Contenido creado por Gastón Fernández Castro
Cybertario

Canes y peces gordos

Canes y peces gordos

04.06.2008

Lectura: 3'

2008-06-04T07:58:37-03:00
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La operación de la justicia y la policía que terminó con una banda dedicada al narcotráfico y mandó a la cárcel al poderoso gerente de Tenfield, puede convertirse en uno de los más resonantes triunfos del actual gobierno.

El operativo recoge el nombre del perro Cerbero de la mitología griega, que se caracterizaba por su extraordinario celo en el cumplimiento del deber. De ahí que su nombre se aplique a quien cumple su labor con extrema responsabilidad. La Operación Cancerbero parece destinada a convertirse en un punto de inflexión en la lucha contra el crimen organizado. Si bien se llegó lejos y sus efectos pueden permear positivamente hacia otros ámbitos de la sociedad uruguaya, queda por ver cuán gordos son los peces que terminan cayendo.

La acumulación de dinero y poder, la falta de cristalinidad en los procedimientos y la utilización de métodos violentos (cuando no lisa y llanamente mafiosos) es una constante en el mundo del hampa. La impunidad con que se mueven quienes frecuentan estos ambientes puede terminar legitimando a los ojos de los ciudadanos un tipo de práctica comercial y empresarial reñida con las leyes y la ética. El mundo ya conoce este modus operandi: todo empieza bajo un manto de colaboración con ciertas disciplinas populares, sigue con sospechas de apañamientos y sobornos para que triunfe el caballo del comisario, continúa con amenazas y "apretadas" para que nada se sepa (aunque, de algún modo perverso, todo se sabe) y termina cuando el largo brazo de la ley desbarata el plan. Como este tipo de prácticas se hacen a la vista de toda la sociedad, la reputación de quienes debían controlar ese poder fáctico pero prefirieron hacer la vista gorda suele terminar destruida.

El trabajo conjunto del juez Jorge Díaz y el Inspector Julio Guarteche, se extendió durante siete meses y requirió la participación de decenas de personas, en un marco de reserva y profesionalismo. Sin embargo, a los ojos del público fue más significativo el procesamiento de un empresario poderoso y notorio que la desarticulación de una organización criminal sofisticada. Horas antes del procesamiento, el prosecretario de Presidencia, Jorge Vázquez, reafirmaba la decisión del gobierno de terminar con "la joda" y seguir actuando "caiga quien caiga". Las autoridades saben que, a este nivel, la represión del delito requiere herramientas jurídicas y policiales. Como contrapartida a la repercusión positiva en la opinión pública, crece la posibilidad de que los narcos reaccionen con violencia, ya sea para ensayar una fuga o una vendetta.

Queda por saber si el celo del perro Cerbero va a ir por los peces gordos o se conformará con un ejecutivo poderoso y desprolijo, cuyo dinero financió el negocio ilícito de un amigo. Pero lo que está en juego es bastante más que la lucha contra el narcotráfico. Se trata, ni más ni menos, de saber si los uruguayos podremos vivir finalmente en una sociedad donde se terminen los entenados, los peces gordos y las sospechas y donde se respeten las reglas de juego. De todos los juegos.