Contenido creado por Gastón Fernández Castro
Cybertario

Centro a la olla

Centro a la olla

24.12.2008

Lectura: 3'

2008-12-24T09:27:41-03:00
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Danilo Astori lo tiene claro: su situación con respecto a la competencia interna es muy difícil. En una elección con voto voluntario como la de junio, la capacidad de movilizar militantes resulta crucial para la suerte de los contendores. Quienes dieron su voto para que Mujica resultara el candidato oficial con una mayoría contundente, son los mismos que tienen la llave de los comités de base, literalmente hablando. Por lo tanto, su voluntad de movilizar a la gente durante la campaña, reflejará esta preferencia, aunque el Congreso haya “autorizado” otras candidaturas en igualdad de condiciones.

Sin embargo, la mayor dificultad de Astori no se encuentra en la falta de un aparato competitivo sino en su relativa dificultad para conquistar el corazón del uruguayo medio. El politólogo Daniel Chasquetti lo explica con extraordinaria precisión en su última columna de Montevideo Portal (“Mujica y el centro político: reinterpretando la competencia”). Recordando el modelo desarrollado por el estadounidense Anthony Dows para el análisis de la competencia electoral, Chasquetti observa que “buena parte de los votantes maneja información imperfecta, pues no están al tanto del debate público (no consumen noticias, ni leen periódicos, ni escuchan la radio o la TV”. Para el politólogo, este grupo de votantes bien puede recordar “atributos positivos de Mujica y atributos negativos de Astori”, como por ejemplo, que Mujica sea “el anciano sabio y sensible” y Astori “el ministro inescrupuloso que aplicó la reforma tributaria”, independientemente de que tales categorizaciones sean ciertas o falsas.

El asunto principal para este decisivo segmento no es el eje izquierda-derecha, donde podría tener ventaja Astori al ubicarse mejor en el “centro”. El discurso de Eduardo Bonomi en el acto del domingo pasado y las declaraciones del propio Mujica en el semanario Brecha lo explican más claramente. Según el líder del Espacio 609, investigando descubrieron una “cuestión esencial” que no se había visto antes: que “la palabra centro es muy ambivalente” y que “hay un centro que no quería saber nada con Danilo”.

Si esto es así, la estrategia del ex ministro de Economía de presentarse como el candidato que representa las tradiciones (incluyendo la utilización de la imagen de Líber Seregni) no sería la más adecuada. La estrategia parece responder a una radiografía vieja de la coalición, que tradicionalmente reclutaba voluntades en las capas medias y en los centros urbanos. Es probable que Astori ya tuviera ventaja sobre Mujica en el segmento del electorado de izquierda susceptible de reaccionar ante la apelación a la tradición frentista.

Para los miles de nuevos votantes que llegaron al Frente Amplio siguiendo el “Pepe” Mujica, esa iconografía carece de sentido. A menos que sus asesores hayan dado por perdida esa batalla y procuren que no se les escapen votos del viejo cerno frentista, la campaña no favorecerá su acercamiento de Astori a una porción del electorado que tendrá que seducir si quiere quedarse con la candidatura presidencial.