes, Gustavo Lugones, me comentaba sobre la importancia que tuvo la descentralización de la Universidad de Buenos Aires y la creación de varias universidades en el conurbano. El resultado es una educación local, más personalizada (los grupos no superan los cincuenta alumnos) y con un alto porcentaje de egresados que no vienen de familias de universitarios. Así, el esfuerzo que realiza su comunidad no termina beneficiando principalmente a los sectores de más altos ingresos, como ocurre en Uruguay.

Calderón se refirió también a la apuesta de su gobierno en Ciudad Juárez, donde la lucha contra el narcotráfico y la violencia incluye la apertura de institutos universitarios. Es que la llegada de la educación terciaria genera una sinergia que favorece al conjunto de la sociedad, incluso en términos de valor económico. Pero lo más significativo fue el énfasis en el rol del conocimiento para superar la pobreza. "El futuro de nuestros países no dependerá de nuestros recursos petroleros ni de la generosidad de nuestros recursos naturales", dijo Calderón. "Dependerá medularmente de qué tanto somos capaces de proveer a nuevas generaciones de la capacidad de conocer, de profundizar, de divulgar, de aplicar conocimiento". Mujica hubiera aplaudido de pie las palabras de su "conservador" colega mexicano.